miércoles, 12 de enero de 2011

Fiscalía de EE.UU. posee pruebas de terrorismo contra Cuba

posada Oficiales del Ministerio del Interior de Cuba ofrecieron hoy pruebas sobre acciones terroristas contra la Isla y el protagonismo en estas de Luis Posada Carriles, las que están en poder de la fiscalía de EE.UU.

La Mesa Redonda Informativa de la televisión y la radio cubanas evidenció este martes los vínculos del terrorista Posada Carriles con los principales hechos criminales y brindó detalles de los procedimientos utilizados por elementos infiltrados en Cuba.

El moderador Randy Alonso informó que el juicio que se le sigue al asesino confeso en El Paso, Texas, por 11 cargos -ninguno por terrorismo-, prosiguió este martes, con la segunda ronda para seleccionar a los jurados de entre 130 aspirantes que fueron entrevistados.

Explicó que finalmente fueron seleccionados los 12 jurados que trabajarán en el juicio, siete de los cuales son mujeres y cinco hombres; del total, nueve son de ascendencia hispana, uno afroamericana y dos anglosajona.

Vía telefónica, desde El Paso, el abogado José Pertierra explicó a la Mesa Redonda que este miércoles intervendrán los abogados y el fiscal, y este advirtió a la jueza que la representación de Posada Carriles intentará influir al jurado con caracterización mal intencionada del régimen político en Cuba.

Añadió Pertierra que a lo anterior, la jueza respondió que la corte no es un foro del Miami Herald, añadió que cualquier evidencia puede ser cuestionada, incluida la que presente la Isla; se espera que el juicio dure un mes.

Agencias de prensa afirman que por el tribunal deben desfilar, a solicitud de las partes interesadas, dos oficiales y un médico forense cubanos relacionados con las investigaciones por la muerte del turista italiano Fabio Di Celmo, víctima de un sabotaje en el hotel Copacabana.

En la Mesa Redonda, el general de brigada Alberto Rabeiro recordó hechos terroristas contra Cuba a lo largo de los últimos 50 años, y reseñó algunos de los ejecutados a finales de la década del 90, entre los que citó ataques piratas e infiltraciones armadas en 1994 de elementos que depositaron explosivos C-4 con capacidad para volar 100 hoteles.

Dijo que, con posterioridad, terroristas de origen salvadoreño que entraron en Cuba como turistas, utilizaron parte del citado explosivo para acciones de sabotaje.

Explicó que el 12 de abril de 1997 se originó la escalada terrorista, con la explosión de un artefacto explosivo en la discoteca del hotel Meliá Cohíba, a la que siguieron otras 12 detonaciones en Cuba y en intereses de la Isla en México y Nassau, respectivamente, las que provocaron un muerto y numerosos heridos.

También resaltó la actuación de los trabajadores del turismo en la prevención de hechos, como los ejecutados por el terrorista Raúl Ernesto Cruz León, quien colocó cuatro bombas antes de ser detenido.

Rabeiro afirmó que las autoridades norteamericanas siempre han sido informadas de todos los detalles de las actividades terroristas, y la disposición de Cuba de combatir esas acciones, de establecer una relación de mutua colaboración, y mostró copias de las cuatro carpetas entregadas a los expertos estadounidenses.

Roberto Hernández, jefe del Departamento de investigaciones de Seguridad del Estado, explicó acciones terroristas sufridas por instalaciones turísticas, el potencial destructivo de ellas y el entrenamiento a mercenarios que brindaron la Agencia de Central de Inteligencia (CIA) y Luis Posada Carriles, a quienes fueron infiltrados en Cuba.

Enfatizó el experto que varias de las acciones criminales han causado daños materiales a instalaciones en otros países, lo que de hecho, dijo, las internacionaliza.

También se refirió a la progresión técnica en la capacitación investigativa en Cuba, y relató detalles sobre la causa seguida contra el terrorista Francisco Chávez Abarca - condenado a 30 años de prisión-, y las implicaciones de sus acciones con Posada Carriles, elementos que están en posesión de la Fiscalía norteamericana.

El analista Jean-Guy Allard recordó que muchos de los financistas y auspiciadores del terrorismo contra Cuba, como José “Pepe” Hernández, Ramón Novo Sampol y otros connotados personajes, continúan activos en Miami.

Asimismo, el teniente coronel Homero Fontes relató anécdotas sobre el enfrentamiento a los delitos, métodos de operación de los terroristas, composición y desarme de artefactos explosivos, y la magnitud de sus detonaciones.

Explicó que los terroristas estaban orientados a colocar los artefactos en salones de hoteles, cercanos a paredes de cristal para multiplicar los proyectiles, como sucedió en el caso del turista italiano Fabio di Celmo, víctima de una esquirla metálica de un cenicero donde depositaron la bomba en el hotel Copacabana.

Subrayó Fontes que disponen de pruebas de los 19 hechos delictivos investigados, facilitadas al Buró Federal de Investigaciones de EE.UU., entidad que pudo determinar el uso de detonadores Dupont, de fabricación norteamericana, y explicó que se comprobó que el tipo de C4 empleado procede de las Fuerzas Armadas de EE.UU.

(AIN)

Osvaldo Doimeadiós: “La risa salva”

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quiera". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí, en 5ta. Avenida y Calle 32, en Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña uno de los más versátiles actores cubanos. Se mueve con la misma pasión, con la misma certeza, con la misma inteligencia en el mundo del humor y en el mundo del arte dramático. Mi querido, admiradísimo Osvaldo Doimeadiós.

¿Qué tal, Osvaldito, cómo estás? Buenas noches.

Osvaldo. Buenas noches.

Amaury. Bueno, en la revista Temas, en una entrevista que revisaba en estos días, metido en tu vida hasta dónde uno puede meterse, dijiste esto: “El humor es algo implosivo, un poco más para adentro. Es como la sonrisa de la Mona Lisa, que uno no sabe de qué se ríe, pero dura en el tiempo. Lo cómico es más instantáneo, como una gran descarga -imagino que eléctrica-, que dura poco.”

