miércoles, 23 de febrero de 2011

Clinton profiere dura amenaza contra Libia

HillaryClinton, Secretaria de Estado. Foto de archivo

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, amenazá a Libia advirtiéndole que el Gobierno de Kadafi será “responsable” por sus acciones, al tiempo que pidió a sus ciudadanos que abandonen el país.

“Hemos sido totalmente claros en que condenamos por completo la violencia en Libia”, dijo en una rueda de prensa tras reunirse con el ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota.

Clinton señaló que Estados Unidos quiere mandar un mensaje “claro” al Gobierno de Libia: “la violencia es inaceptable y el Gobierno de Libia será responsable por las acciones que esta tomando”.

“Nos sumamos a la comunidad internacional para rechazar la violencia con una sola voz porque no hay duda de que ahora es el momento de actuar unidos”, agregó.

La secretaria de Estado exigió el “cese de la violencia” contra los manifestantes y aseguró que “todas las opciones están en la mesa, estamos estudiando todas las posibles opciones para tratar de influir en el Gobierno (libio) y acabar con la violencia”.

Por otra parte, pidió a todos los ciudadanos estadounidenses que viven en Libia que abandonen el país en el ferry que ha fletado el Gobierno estadounidense para llevarles a puerto seguro en La Valeta (Malta).

(Con información de EFE)


Versión para Imprimir

Propuesta de ley permitiría a estudiantes de Texas ir armados a la Universidad

Los alumnos y profesores de las universidades en Texas podrían acudir al campus armados, según una propuesta de ley presentada en el Congreso local.

El gobernador republicano Rick Perry se manifestó a favor de esta propuesta firmada por más de la mitad de los miembros de la Cámara de Representantes estatal, según EFE.

Por muy increíble que parezca, los padres enseñan a sus hijos desde temprana edad a usar armas de fuego de alto calibre.

Los partidarios de la legislación argumentan que casos como la masacre en las universidades de Virginia Tech en el 2007 y en Illinois en el 2008, muestran que la mejor defensa contra un hombre armado es que los estudiantes puedan dispararle.

"Es estrictamente una cuestión de legítima defensa", dijo el senador republicano por San Antonio, Jeff Wentworth, a la cadena de televisión Fox.

Por su parte, William Powers, el presidente de la Universidad de Texas, donde estudian 50 000 jóvenes, se ha opuesto a esta medida argumentando que el coctel de armas, campus y fiestas es muy volátil.

Solo otro estado, Utah, ha aprobado una ley similar, mientras que 23 estados han rechazado propuestas en este sentido desde la masacre del 2007.

La Ley Helms-Burton llegó a la Argentina

Condena Bloqueo Cuba

El pasajero argentino siente una especial atracción por el sol, la playa y las aguas cálidas al momento de elegir el destino de sus próximas vacaciones.

Brasil, México y el Caribe son las primeras alternativas que suenan cuando se habla del merecido descanso veraniego.

Dentro de ese bronceado espectro se encuentra Cuba, un destino muy atractivo para el pasajero vernáculo y que, año a año, aumenta la cantidad de visitantes a la isla.

Las opciones para llegar a Cuba desde nuestro país son muy variadas, pero todos los vuelos deben realizar una parada antes de arribar a la tierra de los mojitos de Hemingway.

Sólo los Iliushin 96 de Cubana de Aviación vuelan sin escalas entre Ezeiza y los aeropuertos cubanos y por lo tanto su aprovisionamiento antes de partir se debe realizar en nuestro país con las empresas de servicios que atienden a la totalidad de las líneas aéreas que operan desde Argentina.

Una de las empresas que prestaba servicios a Cubana de Aviación era Sky Chef, que desde el año 2001 realizaba el catering que consumían los cerca de 30.000 pasajeros anuales que viajan a bordo de sus aviones, pero que en junio de 2010 se vio obligada a suspender el servicio por causa de una instrucción impartida desde su casa matriz en Neu-Isenburg un poblado cercano a Frankfurt, Alemania, aunque suena más posible que la instrucción haya partido de Irving, Texas, donde se encuentran las oficinas centrales que la empresa posee en la tierra del presidente Obama.

Ante la necesidad de proteger a sus pasajeros, Cubana de Aviación solicitó a otra gran empresa europea, que provee de catering a las aerolíneas en Ezeiza, Gate Gourmet, la que después de dos meses y ante la insistencia cubana respondió que su casa matriz en Zurich tampoco permitía prestarle servicios en Buenos Aires a la línea de bandera cubana.
Intentando entender las razones de por qué una empresa suiza no desea realizar negocios con otra empresa de origen cubano descubrimos que en el año 2002, la que fue la Joya de la Corona de Swissair, se vendió por poco menos de 900 millones de dólares a Texas Pacific Goup, que casualmente, también, tiene sus oficinas centrales en el territorio del presidente Obama.

Para salvar su situación, Cubana de Aviación recurrió a los servicios de LADE Líneas Aéreas del Estado, pero ante el cambio de su director general, la empresa estatal argentina declinó de seguir prestando el servicio de catering por razones estrictamente operativas, argumentando que la misión de Lade Líneas Aéreas es enlazar los grandes centro poblacionales con los pueblos alejados de nuestro país.

Conclusión, Cubana de Aviación sale a buscar un cuarto proveedor de servicios de catering en Buenos Aires en menos de 9 meses.

La Ley Helms-Burton establece que cualquier compañía no norteamericana que tenga tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales y aclara que sus dirigentes también podrán ver prohibida su entrada en Estados Unidos.
Impresiona el alcance de las leyes norteamericanas que se fortalecen fuera del territorio del gran país de norte y se aplican en nuestro país de tal manera que le restan importancia a la propia Constitución Nacional.

NdeR: El Art. 14 de nuestra Constitución nacional dice: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

(Cubadebate).


Twitter y la revolución

Twitter
A nadie se le hubiera ocurrido llamar al Che Guevara “radialista” porque se comunicaba con el pueblo cubano a través de Radio Rebelde. Pero si la revolución fuera en la actualidad y el Che tuviera una cuenta de Twitter, los medios no dudarían en llamarlo “El líder twittero”.

Las recientes rebeliones populares en el norte de Africa volvieron a revivir el mito de la “revolución Twitter” como había sucedido en Irán.

Página/12 publicó en octubre pasado un artículo del periodista y sociólogo canadiense Malcom Gladwell, aparecido originalmente en The New Yorker, titulado “La revolución no será twitteada” (Radar, 3/10/2010) quien de alguna manera intenta desarticular este mito planteando la existencia de “lazos fuertes” dados por la relaciones cercanas, de amistad, compañeros de trabajo o universidad, etc. y que en el caso de las rebeliones implican “poner el cuerpo” y “lazos débiles” como los que se generan en Facebook o Twitter, donde basta apretar “me gusta” sobre una buena causa para sentir que se está participando. No viene mal releerla a la luz de los nuevos hechos.

¿Hay participación cuando se escribe un comentario en Facebook, cuando se deja un mensaje en el contestador de una radio o cuando se manda un sms para que vuelva Cristian U a Gran Hermano? ¿Se puede considerar militancia el envío de micromensajes de 140 caracteres sin salir de tu casa?

David D. Kirkpatrick, en The New York Times, relata cómo es la nueva generación de activistas egipcios denominada “generación Facebook”, cuyo exponente más visible quizás haya sido el ejecutivo de Google Wael Ghonim. Si bien puede llegar a decirse que hasta fue fundamental el uso que hicieron de las herramientas informáticas, la organización y el conocimiento entre ellos fue previo, en las universidades, en los puestos de trabajo, en el territorio. Muchos ya estaban organizados en grupos pequeños o no tanto, como la Hermandad Musulmana.

Kirkpatrik relata una acción que demuestra la importancia de los “lazos fuertes” para que una acción comunicativa repercuta: “La noche anterior a la manifestación del Viernes de Furia, el grupo se reunió en casa de El Elaimy, mientras Lofti llevaba a cabo lo que él llama ‘un estudio de campo’. Entre las 18 y las 20, él y un pequeño grupo de amigos caminaron por los estrechos callejones de los barrios de la clase obrera y alentaron a gritos a la gente para que saliera a protestar, con el objetivo de medir el nivel de participación y evaluar el ritmo de marcha de una eventual manifestación por las calles. “Lo gracioso es que cuando terminamos, la gente no se quería ir”, comentó. “Eran 7000 y habían quemado dos patrulleros.” (1) De hecho, la rebelión continuó a pesar de que se cortaron los teléfonos e Internet.

