Fidel, el primero en desfilar

Este Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, es un día histórico para los cubanos. Significa la defensa de nuestro principios socialistas, que no le daremos ni un ápice al imperialismo para tocar esta tierra por la que han ofrendado sus vida tantos hombres valiosos. Es un momento único para manifestar, ante los ojos del mundo, el apoyo irrestricto del pueblo cubano a nuestro sistema económico, político y social, el más justo y humano del orbe.

Durante el entusiasta y patriótico desfile, escuché la voz de un niño que junto a su mamá, con una bandera en las manos, al pasar frente a la tribuna instalada en emblemática Plaza de la Revolución preguntó:¿Mamá, dónde está Fidel? ¡Aquí, hijo, en el corazón de cada uno de nosotros, él siempre va primero”, le contestó la madre.

Tal vez el pequeño no comprendió en su máxima expresión, la respuesta de su mamá, pero los adultos sabemos que para los cubanos la “Patria es ara y no pedestal. ¡Se muere por ella, no se vive de ella, como nos enseñó José Martí, nuestro Héroe Nacional.

Precisamente, por el legado que ha impregnado en este pueblo el Líder histórico de la Revolución cubana, desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio, desfila en cada uno de los cubanos por las distintas calles, plazas y avenidas principales del país, ¿por qué?
Porque Fidel siempre va primero. Las balas él tiró en el asalto al cuartel Moncada, en la Sierra Maestra, en Girón o el Escambray, son los votos de este pueblo que enardecido desfila este Primero de Mayo y demuestra al mundo su unidad en defensa de la Revolución y su Partido Comunista en la Isla Mayor de Las Antillas.

Ese Comandante en Jefe, que no se escondía en casas de descanso ni en búnker, cuando su pueblo estaba en peligro ante una agresión enemiga como la de Girón o ante cualquier evento meteorológico como los ciclones. Siempre fue el primero en enfrentar tales adversidades, porque ha consagrado su vida y su obra por entero a este pueblo que sabe valorar lo que tiene y marcha con él en el corazón, porque ¡Fidel siempre va primero!.

(el habanero)