Pero tú has sido una persona que ha hecho momentos de humor que han sido más largos que esta sentencia. ¿Por qué dices esto?

Osvaldo. No, precisamente, bueno, con la revista Tema fue uno de esos debates que ellos hacen mensualmente y era un poco teorizando en torno al humor, en torno a lo cómico, a lo satírico, en cómo veíamos el humor. Y entonces lo cómico yo lo veía como más explosivo y el humor lo veía un poco más para adentro, ¿no?.

Mira, hay cosas cómicas que provocan una descarga instantánea que uno se muere de la risa, pero cuando termina, ya, uno se queda como vacío, ¿no?. Entonces el humor es como una nota que uno lleva, como una nota musical que se queda, o una melodía que se te queda en la cabeza y que vas tarareando.

Amaury. Que no tiene grandes saltos o que puede tener momentos cómicos y sigue.

Osvaldo. Puede tener, puede tener momentos cómicos dentro de eso y puede no tenerlos, y es esa cosa que provoca que a veces la gente te mira en la calle y se sonría, ¿no? y uno diga: bueno, ¿por qué?, a lo mejor están recordando un chiste que hiciste alguna vez, un momento que les hiciste pasar.

Amaury. Pero, ¿tú haces una separación entre lo cómico, el humor y arte? O sea, lo cómico puede no ser arte y lo que es humorístico sí.

Osvaldo. Puede no serlo y puede sí serlo, o sea, hay cosas que coinciden, que confluyen. A veces los tres momentos confluyen, pero a veces no.

Amaury. Es que tú también decías…

Osvaldo. Son menos, creo, los que confluyen que los que no confluyen.

Amaury. Tú también has dicho, que es maravillosa esta sentencia: Arte es lo que sugiere, si es explícito, no es arte. ¿A qué te referías? Esto me lo contó la profesora Corina Mestre, que te admira muchísimo.

Osvaldo. Ah, Corina, cómo no, y yo la admiro muchísimo también. Mira, es algo muy relativo, ¿no?, yo creo que el arte siempre perdura más, en todo. Entonces, cuando el humor se hace con arte, yo creo que perdura más en el tiempo, perdura más en la memoria, perdura más en el espectador, en todo.

Amaury. Yo tenía una abuela que decía: La risa cura, el llanto alivia. Sin embargo, yo pienso todo lo contrario, que el llanto cura y la risa alivia. ¿Con cuál de las dos sentencias tú estarías de acuerdo? ¿Con la de mi abuela o con la mía?

Osvaldo. Yo creo que las dos cosas pueden aliviar y las dos cosas a veces curan, porque, a veces, uno se despide con lágrimas de una etapa terrible de la vida o viene la parte del duelo, y a continuación, las cosas cambian, ¿no?. Pero pienso que la risa tiene un poder de sanación tremendo. La risa viene a ser algo que salva y la risa viene a ser algo que… Mira, es curioso, en muchos momentos de mi vida, hay gente en la calle que, personas que me han dicho: ¡Oye, gracias, porque en tal momento de mi vida, lo que ustedes hicieron en tal programa, o en tal teatro me sacó de un bache muy grande que yo tenía. Y entonces eso te da la medida, porque la risa, además, cuando se hace en el teatro, cuando se hace en la familia, unifica, pues al reír juntos, eso crea un estado de comunión, de comunicación entre los demás.

Amaury. ¿Tú sabes por qué te preguntaba eso? Primero, yo soy un llorón, aunque yo soy como el payaso triste, ¿no? A mí lo que me gusta es llorar, en realidad, y busco todas las oportunidades que tengo para hacerlo. Sin embargo, me gusta hacer reír ¿Tú eres llorón o no lo eres?

Osvaldo. Un poco, un poco (risas). Me emociono, yo no sé si es por los años, pero a veces me dan unos ataques de llanto que yo digo: ¿pero qué me está pasando? Yo no sé si es que con el tiempo me he hecho más sensible a ciertas cosas, que cualquier cosa… A veces, incluso, me siento a ver una película o la televisión y hay momentos en que digo; ¿pero qué hago yo llorando en este momento?, qué estoy así, a moco tendido. Yo creo que eso va con el tiempo.

Amaury. Bueno, esperemos que terminemos riéndonos, ojalá que sí, que sea un ciclo, en algún momento terminemos muertos de risa otra vez.

Hay algunas aldeas por ahí, tú sabes, aldeas y países, en México hay muchos, en España, como tú sabes, las lloronas. Pero el otro día leí que había unas aldeas en Corea, no sé cuál de las dos Coreas, donde están las reidoras, o sea, personas que van a los velorios y se ocupan de entretener a todo el mundo. Sería una profesión que podíamos tener.

Osvaldo. Creo que sería una profesión que podríamos tener.

Amaury. Si la cosa sigue como va, podríamos terminar… (risas) A ver, Osvaldo, tú eres holguinero, eso se ha dicho, la gente lo sabe. Pero bueno, Holguín ahora es una provincia. ¿Tú eres de Holguín, del mismo Holguín?

Osvaldo. Del mismo Holguín, de la franja que bordea la ciudad, se dice del área suburbana. De un barrio de Holguín.

Amaury. Aquí se usa mucho decir: la periferia.

Osvaldo. La periferia, suena bonito, pero no lo es en el fondo. De ahí, de un barrio de la periferia.

Amaury. Háblame de tus padres, de tu niñez. ¿Tú eras simpático de niño?

Osvaldo. Mira, curiosamente, hay un momento que yo creo que es importante en la vida de cualquier ser humano y es descubrir la vocación. Y yo desde que tenía, qué sé yo, cuatro años, cinco años, yo dije que iba a ser actor y ya te digo, en un barrio periférico, decir esto, la gente se quedó así, asombrada. Incluso mi abuela siempre me decía: ¿pero por qué no médico, por qué no abogado? Yo le decía: No, porque si soy actor puedo ser médico y abogado. Tuve la suerte de tener unos padres…, mi padre todavía vive, y una familia que me apoyó siempre en esa decisión.