Con la misma lógica muchos se preguntan: ¿por qué en Cuba no pasa lo mismo que en Egipto si también el gobierno lleva 30 años en el poder? En lo que parece ser una gran simplificación en la que ha caído, por ejemplo, la “famosa” bloguera cubana Yoani Sanchez, desconociendo las redes “reales” que se tejen al interior de la isla, al parecer mucho más fuertes que las “virtuales”. De hecho, Yoani es mucho más conocida fuera de Cuba por los detractores de la Revolución que al interior de la misma. Algo similar quizás a lo ocurrido en Irán, donde hay menos de 10.000 usuarios de Twitter y menos de 100 de ellos parecen activos (2), donde la mayoría de los mensajes sobre el tema están en inglés y no en persa, lo que hace suponer que la mayoría de los tweets se hizo desde el exterior.

Las réplicas a estas críticas no se han hecho esperar, sobre todo de los gurúes tech o de activistas (más validas a mi entender) como los de Greenpeace, quienes señalaron: “los lazos débiles” pueden convertirse en “lazos fuertes”. No podemos darnos el lujo de rechazar estos recursos solamente por generar “lazos débiles”. Sería tan estúpido, como rehusar al dinero de un niño que quiere donar sus ahorros por considerarlos “escasos”. Sería insultante, insensible e “irresponsable”.(3)

El debate en torno de estas herramientas de comunicación recién empieza como para ser tajantes en las apreciaciones. Pero quizás, como dice Gladwell en un nuevo artículo referido esta vez a Egipto y que recuerda lo relatado anteriormente por Kirkpatrik: “en la Revolución Francesa la multitud en las calles se hablaba, uno a otro, con ese extraño, todavía hoy largamente desconocido instrumento conocido como voz humana. La gente con un reclamo siempre encontrará formas de comunicarse una con otra. Cómo eligen hacerlo es menos interesante, al final, que por qué fueron impulsados a hacerlo” (4).

Playa Girón: más libertad para los pueblos de América


Imagen activa

La victoria de Cuba contra una invasión organizada y financiada por el gobierno de Estados Unidos hace casi 50 años aportó nuevas oportunidades históricas de libertad para los pueblos latinoamericanos.

Menos de 72 horas bastaron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la isla, encabezadas personalmente por Fidel Castro, para derrotar el desembarco de una brigada enemiga por Playa Girón, ocurrido el 17 de abril de 1961.

Los invasores pretendían tomar inicialmente ese punto de la occidental provincia de Matanzas, conocido como Bahía de Cochinos para los círculos políticos de Washington, instalar allí un "gobierno" paralelo que la Casa Blanca reconocería, y después avanzar sobre la capital cubana.

Como preludio al desembarco, el 15 de abril, aviones militares con insignias cubanas, pero procedentes de Centroamérica y tripulados por contrarrevolucionarios, bombardearon aeropuertos de La Habana y Santiago de Cuba.

Cuba entera se puso en pie de guerra y, en la céntrica esquina de 23 y 12 del barrio capitalino del Vedado, durante la despedida del duelo de las víctimas de los ataques aéreos, Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución iniciada el 1 de enero de 1959.

Los cruentos combates finalizaron el atardecer del 19 de abril con la rendición de los agresores, agrupados en la denominada Brigada 2506, y el saldo de más de 150 combatientes revolucionarios muertos y varios civiles ultimados por la aviación enemiga.

Por otra parte, mil 200 prisioneros fueron devueltos posteriormente a Estados Unidos, que reconoció su papel de autor intelectual y jefe de la conjura, a cambio de medicinas y alimentos para niños de la isla.

Tras la victoria de Girón, Cuba quedó más fortalecida para enfrentar, posteriormente, la muy peligrosa Crisis de Octubre de 1962, cuando el mundo estuvo a punto de la guerra nuclear, y protagonizar páginas de internacionalismo en ayuda a otros pueblos.

La decisión de los cubanos de mantenerse dueños de sus destinos aplastó una de las más violentas acciones de Estados Unidos contra un pueblo latinoamericano.

Fidel Castro indicó que esta batalla definió la alternativa entre el pasado y el futuro, la reacción o el progreso, la traición o la lealtad a los principios, el capitalismo o el socialismo, el dominio imperialista o la liberación. "Dígase lo que se diga, a partir de Girón todos los pueblos de América fueron un poco más libres", sentenció el líder de la Revolución cubana. (PL).

Silvio en el cine y esta vez como actor

Silvio Rodríguez y Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenta. Foto: Archivo de La Colmenita

Silvio Rodríguez y Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenita.

El cantautor Silvio Rodríguez debutará como actor en Y sin embargo se mueve… ópera prima del realizador Rudy Mora, basada en un espectáculo de la compañía infantil La Colmenita.

En el largometraje Silvio interpretará un conserje, principal testigo ocular del drama que se vive en un conservatorio durante el día e igualmente regalará su música a la banda sonora de la película.

La historia versa sobre la capacidad de soñar y lleva a todos un mensaje universal, destacó Rudy Mora.

A actores de la talla de Eslinda Núñez, Manuel Porto, Osvaldo Doimeadiós, Laura de la Uz y Laritza Vega; se sumarán los miembros de La Colmenita, quienes a su vez, asumirán la trama e interpretarán la banda sonora del filme, compuesta por 14 de los temas más antiguos de Silvio.

(Con información de la AIN)

Diario de El Paso: Un caballero en el estrado

Roberto Hernández Caballero
El Paso,Texas.- A las 9:00 de la mañana en punto, entró la Jueza Kathleen Cardone a la sala judicial. Su último encuentro con los abogados y fiscales había sido hace exactamente una semana, cuando suspendió el juicio para poder “deliberar con calma” sobre si concedía la petición del abogado de Luis Posada Carriles para anular el proceso o, por lo menos, desestimar los tres primeros cargos de la Causa: los que tienen que ver con las declaraciones falsas del acusado sobre las bombas en La Habana en 1997.

La tensión pesaba sobre todos en la Corte. La Jueza Cardone saludó secamente a los abogados, y el fiscal Timothy J. Reardon III se paró y-como hace siempre- le ofreció los buenos días. “El gobierno está listo para el juicio”, anunció Reardon sabiendo que la jueza tenía aún que decidir precisamente la cuestión de la viabilidad de un juicio. El abogado defensor, Arturo Hernández, entonces le extendió un optimista saludo a la jueza.

LA DECISION DE LA JUEZA CARDONE

“La Corte quiere dirigirse a la moción del abogado defensor de anular el caso y a su petición de desestimar los cargos números 1, 2 y 3 de la Causa”, dijo la Jueza Cardone y sacó un papel en el cual había escrito su decisión para leerla sin equivocarse.

La disyuntiva legal deriva de la queja del abogado Hernández que la fiscalía no compartió con la defensa dentro del plazo que le había impuesto la jueza algunos documentos. Específicamente, dijo Hernández en una moción que presentó el 11 de febrero, la fiscalía no compartió unos escritos que supuestamente muestran que el testigo Roberto Hernández Caballero está parcializado contra Posada Carriles y acostumbra a falsificar evidencia.

También que una secretaria en Guatemala, Cecilia Canel, hizo unas declaraciones anteriormente que exculparían a Posada Carriles de responsabilidad por las bombas que estallaron en La Habana en 1997 y que existen dos informes del FBI que del mismo modo lo eximen de culpabilidad.

Como prólogo a su decisión, la Jueza Cardone leyó en alta voz parte de la petición de Arturo Hernández y concluyó que las acusaciones del abogado defensor son ciertas. Es más, dijo la jueza, “si la defensa no se hubiera percatado de que esos documentos existían, la fiscalía probablemente no los hubiera divulgado”.

“Yo he reflexionado largo y tendido sobre esto”, dijo la Jueza Cardone mientras que miraba a los fiscales. “Es cierto que se dilataron en divulgar los documentos, pero de todos modos voy a denegar las mociones”, anunció, dejando caer un “por este momento”. Es decir, subrayó que existe la posibilidad de que conceda la moción en el futuro si se entera de alguna otra violación.

Es difícil desestimar un caso por este tipo de violación, salvo que la jueza concluya que la infracción haya socavado la defensa. Aquí no hay evidencia de semejante cosa, y por eso la Jueza Cardone no pudo desestimar el caso. “¿Algo más antes que convoque al jurado?”, preguntó la jueza. Arturo Hernández quien aparentaba esta mañana mucha confianza de que su moción estaba ganada, respondió con un huraño “no”. Ni siquiera, lo adornó con la frase “Su Señoría”, como acostumbra siempre llamar a la jueza.

ENTRA EL JURADO

Escuchamos tres fuertes toques del mazo. El guardia abrió la puerta lateral de la sala y los integrantes del jurado desfilaron a sus asientos. Ninguno tiene la menor idea del por qué tuvieron un receso de tantos días. Esa información no es compartida con el jurado.