De hecho me vinculé a la radio en Holguín desde que tenía, creo que siete años, siete años y medio y mi primera experiencia fue en una novela, una versión de una novela para la radio, en Cumbres Borrascosas.

Amaury. Pero no humor todavía en esa época.

Osvaldo. No humor, o sea, lo primero, bueno, un personaje como Heathcliff un personaje bastante malvado y ahí empecé a imitar voces, a jugar con la voz. Y la radio, cuando uno se la toma así, en juego, pues… y después te oías cuando te grababan, pues eso, yo creo que ese juego incentivó también bastante el humor. Porque por el resto, yo tuve una niñez bastante traumática, en el sentido de que estaba siempre enfermo, siempre, siempre, o sea, siempre fui un niño extremadamente enfermizo.

Amaury. ¿De qué te enfermabas?

Osvaldo. De todo, me dio todo. No me dio AH1N1 porque todavía no estaba en el ambiente, pero si no, me llega a dar. Tenía las defensas tremendamente bajas y además no era un niño hiperactivo. Yo siempre digo que a mí me tenían que mover a ver si estaba vivo. No, porque soy de una generación que también los niños éramos de otra manera, todo era más tranquilo. Ahora mi hijo es hiperactivo, así y constante. Pero yo no, yo era muy tranquilo y eso, y el estar, porque además, mi mamá sí te encerraba con un bombillo.

Amaury. ¿Ah, sí?

Osvaldo. Y yo no sabía si era un pollo o era un niño (risas), Porque era un bombillo ahí y no te dejaba salir de ahí. Asmático, bronquitis… me dio tosferina, escarlatina, rubéola, paperas, de todo, de todo, de todo, ¿qué no me dio?, para ahorrar tiempo. Y entonces yo creo que ese tiempo que pasaba ahí convaleciente lo aproveché en el sentido de que mi madre me enseñó a escribir, me enseñó a leer antes de ir a la escuela. Y yo creo que el estar ahí encerrado, esa manera de soñar y de haber ya definido que quería ser actor, pues yo creo que eso también te hace un poco…

Amaury. No, y tener el apoyo también de tu familia.

Osvaldo. Y tener el apoyo de la familia.

Amaury. ¿Y cuándo decide tu familia venir para La Habana?

Osvaldo. No, mi familia nunca vino para La Habana.

Amaury. ¡Mentira que nunca vino para La Habana!.

Osvaldo. No, no.

Amaury. ¿Tú viniste solo?

Osvaldo. Yo solo. Bueno, la secundaria y el pre (universitario) los hice en Holguín. En 12 grado hice los exámenes para el ISA y vine al ISA, a La Habana por primera vez, en el año 82. Me gradué, y contrariamente a lo que sucede, no me quedé en La Habana, me fui a hacer el Servicio Social a Moa, un lugar bastante duro y nos fuimos un grupo de estudiantes del ISA y allí estuve como un año y algo, año y medio casi y de ahí retorno a La Habana.

Amaury. ¿Haciendo qué en Moa?

Osvaldo. Bueno, hicimos un grupo de teatro y fue una etapa muy importante en mi vida, yo creo, por todo lo que pudimos hacer por nosotros mismos. Investigar, leer, experimentar, todas esas cosas que hay un momento en la vida que hay que hacer. Y creo que esa estancia en Moa, para mí fue provechosa en ese sentido.

Amaury. Doimeadiós, vuelves a La Habana y entre que haces una cosa u otra, fundas el Grupo Salamanca y la gente decía que el grupo Salamanca era humor con filosofía ¿Por qué?

Osvaldo. El Grupo Salamanca nace antes de irme para Moa, o sea, en el 87 yo estaba ya en quinto año. Los muchachos de Salamanca estaban en tercero, en cuarto, otros; el otro en segundo. Bueno, yo de hecho, en Aquí cualquier@ lo digo, que tres años de Secundaria, tres de Pre, cinco de universidad, después uno y medio en Moa en el Servicio Social, que yo digo que yo tengo una bandeja aquí (se señala la frente). Y el Grupo Salamanca fue de los juegos, de las improvisaciones que hacíamos en la beca. Y un buen día, alguien llegó, un domingo, a salvarnos el domingo, tú sabes cómo son los domingos en nuestra isla. A las dos de la tarde, precisamente, que cae el sol plomizo así, y nada se mueve, ni las hojas ni nada, nada, nada. Y alguien llegó y nos dijo: ¡Oye, tengo una actividad ahí en la Casa Central de las FAR, y comida, y bebida, todo lo que ustedes quieran! Nosotros nos miramos así, tres… Y aquello era la brigada de recreación rápida, como yo le digo (risas). Y allí empezamos a improvisar y a jugar con las cosas y de momento hicimos como 45 minutos.

Amaury. ¿Pero sin llevar un libreto ni nada?

Osvaldo. Sin llevar libreto ni nada, fue todo improvisado y entonces nos invitaron para más actividades la próxima semana, y otra por allá y… Hasta que bueno, esa misma semana en el ISA dijimos; bueno a esto hay que darle forma, hay que armar un espectáculo bien, pensarlo, y así salió el primer espectáculo que lo hicimos casi corriendo, y entonces nosotros metíamos el vestuario en una mochila y nos íbamos en una guagua para las actividades. Ya como en la función casi 17 ó 20, ya de Salamanca, hicimos una presentación en el ISA y entonces, yo no creo que fuera tan filosófico; efectivamente, tratábamos temas que podrían rozar lo filosófico, lo… O sea, yo creo que Salamanca se distinguió, entre otras cosas, por trabajar el absurdo, por trabajar temas que fueran universales, sin perder lo más contingente, sin perder lo más cercano a nosotros. En el ISA no nos querían ni ver, al principio, o sea, la parte seria de la cultura, porque yo recuerdo que en esa función en el ISA, estaba Corina, yo me acuerdo que estaba Raquel Revuelta, y ellas se quedaron maravilladas, Armando Suárez del Villar, también fue una de las personas que más nos apoyó. Pero a partir de ahí, sí vino cierta reticencia de cierto segmento de la cultura, que siempre con estas cosas las mira… Y decían: ¡Ay, pero qué lástima que lo que hagan sea humor! ¡Ay, pero qué pena! Entonces yo creo que de esa, de esa…

Amaury. ¿Sí, por qué no hacen Chéjov?