“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que usted estuvo aquí”, le dijo el fiscal Reardon al testigo. “Háganos el favor de darle a los caballeros y las damas del jurado su nombre y apellido”. Con esa pregunta, Reardon reanudó el interrogatorio de Roberto Hernández Caballero, que la jueza había suspendido hace varios días. El investigador cubano vestía hoy un traje verde claro, con una camisa negra que combinaba con una corbata negra. La última vez que la Jueza Cardone lo dejó testificar fue hace trece días.

LA PELOTA DEL PRESIDENTE KENNEDY Y LA IRONIA HISTÓRICA

El fiscal es un veterano litigante del Departamento de Justicia. Su padre, Timothy J. Reardon Jr., era íntimo amigo del Presidente John F. Kennedy y uno de sus más cercanos asistentes en la Casa Blanca. Los dos Reardons jugaban fútbol americano en Hyannis Port con la familia Kennedy, y en la despedida de duelo de Reardon padre, en el año 1993, el Senador Edward M. Kennedy contó de la vez que el joven Reardon interceptó un balón lanzado por el recién electo Presidente Kennedy en el año 1960. El padre le pidió a su hijo que le devolviera la pelota al Presidente, porque “uno jamás debe interceptar un pase del Presidente electo de los Estados Unidos”.

Ahora el niño que le interceptó el balón al Presidente John F. Kennedy, es un experimentado fiscal de la Sección Antiterrorista del Departamento de Justicia, cuya responsabilidad es procesar a un ex agente de la CIA que ha sido uno de los autores intelectuales del terrorismo contra Cuba durante últimos cincuenta años. Un terrorismo que fue creado y dirigido desde los Estados Unidos. Y amparado por Washington.

Es una gran ironía histórica que sea Timothy J. Reardon III el que está ahora dirigiendo el caso contra Luis Posada Carriles, y que lo esté haciendo con la colaboración de un testigo de la contrainteligencia cubana y documentos preparados por peritos de la Isla.

Como me dijo el historiador Peter Kornbluh, “después de Playa Girón, los Kennedys desataron una ola de exiliados violentos contra Cuba a través de la Operación Mangosta y otras acciones autónomas”. Mangosta fue una operación encubierta cuyo propósito era destruir a la Revolución cubana. Sus planes incluían el asesinato del Presidente Fidel Castro y otros dirigente, a través del uso del sabotaje. El terrorismo fue un instrumento de una guerra no declarada por Estados Unidos contra Cuba.

El encargado de la Operación Mangosta era el entonces Fiscal General de la República, Robert F. Kennedy, del mismo Departamento de Justicia donde ahora trabaja Timothy J. Reardon III. Sin embargo, la tarea del Departamento de Justicia hoy en El Paso es diferente a la que tuvo en los años 60. En vez de enviar ataques terroristas contra la isla, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos colabora con el gobierno cubano para procesar a uno de los autores más conocido de la guerra sucia contra Cuba. Un hombre que fue reclutado, entrenado y pagado por la CIA para realizar sus violentas actividades delictivas.

LAS BOMBAS

Esta mañana, Reardon le mostró al inspector cubano, Roberto Hernández Caballero, varias fotografías de lugares en Cuba donde estallaron una serie de bombas en 1997: los hoteles Copacabana, Chateau Miramar Tritón, y el restaurante La Bodeguita del Medio. Hace dos semanas el inspector había identificado fotos similares sobre las bombas que estallaron en el Meliá Cohiba, el Capri y el Hotel Nacional. El jurado escuchó atentamente al inspector cubano describir las fotos que veían claramente en los monitores personales situados a la par de sus asientos.

“Ahí se ve el bar del lobby del Copacabana, donde toda la parte derecha fue destruida por el artefacto explosivo”, dijo el inspector. ”Esa mancha de sangre en el suelo es de la persona que resultó herida y posteriormente murió por las heridas que sufrió por la explosión”, señaló el testigo.

El abogado de Posada Carriles se opuso a esa respuesta. “El testigo no es competente para opinar sobre la causa de la muerte del fallecido”, dijo el abogado. El abogado defensor no quiere que el jurado se entere de que a Fabio Di Celmo lo mató una esquirla, lanzada por la explosión, que le cortó la yugular y causó que se desangrara. Que esa bomba la puso un salvadoreño llamado Raúl Cruz León, a instancias de Francisco Chávez Abarca bajo la dirección de Luis Posada Carriles. Todo esto lo sabemos, porque tanto Cruz León como Chávez Abarca confesaron, y Posada Carriles alardeó de su autoría intelectual al New York Times el año siguiente durante una entrevista en Aruba. Cruz León confesó que llegó al hotel Copacabana el 4 de septiembre de 1997 alrededor de las diez y treinta de la mañana, se sentó en el lobby-bar y pidió una cerveza “Bucanero”, antes de irse al baño a ensamblar y activar el artefacto explosivo que depositó en un cenicero de pie, metálico, que estaba situado en la esquina derecha de la barra. Cuando terminó de tomarse la cerveza, se retiró del hotel dejando la bomba que cobró la vida a Fabio Di Celmo.

“¿A qué distancia de la sangre estuvo el foco del artefacto explosivo?”, preguntó Reardon. “Solamente 5 ó 6 metros”, respondió el inspector. La fiscalía no le preguntó, y el jurado no se enteró de que el Hotel sufrió también roturas de cristales, del falso techo, de las luminarias, los muebles y el piso del bar. Los daños fueron tasados en $16,700.60 pesos cubanos, más tres mil dólares estadounidenses.

“¿A cuántos lugares de los sucesos de explosiones fue usted el 4 de septiembre de 1997?”, preguntó el fiscal. “A tres en la mañana, y uno más por la noche. Cuatro en total”, contestó el testigo. Ese día, estallaron bombas en el Copacabana, el Chateau Miramar, el Tritón y finalmente, en la Bodeguita del Medio.

Daños en el Hotel Tritón

Daños en el Hotel Tritón

Con la ayuda de unas fotos, el testigo le describió al jurado la destrucción en el Chateau Miramar. Estando ahí, explotó otro artefacto en el Hotel Tritón, a solo 3000 metros del Chateau Miramar. “En cinco minutos llegué”, dijo el testigo.

“Cuando llegué al Tritón”, le expresó el Teniente Coronel Hernández Caballero al jurado, “ya había un grupo de expertos en el lugar. Se pudo apreciar consternación y alarma entre los huéspedes y empleados del hotel. También se pudo apreciar donde ocurrió la explosión”. El testigo observó que ocurrieron tres explosiones consecutivas en breve lapso de tiempo.

Mientras testificaba el inspector cubano, el abogado de Posada Carriles, masticaba la pata de sus espejuelos y miraba al jurado detenidamente. Como si estuviera tratando de leerle la mente. Los integrantes del jurado ni cuenta se dieron, porque estaban concentrados en el testimonio de Roberto Hernández Caballero. Reardon le mostró foto tras foto al testigo.

“Ahí se ve una de las vigas de aluminio que fue lanzada violentamente y terminó en la pared del lobby del Tritón”, señaló el testigo. “Esta otra muestra el espaldar del sofá que fue lanzado 15 a 20 metros por la fuerza de la explosión: cayó en el entrepiso del hotel”, añadió. No le preguntaron al testigo, pero la investigación cubana estableció que el Tritón sufrió daños de rotura de cristales en el lobby, vidrieras y puertas, del falso techo, de las lámparas y los muebles. Las pérdidas fueron tasadas en 3,661.00 dólares, más 2,700 pesos. Cruz León colocó la bomba del Tritón entre las macetas que estaban detrás del sofá, cerca de unos niños españoles. Uno de ellos, de solamente 14 años, le alertó al custodio, quien inmediatamente evacuó a los niños y a los demás que estaban en el lobby. No dio tiempo para desactivar el explosivo. Sin embargo, gracias al niñito español no hubo heridos o muertos en el Tritón.

De nada de esto se enteró el jurado, porque no es parte de este caso contra Posada Carriles. En El Paso, solamente lo juzgan por mentiroso, no por asesino. Cuando Hernández Caballero tuvo ante sí una nueva imagen del Tritón, comentó en tono seguro que “esta es una foto momentos antes de que explotó la bomba. Allí estaban unos niños . . . .” Ahí se quejó el abogado de Posada Carriles y logró que la Jueza Cardone no permitiera que el testigo cubano le explicara al jurado todo lo sucedido en el Tritón aquel 4 de septiembre de 1997. Cruz León confesó posteriormente haber escuchado la explosión del Tritón desde el taxi en el cual se montó minutos antes de que estallara la bomba. Eso tampoco lo sabe el jurado de El Paso.

bodeguita1

La cuarta bomba del 4 de septiembre de 1997 estalló en el Restaurante La Bodeguita del Medio, situado en el casco histórico de La Habana Vieja. “Es posiblemente el restaurante más famoso de Cuba”, le dijo el inspector cubano a los integrantes del jurado que lo escuchaban atentamente. “La explosión fue alrededor de las 11:50 de la noche”, dijo Hernández Caballero. “Yo llegué a eso de la 1:00 de la mañana”.

Reardon mostró varias fotos de La Bodeguita. ”Este es el área del restaurante donde estalló el artefacto explosivo”, señalando el Bar Terraza, ubicado en la segunda planta.

Aunque el jurado de El Paso no se enterará, el pueblo cubano sabe que Cruz León confesó haber colocado la bomba detrás de un equipo de refrigeración en la segunda planta del restaurante, en la tarde del 4 de septiembre de 1997, después de haber pedido un asado y unas bebidas. Confesó haber programado el artefacto explosivo para que estallara aproximadamente siete u ocho horas después. Reardon le mostró al inspector cubano otra fotografía del restaurante. “Este es el cráter causado por la explosión”, dijo el testigo. “Una losa cayó sobre unos turistas mexicanos que estaban comiendo abajo y los lesionó”.

El sistema judicial estadounidense no le dio a Hernández Caballero la oportunidad de contar que el turista mexicano, Marco Polo Soriano Villa, sufrió un trauma craneal. Juan José Huerta Lluviano, otro turista mexicano, sufrió una conmoción cerebral leve y una herida epicraneal interparietal de un centímetro. Y que Ramón Soriano Ledesma, Octavio Soriano Ledesma y Nicolás Rodríguez Valdés también resultaron heridos a causa de la explosión. El propósito del testimonio de Roberto Hernández Caballero en El Paso es simplemente establecer que ocurrieron explosiones en La Habana en el año 1997. No más. Establecida la meta, el fiscal Timothy J. Reardon III concluyó el interrogatorio.

SE AGITA POSADA CARRILES

Durante la pausa, se levantó Posada Carriles para preguntarle con nerviosismo a uno de sus abogados, Felipe Millán, cuándo se supone vendrá a testificar “la Bardach” (Ann Louise Bardach, la periodista del New York Times, ante quien alardeó ser el autor intelectual de las explosiones de 1997 en La Habana). También le preguntó a Millán sobre “María Elvira Salazar”, una periodista de la televisión de Miami que también lo entrevistó al respecto. A ella Posada le dijo: “No tengo remordimiento ninguno, y acepto mi responsabilidad histórica. Que me llamen lo que quieran llamarme. La única opción que tenemos los cubanos es combatir a un régimen violento, con la violencia“.

Posada Carriles también se alborotó al escuchar el testimonio de Roberto Hernández Caballero y dijo en un momento en que el testigo describía la destrucción que había dejado una de las bombas: “Está loco”.

EL CONTRAINTERROGATORIO

Arturo Hernández, abogado principal de Luis Posada Carriles, se acercó al podio y comenzó el contrainterrogatorio en tono solemne. Le preguntó al testigo su nombre, lugar de nacimiento (Matanzas) y su profesión. Pero la furia del abogado miamense no tardó en brotar. ”¿Para quién trabaja usted?”, preguntó. “¿No es cierto que usted trabaja para el régimen de Castro?”.

“Trabajo para el gobierno de Cuba. El Ministerio del Interior. La Dirección Criminal de Investigaciones y Operaciones, Departamento de Delitos contra la Seguridad del Estado”, dijo calmadamente el Teniente Coronel Roberto Hernández Caballero. ”¿No es cierto que usted trabaja para la contrainteligencia?”, planteó el abogado de Posada Carriles -como si eso de por sí fuese un delito. “Sí”, dijo el testigo, “trabajo investigando los delitos que atentan contra la Seguridad del Estado cubano, pero soy principalmente un investigador”.

“Durante un juicio en la ciudad de Tampa en 1997, a usted le preguntaron si trabajaba para el DGCI: ¿cierto?”, preguntó el abogado. “Sí. Trabajo para la Dirección de Contrainteligencia”, respondió Hernández Caballero. “Pero no soy un experto de la contrainteligencia. Investigo los hechos después que han ocurrido crímenes”. “Pero ahora usted no nos dijo que trabajaba para la DGCI”, le dijo el abogado de Posada Carriles acusatoriamente al testigo. “Nadie me preguntó”, respondió Hernández Caballero. En ese momento, el abogado defensor sacó de la manga la trampa que le tenía guardada al testigo cubano.

“¿No recuerda usted que en el 2001 usted testificó en Miami en el caso de los Cinco espías cubanos y dijo que nunca había trabajado para el DGI?”. El abogado pensó que el testigo había testificado de forma contradictoria. Aseguró que primero había dicho que era de la contrainteligencia y cuatro años más tarde que no. Roberto Hernández Caballero se sonrió, tomó un poco de agua y lo saboreó antes de responder. ”No trabajo para el DGI. Una cosa no tiene que ver con la otra”, contestó amablemente.

El abogado de Miami obviamente no sabía que una cosa es la DGCI (la contrainteligencia) y la otra es la DGI (la inteligencia). Son diferentes instituciones en Cuba, con diferentes estructuras. Hernández Caballero trabaja para una, pero no para la otra. Hernández Caballero fue el único testigo cubano que testificó en el caso de los Cinco en Miami. René González Sehwerert lo describió como “un caballero en el estrado”. Y así fue también aquí en El Paso.

VILLA MARISTA

El abogado de Posada Carriles entonces sacó el tema de Villa Marista. Pidió interrogar a Hernández Caballero sobre ese centro de investigación. Para que el abogado defensor argumentara sin que lo escuchara el jurado, la Jueza Cardone despidió al jurado y también al testigo por unos 20 minutos. “Voy a establecer que este testigo tiene como misión investigar para que el régimen tiránico de Castro pueda seguir existiendo”, dijo el abogado de Posada Carriles. “El gobierno quiere embaucar al jurado cuando lo trata de presentar como un policía o un investigador”, continuó. “Esta persona falsifica documentos”, afirmó sin pruebas. “El propósito de los servicios de inteligencia de Castro es asesinar o encarcelar a Luis Posada Carriles”, alegó casi gritando. “Esa es la voluntad del tirano”.

La jueza entonces le dio la palabra a Reardon, pero inmediatamente trató de quitársela. Reardon comenzó diciendo que el abogado de Posada Carriles estaba tratando de colar por la puerta trasera lo que no había podido colar por la delantera. La referencia era a una decisión de hace varias semanas en la cual la jueza había prohibido que el abogado defensor convirtiera este caso en una juicio contra Cuba, para desviar la atención de Posada Carriles. La Jueza Cardone no dejó que Reardon terminara su argumento.

“Su Señoría”, insistió un ya muy irritado Reardon. “Usted le ha dado todas las oportunidades posibles al abogado defensor para que haga sus argumentos. ¿Puede extenderme la misma oportunidad a mí? Esta corte ha sido muy liberal con el acusado, pero tiene que establecer límites. La defensa se ha pasado y está ahora confundiendo al jurado”, dijo Reardon.

El abogado de Posada Carriles siempre insiste en la última palabra y aquí la logró nuevamente. “La DGI y la DGCI (parece que el abogado al fin comprendió que son diferentes instituciones) han orquestado asesinatos extraterritoriales en los Estados Unidos y alrededor del mundo”.

Después de escuchar al abogado de Posada Carriles, la Jueza Cardone dijo que aunque este caso no es contra Cuba, ella permitirá que Arturo Hernández indague sobre la parcialidad del testigo contra Posada Carriles”, insinuando que permitirá preguntas y acusaciones contra Cuba. “Esto es simplemente una manera de generar la lástima del jurado hacia el acusado”, dijo Reardon muy irritado.

EL RESPETO

La Jueza convocó nuevamente al jurado en ese momento. “¿Es usted un comunista?”, espetó el abogado de Posada Carriles, como si le estuviera insinuando que es un pervertido sexual. “¿No es cierto que usted falsifica evidencia?¿Sabe usted la posición de Cuba sobre el derivo de los aviones de Hermanos al Rescate? ¿No es cierto que el régimen de Castro apadrina al terrorismo?” Estas y otras preguntas incendiarias les hizo el abogado de Posada Carriles al testigo. “Estas preguntas envenenan al jurado”, le dijo Reardon a la Jueza Cardone. “No”, le contestó la jueza. “Usted puede proceder con sus preguntas, Sr. Hernández”.

El inspector cubano respondió a todas, sin perturbarse. “Sí, soy miembro del Partido Comunista. No, no he falsificado evidencia. No conozco los detalles de la posición oficial de Cuba sobre el derrivo de las aeronaves de Hermanos al Rescate. No, Cuba no apadrina ni apoya al terrorismo”.

Mañana el abogado de Posada Carriles continuará su contrainterrogatorio. Hoy no pudo anotar puntos contra el testimonio del Teniente Coronel Roberto Hernández Caballero. Se encontró con un investigador profesional que le respondió respetuosamente, a pesar de las irrespetuosas preguntas que le lanzó el abogado de Luis Posada Carriles.