Osvaldo. Sí, exactamente. De esa manera también de cierto mundo, mirarnos a nosotros mismos… Nosotros, yo creo que el grupo se afirmó, se afirmó más por eso. Yo me fui a Moa, estuve allá y los muchachos siguieron trabajando, regresé y trabajamos hasta el año, creo que el 96.

Amaury. ¿Y por qué tú crees que las élites culturales, en líneas generales, consideran a las personas que hacen humor, como pequeños, como enanos dentro del arte de la actuación?

Osvaldo. Bueno, yo creo que es un prejuicio cultural que viene de muy atrás. Yo creo que al humor estar de alguna manera unido a lo ligero, pues la gente lo mira con ligereza y entonces no lo ve como algo trascendente. A veces somos demasiado trascendentales y entonces a veces la gran cultura, o la cultura de élites, es como más trascendental, más hiper seria y entonces tiene que ver mucho con eso. De hecho pasa en los premios de cine, en el Oscar, en no sé en cuántas cosas. Pasa en el libro, en las editoriales, en muchos campos pasa.

Amaury. Sí, mientras más dramática es la cosa, más serio les parece, ¿no?

Osvaldo. Es más serio.

Amaury. Tú fuiste fundador del Centro Promotor del Humor. ¿Cuántas dificultades se pueden tener cuando uno funda una cosa como aquella? ¿Cuántas incomprensiones?

Osvaldo. No te voy a hacer el rosario de cuántas dificultades…

Amaury. No, tampoco esto es una asamblea de servicios. Es una entrevista…

Osvaldo. Exactamente. Mira, Virulo, que fue una persona que tuvo la audacia, el tino y yo creo que la inteligencia que en su momento, a finales de los 80s, a través del Conjunto Nacional de Espectáculos, Virulo conoció y nosotros conocimos, por supuesto, al conjunto que era, digamos, para nosotros era un paradigma, de lo que se hacía en humor en Cuba. Y bueno, Virulo es una persona que yo quiero muchísimo y que respeto y admiro muchísimo.

Amaury. Y él a ti también. Lo dijo en su programa cuando salió.

Osvaldo. Y Virulo se dio a la tarea de aunar a todos aquellos grupos y solistas que hacíamos humor a finales de los 80, que eran unos cuantos. Era un fenómeno, más bien del occidente y el centro de la isla, en ese momento. Y a partir de ahí, pues nos radicamos en el cine teatro Acapulco. Y allí se funda el Centro Promotor del Humor, pero era un centro que no tenía independencia económica, o sea, era un lugar, que pertenecíamos, algunos, al Conjunto de Espectáculos y otros a la Empresa de Música Popular, era una cosa burocrática muy compleja. Y el espacio era del cine.

Entonces aquello llegó…, Virulo después se radica en México. Yo me quedo al frente de aquello y un buen día aquello desapareció y entonces los humoristas del año 93-94 estuvimos rodando por toda la isla…

Amaury. Pero aparte de esas dificultades, que son burocráticas…

Osvaldo. …Y esos años entonces fueron los que me tocó a mí, asumir lo de la refundación de aquel Centro, pero ya con otra estructura.

Amaury. Sí, pero habían otras que no son dificultades burocráticas, sino son las cosas que inventan los ideólogos, para intentar que las cosas que son ideológicamente “perversas” (hace señas con las manos de entre comillas), se conviertan en asuntos burocráticos. O sea, ¿cuántas incomprensiones por el humor que ustedes hacían, tenía el grupo?

Osvaldo. Mira, fueron muchísimas, muchísimas. Yo pienso que la recepción también del humor… Siempre hay alguien que no está conforme, siempre, siempre habrá alguien que no esté conforme. Pero yo pienso que el humor que se hacía en los 80´s, a finales de los 80´s y principios de los 90´s, era un humor bastante sano, y los 90´s, pues trajeron otros aires, porque cambió la economía, cambiaron muchas cosas socialmente y entonces la gente vino a la carga, o sea, todos vinimos a la carga con cosas todavía…, subiendo un poco la parada, porque los tiempos también nos habían subido la parada a nosotros. En definitiva uno termina pensando como vive, ¿no? Entonces yo creo que el gran problema era eso, nadie nos quería tomar en cuenta. Yo creo que le debo agradecer infinitamente a Abel Prieto, Ministro de Cultura, y a Armando Hart, que en ese momento era Ministro de Cultura, que comprendían lo importante que era aquel proyecto. Pues tuvimos que vencer muchísimos obstáculos, o sea, los obstáculos de la incomprensión.

Amaury. Es que los dos son personas de la cultura.

Osvaldo. Y había mucha, mucha, mucha incomprensión. Hubo una etapa ahí, muy dura, entre el 90 y el 92, donde mucha nos tildaron de apátridas, de no sé cuántas cosas. Fue un período también que por cualquier cosa te decían: tú eres un francotirador; y tú eres no sé qué cosa y fue un momento en que yo creo que la cultura sufrió muchísimo. Y bueno a partir del 95, el ciclo volvió a arrancar.

Amaury. Sí, pero fíjate, quería llegar aquí. Sigmund Freud, decía en un ensayo que tiene que se llama El chiste y su relación con el inconciente, decía que el humor es intrínsicamente subversivo. ¡Fíjate lo que decía!, yo no sé en qué año lo dijo pero ¿Tú piensas que es intrínsicamente subversivo?

Osvaldo. Yo creo que sí. Sí, porque siempre se subvierte una manera de pensar, una manera de aceptar la realidad, o sea, se subvierten palabras, se subvierten ideas, se subvierten conceptos y eso, por supuesto, genera…

Amaury. Inquietud.

Osvaldo. Inquietud.

Amaury. Bueno, en algunos, no en todos. El otro día me dijo una amiga mía, y esta frase es de ella, me dijo: Doimeadiós ha caminado siempre por el filo de la navaja sin cortarse. (risas) ¿Qué tú crees de eso?

Osvaldo. Bueno…

Amaury. De esa chuchería como diría Sergio Vitier

Osvaldo. (risas) Yo creo que de eso se trata el arte, de eso se trata el teatro, de eso se trata esta profesión. Nosotros somos trabajadores de la cuerda floja.

Amaury. Funambulistas.

Osvaldo. Funambulistas. Yo creo que el humor y el arte se hacen ahí, en el límite de cosas que están vivas y que eso genera… Yo creo que no miraríamos, a lo mejor, la Torre de Pisa si no estuviera así inclinada, o sea con el peligro de eso.

Amaury. Es hasta medio fea.

Osvaldo. Yo creo que lo que no hay es que pasar la raya, o sea, yo creo que el llevar las cosas hasta, hasta el…

Amaury. Hasta el borde.

Osvaldo. Hasta el límite, hasta el borde y de ahí regresar y regresar al público también contigo.

Amaury. Tú eres de los que va, viene, vuelve a ir y vuelve a venir. Es maravilloso, tú eres como una ola.

Llegamos a Sabadazo, un momento donde tu trabajo se hace muy popular. El personaje de Margot, yo adoraba a Margot. Pero pensaba y quería preguntártelo. En mi niñez había el transformismo, esa especie de… los hombres vistiéndose de mujer. Estaba, cuando yo era un niño chiquito, la China Musmé, que trabajaba en el Teatro Shangai. Yo nunca pude ir al Shangai por supuesto, porque tenía como cuatro años, pero en mi familia se hablaba de eso. Pero después había un personaje que yo creo, no sé si lo has pensado, que es el precursor de Margot, un personaje criollo que hacía un gran actor cubano, que se llamaba Luis Echegoyen, que era Mamá Cusa Alambrito.

Osvaldo. Bueno, me han hablado mucho de él, del actor, del personaje que hacía, pero yo nunca lo vi.

Amaury. ¿Tú nunca lo viste?

Osvaldo. Yo nací en el 64.

Amaury. No, no, a lo mejor queda por ahí algún quinescopio.

Osvaldo. Me han hablado, muchas personas me han hablado de eso.

Amaury. Mamá Cusa Alambrito, la de la cabeza hueca y el cuerpo flaquito…

Osvaldo. …Y el cuerpo flaquito.

Amaury. Ahora, ¿por qué tú crees que…, -yo veo la televisión de algunos lugares, no voy a profundizar en eso,- y yo tengo la impresión de que te roban los personajes, Margot está robada, te la roban mujeres, te la roban hombres, te lo han robado de manera miserable, vil.

Osvaldo. Yo creo que… O sea, Margot…, cuando Pulido me llamó a trabajar en Sabadazo, Geonel Martín, (Gustavito), y Coqui (Boncó), le hablaron de mi trabajo porque habían visto otros personajes femeninos que yo había hecho con Salamanca. Pulido primero quería que yo hiciera una viejita, que era la mujer del encargado que hacía “Churrisco”. El Churri que iba a salir del programa yo le dije. Mira, no quisiera casar a este personaje con nadie porque entonces eso me va a limitar el personaje. Yo le dije, mira, yo tengo una propuesta de un personaje que habla así, le hice la voz, porque realmente ya yo jugaba con la voz de Margot, pero yo no sabía cómo.

Amaury. ¿Cómo hablaba? Perdóname, yo sé que tú eres una persona muy seria, pero, háblame un momentico como hablaba Margot.

Osvaldo. No, mira, es que yo en el ISA jugando con amigos míos y amigas del ISA, María de los Ángeles, qué sé yo, con gente… primero hablábamos como si tuviéramos coriza. Así yo, a veces, dejé de ir al aula y cuando Ana Viñas venía, que ella iba hasta la beca, ¿qué hacen aquí?, qué sé yo. Y yo: profe, es que anoche yo estaba con coriza. Y ella: ya, tú quédate tranquilo. Y después un día llegué al ISA, teníamos un ensayo de Salamanca y yo llegué y les hablé a los muchachos: ¡ay, qué no sé qué cosa,(imitando la voz del personaje de Margot), con la voz así y ellos se empezaron a reír. Y yo dije, bueno, mira. Y de ahí empecé a jugar con eso, como ha sucedido con muchas otras cosas que yo he hecho. Y yo dije: mira, esto pudiera ir en el programa. Yo no sabía ni cómo iba a vestir al personaje. Entonces, bueno, le busqué toda esa manera de…

Amaury. …La barriga.

Osvaldo. Y entonces me fui para la casa, busqué -todo eso la grabación era al otro día-, yo le dije a Pulido: no, no, ya ese personaje está hecho.

Fue el primer día ese en que Cándido Fabré incluso se equivocó y me dio un beso, pobrecito, se equivocó (risas). Hizo una canción de eso luego. Y sí, fueron muchos años de Sabadazo y entonces tenía mucha gente que me imitaba en muchas partes, mucha gente ha hecho carrera con Margot, transformistas, no sé. Y efectivamente, en ciertos programas de otros canales, me he sentado…

Amaury. La televisión de Miami, hablemos claro, en la televisión de Miami te copian a Margot.

Osvaldo. A Margot y a Feliciano.