*José Pertierra es abogado y tiene su bufete en Washington DC. Representa a Venezuela en el caso de extradición de Luis Posada Carriles.

Natalia Herrera: “Shangó con conocimiento y Yemayá en pullas”

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran. Ahora aquí, en 5ta Avenida y Calle 32, en el barrio de Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña…es la primera vez que viene un familiar mío al programa. Mi madrina de bautizo, una persona a quien yo quiero mucho, me cuestan más trabajo estas entrevistas, porque a la persona que tengo frente a mí la quiero tanto.

Una vedette, una gran artista. Baila, canta, actúa, es un personaje dramático muchas veces también y es el Premio Nacional de Humorismo del año pasado.

Mi querida, mi adorada, Natalia Herrera. Mi vida, me voy a levantar hasta ti y te voy a dar un besito, uno de piquito. Madrina querida, Natalia, te quiero muchísimo. Ya lo dije, que eras Premio Nacional de Humorismo. ¿Qué significó cuando te dieron ese premio? Cuando te llamaron y te dijeron: eres el Premio Nacional de Humorismo.

Natalia. Me eché a llorar de la emoción.

Amaury. ¿Verdad?

Natalia. Y fui caminando para atrás y me senté en el butacón de la sala llorando, porque, óyeme, uno se emociona.

Amaury. ¿En qué pensaste en ese momento?

Natalia. ¡Pensé tantas cosas, Amaury! Me acordé de tantas cosas buenas y malas, que por eso me eché a llorar.

Amaury. ¡Qué bárbaro! Tiene que ser una emoción, porque ya tú no lo estabas esperando,¿o sí?

Natalia. No, nunca lo esperé. Yo nunca he esperado ningún premio.

Amaury. Pero has tenido muchos.

Natalia. He tenido muchos premios, afuera y aquí. No me puedo quejar en ese sentido.

Amaury. A ver, yo quiero que los televidentes sepan, porque lo que yo tengo delante de mí es a una mujer preciosa, una mulata preciosa.

Natalia. ¡Mentiras, no!

Amaury. No, no, no, mentiras no, contigo no. Si somos familia, somos astilla del mismo palo.

Natalia. Tuve buen cuerpo.

Amaury. No, pero tú eres una mujer bonita, con unos ojos que no se puede creer, ¿qué edad tienes?

Natalia. Nada más que 87, Amaury.

Amaury. (risas)Eso no se puede creer. Con esa vitalidad.

Natalia. 1923. Saca cuentas hasta acá.

Amaury. No, pero además, cuando llegó, que aquí hay, en la escenografía, bueno, hay cables y cosas así, y todo el mundo cuidando a Natalia y ella hizo, tram, tram, tram, brincó por arriba de todo…

Natalia. …Soy una anciana atrevida.

Amaury. No, no digas. Yo siempre digo que cuando uno se pone bajo las luces de este espacio, no hay ancianidad ni hay vejez.

Natalia. ¿Tú crees que tengo 15? ¡Muchachos, ataquen!

Amaury. (risas) Está bien, está bien. A ver, yo sé bastante de tu vida, pero voy a tratar de meterme en los lugares que no sé mucho.Yo quiero que me hables de dónde naciste, en qué lugar naciste y cómo era tu entorno familiar.

Natalia. Bueno, mi entorno familiar eran mis hermanitos, mi mamá.

Amaury. ¿Cuántos hermanos?

Natalia. Seis. Murieron dos hermanas.Éramos más. Mi mamá y mi papá y mi abuela que me crió junto con mi mamá y mi tía Natalia, que me llamo Natalia por esa tía.

Amaury.¿Y por qué tu papá se molestó tanto contigo cuando empezaste a querer ser artista?

Natalia. Bueno, allá voy a llegar, tú verás.

Amaury. ¡Ah!, ya, dale.

Natalia. Yo nací en la calle Fábrica frente al parque, que era una casa antigua. Ahora es un edificio con varios apartamentos. De ahí pasé a Cayo Hueso.

Amaury. Barrio insigne.

Natalia. Barrio distinguido. Bailo una rumba muy buena gracias a los rumberos del Parque Trillo. Me le escapaba a mi mamá con 7 años e iba para allá. Y ya nacida allí, nacida no, criada allí la policía me quería y todo el mundo. Los guardias me querían y me decían: ¿Qué tú haces aquí? Vine a bailar rumba. Vamos para tu casa.Me cogían de la mano y me llevaban para mi casa, y eso me molestaba.

Tengo una cosa en particular, nunca me gustó la escuela, Amaury. Mi mamá me obligaba a ir y le decía: A mí no me van a preguntar cuándo Colón descubrió América. Yo tengo que cantar y bailar, que es lo que me gusta. Y ella me decía: usted tiene que ir.

Amaury. Pero sí ibas a la escuela, porque, por supuesto, fuiste a la escuela, tú escribes y lees, muy bien, además.

Natalia. Sí, sí, pero fui a la escuela hasta el sexto grado. Ahí dije: Yo voy a ser artista. La primera vez que trabajé fue a los 8 años en teatro.

Amaury.¿Y ahí fue dónde tu papá no quería…?

Natalia. No, no, más adelante.

Amaury. ¡Ah! Cuando él vio que eso era en serio.

Natalia. En el 37 fui a la Corte Suprema, 14 años tenía. Mi mamá estaba un día cosiendo en la sala de casa, a mano, y llega mi papá y dice: Oye, Chata, me han dicho que hay una niña en la Corte Suprema que se llama igual que nuestra hija, Natalia Herrera. Mi mamá estaba cosiendo, lo miró y le dijo: no se llama igual, es tu hija. Y ahí mismo ardió Troya, ahí mismo. Quería matarme. Si la hija mía sale una cualquiera será gracias a ti, Trinidad Díaz Borrel. Le dijo nombre y apellido y todo. Y ella le dijo: De una escuela de monjas sale una rumbera, por qué mi hija va a ser distinta. A lo mejor tú la crees una cualquiera y sale una gran señora y llega a ser reina o princesa. Así que cálmate, René. Fui a la Corte Suprema.

Cuando se me presentó el primer viaje, René Herrera Dorticós volvió a atravesarse en mi vida.

Amaury. Tú papá, ¡caray!

Natalia. Si. Dijo: si se va en barco, -él era jefe de lista de la aduana-, la tiro al mar y en lo que la buscan, el barco se va, porque no van a esperar a que la saquen y en avión no se puede ir porque… Así era mi papá.

Entonces, a mi casa iba un muchacho que se llamaba Luis Alonso de León y un día estoy hablando con él por la noche, después del cine y estábamos todos jaraneando y yo le digo: Luisito, si yo te hago una proposición, ¿tú la aceptas? Dice: ¿Qué proposición tú me vas a hacer? Digo: que te cases conmigo. Pero no para que seas marido mío, sino para yo poder viajar.

Amaury. ¿Pero qué edad tu tenías cuando eso?

Natalia. No llegaba a los 20 años.

Amaury. Por eso te digo, una muchachita, una niña.

Natalia. Pero se me ocurrió de pronto y me dijo: bueno, vamos a casarnos. ¿Tú sabes en donde yo celebré la boda con una comida a las doce de la noche? En el Pennsylvania, que era el mejor cabaret de Cuba en esa época. Y la gente decía. ¿Dónde está la novia? Y les decían: Está durmiendo en el carro. Yo estaba durmiendo en el carro y todo el mundo divirtiéndose.

Amaury. Claro, porque hay una cosa, tú no bebes. Tú nunca has consumido alcohol.

Natalia. Nunca, nunca me ha gustado.

Amaury. Nunca te gustó y sin embargo, has trabajado toda tu vida, muchísimo, en centros nocturnos, en cabarets.

Natalia. Pero yo no tomé nunca. A mí no me gusta.

Amaury. ¿Nunca en la vida, Natalia, nunca te gustó?

Natalia. Lo único que me pone de mal humor es que me brinden bebida. Porque, digo: No me agrada. Ay, pero un buchito que debes tomar…

Amaury. Porque la gente piensa que todos los artistas son borrachos y que beben y que gozan. Bueno, aquí tenemos una maravillosa…

Natalia. …Ni fumo, ni bebo, ni nunca he cogido una droga.

Amaury. …Ni tomas café, porque hoy te brindamos un café maravilloso, te lo pusimos y tú…

Natalia. No, lo tomo por las mañanas cuando me levanto, pero no lo puedo tomar en el día, porque por la noche no duermo.

Amaury. Sí, pero ese café es buenísimo, no te vayas a pensar que ese café…

Natalia. ¿Tú tienes ganas de que yo me desvele?

Amaury. No, bueno.

Natalia. Yo te complazco, dentro de un rato lo tomo.