Amaury. Y a Feliciano también.

Osvaldo A Feliciano también y digo, bueno, hay que decir como Martí: Bueno, yo tengo más en mi casa. Porque qué voy a hacer. De hecho ese fue una de las motivaciones para hacer el disco Aquí cualquier@. Que bueno, el móvil del espectáculo es el robo, el supuesto robo de personajes que yo tengo que reconstruir para reconstruir los hechos, ¿no?. Pero no solo pasaba allá, pasaba aquí también con cosas que yo decía: Bueno, si estoy haciendo este chiste, ¿qué pasa con la propiedad intelectual de esto?

Amaury. Ahí voy.

Osvaldo. Entonces, si te empiezas a fajar vas a pasarte la vida de un juicio en otro juicio. Lo que sí traté de registrarlo en ese espectáculo y dejarlo registrado también ante el Derecho de Autor, porque bueno, un día me voy a levantar y no voy a tener repertorio. O sea, todo me lo van a haber robado y alguien…

Amaury. No, porque cambian las generaciones, y los que no se enteran qué pasa por ahí dirán: mira, este está copiando al otro.

Osvaldo. Exactamente.

Amaury. Una actriz que estuvo en el programa antes que tú, una humorista, yo le pregunté quepor qué había tan pocas mujeres humoristas y ella me respondió: porque ahora los hombres se visten de mujer ¿Qué piensas de eso?

Osvaldo. Yo creo que, mira, en Cuba, con la Revolución, pues todo el afán y la realidad, ¿no?, que ha sido el hecho de luchar por la emancipación de la mujer, pues también trajo aparejado que el tratamiento de la mujer siempre se vea como algo sagrado, como algo demasiado serio y entonces, cualquier mujer que se para a hacer humor, se está cuestionando que si eso no es lo representativo de la mujer cubana, y todas esas cosas. Y a veces la gente, yo creo que no sacan la cuenta que el humor no es estadístico, o sea, tú sacas a un médico que hagan cosas y no quiere decir que todos los médicos cubanos sean así, ni todas las mujeres sean así. Yo creo que eso ha sido una de las cosas que ha conspirado contra las mujeres haciendo humor. Y a partir de los años 90, con el período especial, pues muchos humoristas empezamos a escribirnos nuestros propios textos, porque hay una figura totalmente deprimida en la producción artística, que es el guionista. Muy mal pagado. Entonces por lo general, como en la mayoría de los casos coincide en que el que escribe es el propio humorista, entonces escribe para sí y dice: bueno, si esto es para un personaje femenino, ¿por qué no lo puedo hacer yo? Y yo creo que ha habido un poco de pragmatismo, hasta cierta medida, en eso. Pero sí, yo creo que este es un país de muchas mujeres con capacidades tremendas histriónicas y la vida lo ha demostrado.

Amaury. Pero es que las hubo.

Osvaldo. Las hubo y las hay todavía. Yo creo que faltan guiones y falta persistencia también. Y, a veces, también hay una cosa que yo les digo, por ejemplo, las grandes actrices cubanas que hicieron humor, Natalia, Consuelito.

Amaury. …Natalia Herrera, Eloisa Álvarez Guedes…

Osvaldo. Eloisa Álvarez Guedes

Amaury. Candita Quintana, Alicia Rico

Osvaldo. Aurora (Basnuevo).

Amaury. Rita Montaner.

Osvaldo. Bueno, todas.

Amaury. Muchas.

Osvaldo. Tenían una gracia, pero también tenían una cosa: no les importaba verse mal, verse, en algún momento, feas.

Amaury. Claro, claro.

Osvaldo. Y yo creo a veces hay…

Amaury. Siendo, casi todas, mujeres bellas.

Osvaldo. Sí, sí, pero, tú les descubrías le belleza, tú decías, pero es que es una mujer muy bella, pero que no les importaba verse mal. Y a veces las actrices se cuidan un poquito y entonces no quieren verse mal. Pero yo creo que, yo no lo veo como un grave problema, yo creo que es un problema…

Amaury. …Que se superará…

Osvaldo. …Que se superará.

Amaury. ¿Uno puede separar al ser humano; yo puedo separar a Doimeadiós en su vida personal, del humorista?, o sea, ¿yo podría pensar que tú eres muy serio en tu casa, muy serio en tu vecindario y muy simpático en el escenario?

Osvaldo. Yo creo que sí.

Amaury. Porque tú eres muy simpático siempre.

Osvaldo. He reflexionado sobre eso. Pero, por ejemplo, a veces la gente me dice: ¿tú estás bravo? (risas) Digo: yo, no, no, o sea, yo lo que soy muy introvertido. Parece que tengo un rictus en la cara de seriedad.

Amaury. Tú eres introvertido, pero dice un amigo mío, que las personas que son introvertidos, es un signo de ser inteligente. Cosa que me descalifica a mí completamente, porque yo no soy nada introvertido.

Osvaldo. No, pero pasamos un trabajo a la hora de entablar una conversación.

Amaury. Por ejemplo, cuando yo te llamé, cuanto yo te llamé para invitarte al programa, me dio mucha risa, porque tú me dijiste: ¿Y dónde va a ser, en los legendarios? No, no ahora lo vamos a hacer en Abdala, porque tuvimos problemas de trabajo allí, en el estudio del ICAIC se hacen películas. Tú me dijiste: bueno, pues, ¡abdelante!

Esa rapidez tuya está en tu vida también.

Osvaldo. Sí, sí, yo creo que eso es un ejercicio cotidiano que yo voy haciendo, y de hecho lo hago en mi casa, con mis amigos, con la gente cercana que tengo. En el lugar donde trabajo, en el grupo de teatro, donde quiera.

Amaury. Si tú eres un actor, con grandes éxitos también dramáticos, hablemos de los monólogos, si quieres lo hacemos ahora, de los monólogos que has estado presentando, que han sido muy exitosos y con unas críticas tremendas. ¿Por qué le gente prefiere relacionarte siempre con el humorista? ¿Por qué la gente separa eso? Es una pregunta recurrente, pero ¿por qué la gente clasifica tanto?

Osvaldo. Yo creo que el ser humano necesita clasificar, pero es algo que viene con los medios, ¿no?, también. Esto me sirve para esto, esto es para esto y esto para esto. Y de alguna manera, el público me ha identificado durante mucho tiempo, y ellos no tienen la culpa. ¿Para qué yo lo he estado haciendo?, ¿no? con una zona de mi trabajo, que es el humor y hay otra zona del público que, bueno, que va al teatro, que ha visto otras cosas. Algunas otras cosas en la televisión también que he hecho, que no son netamente humorísticas y entonces… Mira, yo creo que uno mismo colabora con eso. Yo creo que el actor mismo a veces se cierra los caminos, a veces se cierra…, se auto clasifica demasiado. Yo he tratado de escapar de eso y por eso desde el 2003, estoy trabajando con Carlos Díaz, en Teatro el Público.

Amaury. ¿Cuántas de estas obras has hecho ya? Josefina la Viajera es la que yo conozco. ¿Cuáles más has hecho?

Osvaldo. Bueno, con Carlos desde el 2003. Bueno, con Raquel hice Tartufo, que fue la última obra que Raquel dirigió, Raquel Revuelta, en el 2003. Y en el 2003, Ícaro, con Carlos y La loca de Chaillot, La ramera respetuosa, Arte, Fedra, Santa Cecilia, Josefina la viajera y bueno, a la par de ese trabajo con Carlos, pues he hecho otras cosas… Con Estorino estuve también en Parece blanca. Con Cremata también en un espectáculo…

Amaury. Parece blanca, es una obra deliciosa. Ahora, hablemos un momentico y cuando digo un momentico es porque quiero hacer un alto. Vamos a hablar de Vilma, de tu esposa y de tus niñas. Háblame de ella y háblame de los muchachos.

Osvaldo. Mira, yo creo que para mí…

Amaury. Hasta dónde se pueda hablar de eso.

Osvaldo. La familia tiene un peso fundamental en mi vida, o sea, y te hablo de la familia desde que nací. O sea, mis padres…

Amaury. …Tus abuelos.

Osvaldo. …Mis abuelos, mis tíos, porque siempre han sido el apoyo, han sido siempre como el cable a tierra. Y yo creo que todos estos años con Vilma, con Andrea, con Corín, con Luis Carlos, pues también ha sido algo que yo necesito. O sea, a veces esas cosas que tú dices: si yo no tuviera esto, -o al menos yo lo veo así-, si no tuviera esta familia, no podría hacer esta carrera.

Y bueno, les he robado, a veces, muchos momentos de mi vida, por dedicárselos al trabajo, pero trato de compensarlo, de estar el mayor tiempo posible en mi casa. O sea, no soy una persona de hacer vida de farándula, ni de aparecer en lugares por aquí y por allá. No, estoy ahí, en mi casa, es…

Amaury. Estás cada vez que puedes.

Osvaldo. Exactamente, cada vez que puedo.

Amaury. ¿Y si los muchachos te ven en televisión y te dan una opinión?

Osvaldo. Yo creo que ya ni me ven. Ya están tan obstinados de mí, que yo creo que ya ni me ven.

Amaury. Pero tú ensayas en tu casa.

Osvaldo. Son implacables y eso es bueno, eso es muy bueno.

Amaury. ¿También Vilma?

Osvaldo. También, implacable. Mis hijas, hay una que está estudiando actuación, la otra…

Amaury. ¿Qué edad tiene esa?

Osvaldo. Esa tiene 16. Y la segunda no, a esa no le interesa nada, pero, por ejemplo, cuando eran más chiquitas, yo, para estimularles la lectura, yo decía: Cuando yo le diga a tu hermana, yo la voy a escoger a ella para que lea, para obligarla a leer y entonces, si leía mal, yo decía: no, no, pero, vira para atrás, o sea, me lo sabía, pero jugaba un poco. Yo creo que la profesión me la he tomado también como una manera de jugar, de divertirme hasta las cosas más serias. No se puede toma la vida tan, tan, tan, extremadamente seria.

Amaury. Pero tú eres muy popular. ¿Y tú crees que las personas que son muy populares, a veces, se detienen en esa popularidad? o sea, no tienen un crecimiento, después, ascendente. Es que hay gente que dice: Siempre hay que ir a más, siempre hay que ir a más, no se puede uno encasillar (el término es un poco terrible) Bueno, pero ahí estaba Arredondo, estaba Miravalles y estaba Montezuma, que tenían personajes como muy bien afincados y sin embargo, iban llevando el desarrollo de sus carreras por otro lado. La popularidad no los mataba, no los aniquilaba. ¿Qué tú piensas de eso?

Osvaldo. Yo he tratado de hacer eso y de hecho siempre pienso, me considero un actor conocido, muy conocido en Cuba.

Amaury. Sí, eres muy popular.

Osvaldo. Pero el teatro te enseña la lección de que, una vez que se termina la función, todo se acaba. Hay que reconstruirlo al otro día. Y entonces, ese sentido del eterno comienzo, de volver a empezar todo desde cero al otro día, yo creo que eso es lo que le va dando a uno la pauta de cómo también llevar la vida y no envanecerse. Y no creerse nada, porque al final…

Amaury. …Es un ratico.

Osvaldo. Es un ratico, y hay que ponerle todo, disfrutar ese momento y prepararse para el otro que venga. Incluso no me gusta ver ni los programas míos. Me siento a verlo así en la televisión y empiezo a… Ni las películas ni.

Amaury. ¿No te gusta?

Osvaldo. No, no me gusta, no me gusta. Me pongo irascible. ¿Pero por qué tuve que hacer eso? ¿Por qué? Eso, no sé, no sé si a ustedes los músicos les pasa cuando se oyen en una grabación.