Amaury. Ah, bueno, pero ahí está y está caliente y está bueno. Mira, este es el momento ¿tú ves que tú me complaces en todo? Madrina querida.

Natalia. Está muy bueno el café y está muy bueno el número que me sacó. Me las vas a pagar en la madrugada cuando no duerma.

Amaury. ¿Te acuerdas?, ¡claro! ¿Te acuerdas de la canción? si yo te hice una canción, después la canté con Isaac. “Venga madrina, tráigame la calma /Que Yemayá me arrulle y me proteja.” (cantando) ¿Te acuerdas que yo te hice esa canción?

Natalia. Sí, claro, qué linda canción.

Amaury. Bueno, a ver, vamos a hablar de una cosa que a mí me llama siempre la atención. Tú eres de las personas que trabajaba en el Teatro Martí. ¿En qué año empezaste a trabajar en el Teatro Martí?

Natalia. ¡Ay Amaury! tú no me lo vas a creer. Yo me acuerdo de todos los países que he visitado, todos los lugares donde he trabajado y no me acuerdo del año. De verdad.

Amaury. Más o menos. Si en el 37 estabas en la Corte Suprema…

Natalia. 40, 40 y pico…

Amaury. 40 y tantos. ¿Quiénes eran tus compañeros, con quiénes compartías escenario en el Martí?

Natalia. Alicia Rico.

Amaury. ¡Ah, qué maravilla!

Natalia. Candita Quintana, Chino Wong, el viejo Bringuier.Les agradezco mucho a todos.

Amaury. ¿Fue una época que recuerdas con mucho cariño?

Natalia. Con cariño y quiero mucho a mis compañeros muertos y a mis compañeros vivos.

Amaury. Y en la época esa del Teatro Martí, hiciste la versión de La Dama de las Camelias, ¿en qué época fue eso?

Natalia. Con Carlos Pous.

Amaury. ¡Con Carlos Pous!

Natalia. Eso fue más para acá

Amaury. Sí, pero bueno, ¿sería en los 50´s, por ahí?

Natalia. En los 50.

Amaury. ¿Qué tal, cómo era esa obra?, ¿Era una versión sobre La Dama de las Camelias?

Natalia. Sí, y yo salía vestida de antiguo con escarpines y tacones. Comiquísima la versión.

Amaury. ¿A dónde fuiste por primera vez de gira?

Natalia. Bueno, me fui a un lugar muy desagradable, la segunda vez, porque salí con la compañía del hermano de Piñero.

Amaury. De Garrido y Piñero.

Natalia. Y fuimos, primero, a Puerto Rico, que es un país precioso, precioso.

Amaury. Ese te encantó. Es como nosotros.

Natalia. Siempre se ve el mar. No, Puerto Rico es la verdadera isla. Tú vas por la carretera, y lo mismo ves el mar a la derecha que a la izquierda. Las playas, los cocoteros, lindo.

Amaury. La isla del encanto, le llaman ahora.

Natalia. Y de ahí salimos para Venezuela, carretera de La Guaira, para llegar a Venezuela, exponiendo la vida.Cuando llegamos ¡Ay, Ave María, yo no miro para ningún lugar!

Amaury. ¿Y eso lo hiciste en barco o en avión?

Natalia. Lo hice en avión, pero al llegar allá había que ir para Caracas, para el centro, por la carretera de La Guaira.

Amaury. Y peligrosa que era en esa época, porque no estaba la autopista que hay hoy.

Natalia. Muy peligrosa.Pero no conozco la autopista de hoy, desgraciadamente.

Amaury. Bueno, pero la conocerás, porque a Venezuela estamos yendo todos.

Natalia. Ojalá tu boca sea santa. El último viaje que di, lo di con Virulo a Angola, al sur de Angola, con 66 años.

Amaury. A llevar tu alegría seguramente.

Natalia. Llegué aquí, y el ICRT sacó una brigada que Mirta Rojas era la jefa, y me hablaron y dije: vuelvo para el sur de Angola, y me fui dos meses. Y después fui a Etiopía. Esos son los últimos viajes que he dado.

Amaury. Ahora, yo sé que hay temas de los que a ti no te gusta mucho hablar y un tema de esos es la religión. Yo sé que es una cosa de la que no te gusta hablar, pero, y no me voy a referir a ti. Tú eres una persona creyente, eso lo sabe aquí todo el mundo, eso no es un secreto que estamos revelando, pero yo puedo dar fe de que nunca has lucrado con eso. Eso nunca ha sido para ti un negocio, jamás. Yo lo sé.

Natalia. Yo, jaraneando digo: tú llegas a casa y te digo: te voy a echar las cartas, pero es en jarana es que lo hago.Y dicen que sale todo lo que yo digo.

Amaury. Bueno, porque tú serás bruja. (risas)

Natalia. Bueno, a lo mejor lo soy de nacimiento y no me he dado cuenta.

Amaury. A mí siempre me sale bien cuando me lo haces a mí. Siempre sale bien.

Natalia. Yo tengo un compañero que me dice: Chica, cuando yo voy a trabajar, yo te tengo tanta fe, que digo, Natalia Herrera, sal conmigo. Digo: coño, viejo ¿y por qué tú no me llevas en los viajes, en el avión? porque ya, más directo.

Amaury. ¿Sí?, porque va gente que te dice ¿Qué, cómo me va a ir?

Natalia. Es mejor, llévame directo. ¿Aquí no vino una brasileña con la madrina bruja? Ah, bueno, ¡que carguen conmigo!

Amaury. (risas)¿Te acuerdas de ella?, Maria Bethania , cómo no. Sí, que venía con la madrina, y que no quería que nadie la viera mientras iba del camerino al escenario.

Natalia. No, no, del camerino al escenario, todo el mundo tranquilo. Más tranquilo que estate quieto.

Amaury. ¿Tú te acuerdas, Natalia? Si la madrina decía que no podía cantar, no cantaba y viraba.

Natalia. Sí, señor

Amaury. Yo me acuerdo del viejo mío halándose los pelos y diciendo ¡Ay, Dios mío!

Natalia. Yo tengo una compañera que quiero mucho y se ocupa mucho de mí, no voy a decir el nombre.

Amaury. Está bien.

Natalia. Que tiene su padrino y ella se levanta por la mañana y va a saludar al padrino y el padrino le dice: ¿Qué tú haces aquí? Las estrellas salen por la noche. Vete para tu casa y la bota de la casa.

Amaury. A ver, tú eres una persona muy simpática, como ya el público se fue dando cuenta. Además de que te ha visto. Ahora, el asunto es el siguiente: Tú nunca has sido vulgar, siempre has sido muy popular. Popular con tu manera de conducirte en la vida particular y en la vida artística, más, por supuesto. ¿Qué tú crees de ese humor que se está haciendo últimamente, donde la gente apela todo el tiempo a la vulgaridad y al chiste de mal gusto?

Natalia. Lo veo muy mal. Porque yo nací en una época que en el arte no se usaba nada de eso. Ni reírse de los compañeros, ni decir palabras feas. Uno hace reír sin ser vulgar. Veo muy mal los grupos nuevos que salen. ¡Ay, que no se pongan bravos conmigo!

Amaury. No, no, y además, no son todos, son algunos.

Natalia. Pero los hombres se visten de mujer y no ponen mujeres a trabajar ¿Por qué? Es más difícil vestirse de mujer el hombre, que poner a una mujer a trabajar con ellos.

Amaury. Pero no hay muchas tampoco, humoristas, ahora, en un momento sí las hubo, pero ahora no hay tantas.

Natalia. No, no, sí hay.

Amaury. Sí hay, ¿pero no las buscan?

Natalia. Sí hay, pero ellos no se entretienen en buscarlas. Más fácil es decir: Fulano, tal cosa, Mengano, más cual. Y ahora hay artistas que hacen los chistes atenidos a los compañeros. ¡Ay, Amaury, si a mí me hicieran eso, Amaury! ¿Tú sabes por qué yo tengo la mente ligera?, porque yo fui mulata de Garrido y Piñero. Y la primera vez que fui, me quedé toda la noche en el backing, esperando el pie mío.Cuando terminó, Garrido que era más seco de carácter, pasó por al lado mío y me miró así de arriba abajo y dice: ¿Y usted por qué no salió? Digo: Yo estaba esperando a que me dieran el pie. Se va a quedar toda la vida sentada en el backing. Los ojos se me aguaron. El gallego venía atrás, me abrazó y me dijo: No le hagas caso a este, este es un amargado. Léete el libreto, ten idea de lo que es el libreto y sal y di lo que tú quieras, menos palabras feas, que nosotros te contestamos.Cuando nosotros te contestemos, di lo que tú quieras, que te vamos…

Amaury. ¡Qué bárbaro!