Amaury. No, los músicos somos muy vanidosos. Los músicos se escuchan constantemente y les ponen los discos a los demás.

Osvaldo. No, yo no, que va, yo no soporto eso.

Amaury. Y hay gente que anda en sus carros con su música puesta a todo meter y la ventanilla abajo, para que todo el mundo se entere de lo que están oyendo.

Oye, una última pregunta, Doimeadiós, últimamente se hace mucho humor político, no solamente en Cuba, en todas partes, en los periódicos, en los programas de televisión, en cualquier lugar del mundo. ¿Tú crees que el humor político mejora a la sociedad, la cura, la puede sanar?

Osvaldo. Yo creo que sí. Yo creo que el humor político maneja ideas, conceptos, y a veces tenemos, en el camino por ser inclusivos, por incluir al otro, a los otros, o a los demás, yo creo que hay que ser como más martianos: con todos y para el bien de todos. Si no es para el bien de todos, entonces, mira, no.

Pero yo creo que sí, que el humor político yo lo veo como algo beneficioso, útil y que también es una válvula para la sociedad, porque por esa vía se liman cosas, por esa vía, pues, moviliza el pensamiento, o sea, hace que el terreno se revitalice y que no quede todo así tranquilo, aburrido, chato.

Amaury. Claro. Bueno, pues esperemos que, por lo menos, nuestra sociedad, la que tanto queremos, la que tanto defendemos y por la que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa, sea un poquito más permisible, y que podamos, en algún momento, reírnos también de cosas, a veces tan serias, tan sobrias, tan secas. Tú eres uno de los que lo puede hacer y yo estaré en mi casa, mirándote y aplaudiéndote, como siempre, con todo mi cariño. Muchas gracias por haber venido. Mi amigo querido, mi socio.

Osvaldo. Gracias. Gracias a ti.

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quiera". Foto: Petí

Isabel santos, Osvaldo Doimeadiós y Amaury en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quiera". Foto: Petí

Amaury, Isabel y Osvaldo Doimeadiós en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós y Amaury Pérez en "Con 2 que se quiera". Foto: Petí

Osvaldo Doimeadiós y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Diario de El Paso: Constituido jurado que dará veredicto en caso de Posada Carriles

Con la selección del jurado de 5 hombres y 7 mujeres, mañana comenzarán los testimonios en la Corte de la juez Kathleen Cardone en el juicio que se sigue por fraude migratorio al terrorista Luis Posada Carriles.

La jueza anunció que, a las 10:00 AM, la fiscalía tendrá la primera palabra. El Fiscal Timothy Reardon pidió 60 minutos para introducir los elementos del caso al jurado, y el abogado de Posada Carriles pidió la misma cantidad de tiempo. Después de las palabras introductorias de ambas partes, la Fiscalía comenzará el proceso de presentar la evidencia, incluyendo los testigos. La defensa podrá hacerle contra-interrogatorio a estos.

Al concluir la versión del caso de la Fiscalía, los abogados de Posada Carriles presentarán su versión. Con evidencia y testigos que la fiscalía podrá tratar de desafiar o cuestionar. Al final, sobrevendrían las conclusiones. Hasta aquí se trata de un guión previsible, salvo que la Jueza aseguró que este caso tardaría más de un mes en ventilarse.

Con el jurado ausente del tribunal para que los abogados ventilaran asuntos preliminares del juicio, el fiscal Reardon le expresó a la Jueza Cardone su preocupación de que el abogado de Posada utilizaría su turno de presentación inicial al jurado para fustigar a un país: específicamente a Cuba.

Arturo Hernández, el abogado de Posada, dijo que “el tema Cuba es endémico a este caso”. Que quiere avisarle al jurado que presentará “plétora de evidencia del tipo de régimen que tiene Cuba”, y que tiene “el derecho de probar que el régimen de Cuba miente y fabrica evidencia falsa”.

Hernández afirmó que el gobierno de Cuba está prejuiciado hace tiempo contra Posada. Habló de “50 años de dictadura y tiranía contra el pueblo cubano”. Y amenazó con presentar ejemplos históricos de la “tiranía castrista”.

Reardon respondió contundentemente: “Este no es el History Channel (un canal de la televisión norteamericana)”. Dijo que la Fiscalía piensa traer dos policías cubanos y un médico. En ese momento, se le viró Reardon hacia Posada. Lo miró y le dijo “. . . . para que testifiquen sobre la muerte de ese ‘pobre italiano’: ¿SE ACUERDA?“, le dijo con el tono más alto de su voz. Posada ni lo miró, ni parpadeó. Es un témpano.

Reardon advirtió a la jueza sobre la táctica de Hernández: “Este es un foro judicial. No es el Miami Herald”. Presente en la corte, al lado mío, estaba Juan Tamayo, del Miami Herald. Le pregunté si pensaba titular su nota mañana así.

La jueza dictaminó que la “evidencia” que Hernández quería presentar -lo había anunciado anteriormente- “no es relevante a este juicio”, aunque cualquier evidencia que ambos litigantes presentes será sujeta a un cuestionamiento sobre su validez.

A Hernández se le notó molesto con esa decisión. Pidió responder y escribir su opinión. La jueza le dio hasta mañana para hacerlo.

El caso concluyó hoy un poquito después de las 4 de la tarde, hora de El Paso.

Colocan valla de los Cinco en pleno corazón de Miami

Vaya electrónica en Miami dedicada a los Cinco

En la 37 avenida y la calle cuatro del North West, en el mismo corazón de la Pequeña Habana de Miami, exactamente frente a la entrada del Casino de los Perros, apareció hoy una valla con los retratos de los Cinco cubanos antiterroristas encarcelados injustamente en prisiones de Estados Unidos: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y René González. El mensaje en inglés dice: “Free the cuban five” -liberen a los Cinco-. Está firmado por la Alianza Martiana.

(Con información de Radio Miami)