Natalia. Oye, je, je, por eso ahora cualquier atrevido se manda conmigo y yo me trepo enseguida.

Amaury. A ver, yo quiero que tú me hables de un programa de radio que tú hiciste durante bastantes años, Rincón Criollo, y fuiste muy feliz allí.

Natalia. Yo era de la Corte Suprema del Arte. Me llama un día Miguel Gabriel para invitarme a su finca. Yo me llevaba muy bien con todos los artistas, pero quería mucho a Estelita Rodríguez, porque le tenía lástima.Estelita Rodríguez era una estrella naciente, que el papá estaba enfermo y sufría mucho. Entonces ella me dijo: ¿Te invitaron?, no vayas. Le dije: ¿Por qué? Otro día te lo digo. No aceptes la invitación. Le dije: En mi casa no me dejan salir sola, así que no me esperen en su finca, di la espalda y me fui. Y me sacaron de la Corte Suprema al mes por eso. Y entró Emilio Medrano, director de ese programa que mencionaste.

Amaury. De Rincón Criollo.

Natalia. Y me miró y me dijo: Ven acá, cascabelito. Él me decía Cascabel porque siempre me vía risueña. ¿Por qué tú estás llorando? Dígole: Porque me botaron de aquí de la Corte Suprema y yo quiero ser artista.

¿Tú has hecho alguna vez comedia? Digo: Sí, en teatro. No, yo digo leyendo. Digo: No, no, nunca, pero si usted me lo da y me enseña, yo lo hago. Quédate aquí sentada que voy a hacer el programa Rincón Criollo.Cuando termine el programa, voy a enseñarte a leer. Efectivamente, a la semana ya yo leía correctamente porque era lo que me gustaba, el teatro era mi delirio.

Era un pitén divino de trabajadores y se ganó premios durante 20 y pico de años.

Amaury. ¿Y tú estuviste todo ese tiempo ahí?

Natalia. Todo ese tiempo ahí.

Amaury. ¿Y por qué se acabó el Rincón Criollo?

Natalia. Nos dieron aceite de aeroplano y todo a tomar, sí.

Amaury. ¿Aceite de aeroplano?

Natalia. Sí, sí, porque criticaban al gobierno.

Amaury. ¡Ah!

Natalia. Ese era el programa.

Amaury. A ver, hablamos de las giras, pero yo sé.

Natalia. Ah, perdón un momento, que se me olvidaba.

Amaury. Claro, claro.

Natalia. Cuando me quitaron de estrella naciente, Miguel Gabriel era el jefe máximo de CMQ de Monte y Prado, y dijo que yo no podía entrar más nunca. Cuando fui a entrar para hacer el programa Rincón Criollo, no me dejaban entrar. Me quedé parada en la puerta, llegó Medrano y le dije: No me dejan entrar porque Miguel Gabriel dijo. Vamos hasta Regalías el Cuño, que fue quien me contrató. Y fuimos al doblar que quedaba Regalías. Bebo Tensa no dejan entrar a Natalia Herrera. ¡Ay, pa’ qué dijeron eso! Bebo Tensa llamó por teléfono.

Amaury. Y se murió Miguel Gabriel.

Natalia. Y le dijo a Miguel Gabriel: Si usted no tiene ganas de perder su CMQ de Monte y Prado, deje entrar a Natalia Herrera. ¡Oye! fue un cheque.

Amaury. ¿Y qué tenía él, porque no fuiste a la finca?

Natalia. Porque no fui a la finca.

Amaury. En la finca lo que había realmente…

Natalia. Y después me enteré cómo era la finca.

Amaury. A ver, cuéntame, más o menos, cómo era la finca.

Natalia. No, no podemos, porque es un chisme largo de contar.

Amaury. Está bien, está bien. Pero en la finca había su…

Natalia. Pero para que tú sepas, más o menos,se entraba señorita Natalia y se salía señora Natalia.

Amaury. Está bien. ¡Qué linda finca!

Natalia. Muy elegante.

Amaury. (risas) Muy elegante, muy fina.

A ver hablamos de las giras ahorita, pero tú eres de las pocas mujeres cubanas, de las pocas actrices cubanas, de las pocas bailarinas cubanas, de las pocas vedettes cubanas, que hicieron temporada en Las Vegas, Nevada.

Natalia. En el Hotel Flamingo.

Amaury. ¡En el Flamingo! Ese es uno de los hoteles emblemáticos.

Natalia. En el Flamingo. No, pero cuando llegué a Las Vegas, fue algo maravilloso. Yo fui con una compañía y la muchacha que iba, yo le caía mal, una cubana y dijo que yo era mulata y me mandaron para el barrio de los niches. Y cuando llegué al barrio de los negros, hubo reunión en la calle y todo, porque no me querían porque yo era blanca.

Amaury. Claro, ellos no conocían lo que era una mulata. ¿Pero qué pasaba? todo el mundo sabe que la mulata es la mitad.

Natalia. No, pero no, las mulatas allí no tienen el color claro así, como nosotras las cubanas, son más prietecitas, y tuvieron que aceptarme en la parte de los blancos.

Amaury. ¡Qué cosa, qué barbaridad!

Natalia. Entonces, ella me puso a cantar en el programa, porque tenía que ir Celia Cruz,pero Celia era comunista y no la aceptaron. No la dejaron entrar allá.

Amaury. ¡Mira tú!

Natalia. Y entonces me llevaron a mí. La muchacha que yo te digo, no me acuerdo el apellido, se llama Olga, muy bonita mulata. Y ella sí estaba en la parte de los blancos y era mulata negra, para estar junto con los negros, en el otro lado. Y entonces me puso a cantar…

Amaury. Sí, en aquella época, porque ahora debían entrar todos juntos.

Natalia. ¡Me puso a cantar con la orquesta sin luz!

Amaury. ¿Cómo con la orquesta sin luz? ¿No te veías?

Natalia. No, no, no puso luz ni nada. Pero llegó un empresario por la noche y dijo: ¿Quién es la cantante? Le dijeron: Mírela ahí, parada delante de la orquesta.

Amaury. ¡Qué cosa!

Natalia. Y me contrató. Yo firmé mi contrato para quedarme en el Flamingo cantando. Y cuando todos se fueron a ir para Cuba, me dijeron: tu pasaporte, que te vas para Cuba. Digo: no, yo lo doy más tarde. Y al otro día por la mañana me dijeron: Oye, el pasaporte. Y estaba adelante el que me había contratado y dice: No, se van todos ustedes, ella se queda con luz y para la pista.

Amaury. ¿Y el Flamingo era en aquella época, en Las Vegas, era de los más importantes?

Natalia. De los primeros.

Amaury. Que lo creó un mafioso, el famoso Bugsy Seagel fue el que creó el Flamingo.

Natalia. Iban todos los artistas de Hollywood allá y todo.

Amaury. Sí, claro. Además, en ese momento era el único hotel que había en Las Vegas, y también estuviste en Nueva York. Y lo de Nueva York me va a llevar a cuando llegaste a La Habana otra vez, con aquellas maletas llenas de pieles ¿Qué hiciste con aquellas pieles?

Natalia. Bueno, mira yo salí de Cuba con un contrato por un año, y me demoré cuatro años para venir. Yo le había dicho a mi mamá, cuando chiquita: yo voy a tener abrigos de pieles de todas las pieles y los voy a tirar por el piso y tú vas a pisotearlos todos y te acostarás en todos. Mi mamá era más bajita que yo y pesaba 280 libras, era gordita.

Amaury. Sí, gordita, gordita.

Natalia. Y llegué y vio los baúles y dijo: ¿Y estos baúles? Dije: Pásenlos a la sala. Seguía viviendo en Concordia 620, que ahí vive todavía una cuñada mía con los hijos. Abrí los baúles, tiré todos los abrigos y los pisoteó, se acostó, rodaba de un lado para otro arriba de los abrigos, contenta, alegre.

Amaury. Se hizo realidad aquel sueño: Yo voy a traer un día abrigos y los voy a tirar en el piso para que tú camines por arriba de ellos.

Natalia. Se puso contenta y decía: ¡Ay, me parece mentira! Después regalé todos los abrigos.

Amaury. A ver, tú eres una de las fundadoras de la televisión. ¿Entraste en la televisión el primer día haciendo qué?

Natalia. ¿En la televisión?, cantando. Yo era cantante en los programas de Regalías, Partagás, en todos cantaba.

Amaury. Sí, en aquellos programas que eran miércoles y jueves, ¿no? Regalías creo que era el miércoles.

Natalia. Y pagaban muy bien, mi amigo.

Amaury. ¿Sí?

Natalia. Pagaban bien, bien.

Amaury. Pero no te daban un salario, pagaban por programa.

Natalia. Pagaban por programa.No era contratada ninguna cantante.

Amaury. ¿Quién dirigía?, era Condal (Joaquín M. Condal), creo, el que dirigía Regalías.

Natalia. Condal, dirigía Regalías.

Amaury. Y Amaury Pérez García, dirigía Jueves de Partagás.

Natalia. Tú padre, que yo lo quería, ¡qué buena gente!

Amaury. Sí, yo lo sé. Yo sé que tú lo querías muchísimo y él también a ti.

Natalia. Me llevaba muy bien con él.

Amaury. A ver, yo te voy a decir dos nombres y tú me dices qué significan esos dos nombres. Son dos personas que han tenido que ver con tu carrera. Julio Gallo, primero y Virulo, después.

Natalia. Bueno, Julio Gallo, fue el que le dijo a mi mamá que yo era una mulata del teatro.

Amaury. Teatro bufo, vernáculo.

Natalia. Y le dijo: ella es el vernáculo, una mulata y efectivamente, lo era. Trabajé después en eso.

Y Virulo, tú sabes que Virulo es muy recto. Cuando trabajé con él me dijo: Natalia, dígame todas las morcillas que usted va a decir. Le dije: ¡Ay, Virulo! Imposible, porque eso es que uno se emociona en el momento y lo larga. Y me dice no, no, no me largue nada. Dígame. Y se me ocurrió decir: Shangó con conocimiento y Yemayá en pullas. Y se lo dije y me dijo: Dígalo, está simpático.

Amaury. Y esas dos frases ya están en el lenguaje popular.

Natalia. Pero el problema es que muchos no recuerdan que la que lo dijo por primera vez, fui yo.

Amaury. Ah, bueno, pues mira estos programas sirven para eso también. Shangó con conocimiento, mira que yo lo he oído veces.

Natalia. Sí señor.

Amaury. No, pero yo no sabía que era tuyo.

Natalia. No, pero tú programa me gusta mucho, porque yo me he enterado de muchas cosas con tu programa.

Amaury. ¿Sí? Algunas son ciertas y algunas no.

Natalia. Y cosas buenas. Y quién ha mentido, y quién no ha mentido. Sí, sí.

Amaury. (risas) No, pero en televisión todo se convierte en verdad.

Natalia. Sí.

Amaury. A ver, voy otra vez al teatro bufo. En el teatro bufo, mucha gente que estaba; los escritores, los actores que estaban en contra de las cosas que pasaban en la seudorepública, utilizaban el teatro bufo para hacer sus críticas. Pero era un tipo de crítica que intentaba cambiar el orden establecido. ¿Cómo lo hacían? ¿Cómo se ponían de acuerdo para criticar al gobierno que estaba de turno?

Natalia. No, chico, porque se ponían de acuerdo porque se enteraban de cosas malas que hacía el gobierno, en el momento sacábamos eso. Pero hay una cosa muy buena con el teatro bufo. Se salían del libreto. Hacían todas las morcillas que querían y después volvían a entrar en donde se salieron, que ahora no se hace eso.

Amaury. No, ahora muchas veces la gente arranca, improvisa, se van, y se van y al libreto no se vuelve más.

Natalia. Y se quedaron idos.

Amaury. (risas) Y se quedaron idos. Yo estaba mirando tus manos cuando llegaste y estaba recordando, preciosas, además.

Natalia. Gracias, mi amor.

Amaury. Las uñas preciosas, cuidaditas

Natalia. Yo misma me las arreglo.

Amaury. Ahí está ¿por qué no tienes una manicure que te arregle las manos como hacen todas las artistas?

Natalia. No, porque tengo entendido que en lo personal… mira, yo antes me pelaba así, yo misma, pero ahora estoy vieja y el brazo levantado mucho rato molesta. Y yo vivo acorde a mis años, sé que soy una mujer mayor y que no debo hacer ciertas cosas. Y entonces, sí, sí, yo misma me amoldo el pelo, me arreglo las uñas de los pies, me arreglo las uñas de las manos. Las cejas ya no me las saco porque con la vejez, ya ellas solas se quedaron finas, se sacaron, (risas) no te rías.

Amaury. Ahora hay mucha gente que se las tatúan, yo veo muchachas jóvenes.

Natalia. No, pero empiezan negras y terminan azul oscura (risas). No, no, no, esa locura no va conmigo.

Amaury. Y que tú piensas de los hombres que ahora también se están sacando las cejas.

Natalia. Amaury.

Amaury. ¿No te gusta?

Natalia. No me gusta. Me gusta el hombre, hombre. No de dar trompadas.

Amaury. No, no. No te gustan los boxeadores.

Natalia. De dar caricias, caricias. ¡ay… Amaury, hablando de todo un poco, tú eres tremendo mango!

Amaury. Yo también estoy viejo, de alguna manera.

Natalia. No, no, no, no estás viejo.

Amaury. Lo que pasa que, para tus ojos, nunca. A ver, ven acá. Tú tuviste, tú me dijiste que te casaste aquella vez. ¿Pero no te casaste más nunca?, aquella vez de mentira.

Natalia. No me casé más nunca.

Amaury. Pero tú tuviste amores.

Natalia. ¿Tú no has notado una cosa?

Amaury. A ver.

Natalia. Yo defiendo mucho mi pueblo, y siempre donde quiera que me paro digo que no me voy por mi pueblo. Y es verdad. De mí no se habla mal nunca.

Amaury. Nadie, yo no conozco a nadie.

Natalia. No he dado motivo para ello, ningún motivo. Porque me casé, me divorcié y no miré a más ningún hombre. Y me enamoraban porque me divorcié con buen cuerpo. Y les decía…

Amaury. Todavía tú tienes buen cuerpo. Aquí te han estado, cuando le pasaron el micrófono ese por todo el cuerpo. No puedo decir las cosas que tú dijiste… las piernas de Natalia son impresionantes todavía.

Natalia. Y las rodillas.

Amaury. Las rodillas son perfectas, vaya, eso es increíble con la edad que tú tienes. Si tú ves las rodillas mías, menos mal que no las enseño.

Natalia. Yo soy un animal, yo soy un animal de tierra extraña, hijo, yo siempre lo digo. La Mistinguette estaba en Nueva York; casa propia, máquina, vestido, todo regalado, por las piernas que tenía. Yo estoy aquí en Cuba y enseño las piernas y no me han regalado ni un pirulí.

Amaury. Tus piernas valen un poquito más que un pirulí. Háblame de Chiqui, háblame de tu hijo.

Natalia. ¡Ay, Chiqui!

Amaury. Háblame de él, porque yo sé que ustedes tienen una relación hermosa, fantástica, maravillosa.

Natalia. Sí, yo le dije que yo voy a vivir hasta los 120 años.

Amaury. ¿Ah, estás en el club ese?

Natalia. Dice: Mamá ¿Por qué? Digo: chico, porque yo nunca te he fastidiado y con 120 años me tienes que bañar, asearme varias veces en el día, limpiarme los dientes. Ya tendré planchas, me las tendrás que quitar, lavarlas bien. Tengo que fastidiarte, Chiqui, porque yo no te he fastidiado. Y empieza a reírse.

Amaury. Y sigues todavía con él en la bicicleta. ¿Te acuerdas cuando tú andabas en la bicicleta en la parte de atrás?

Natalia. Sí señor.

Amaury. En la parrilla.

Amaury. Y él, llevándote para…

Natalia. Me gustaba más la bicicleta ¿tú no sabes?

Amaury. ¿Sí?

Natalia. Porque iba mirando todos los chismes. Y en la máquina no, pasa muy rápido, no te das cuenta de las cosas.

Amaury. ¡Qué cosa tan grande!

Natalia. ¡Ah!, pero te tengo una noticia, que la voy a decir aquí.

Amaury. A ver.

Natalia. Tengo una nieta.

Amaury. Mentira que ya tienes una nieta.

Natalia. De mes y medio.

Amaury. ¡Ah!, entonces es una bebita.

Natalia. Se llama Natalia.

Amaury. Bueno, cómo se iba a llamar.

Natalia. Chiqui quiso ponerle Natalia.

Amaury. Claro, sería como la Natalia tercera, ¿no?, porque está tu abuela.

Natalia. Mi tía.

Amaury. Tu tía, tu tía.Por la que te pusieron el nombre.

Natalia. Pero mira, yo lo digo siempre donde quiera que me paro: las Natalias todas tienen suerte y viajan. Fíjate que no hay muchas Natalias.

Amaury. No.

Natalia. Hollywood tenía Natalia, las que daban en las películas.Hay bailarinas clásicas de afuera, de Rusia, que se llaman Natalia.

Amaury. Cómo no, claro que sí.

Natalia. Todas. Ponte a observar que todas las Natalias son de nombre y viajan. Y él dice que su hija se tenía que llamar Natalia para tener la suerte de la madre de él.

Amaury. No, y además, Natalia debe venir, yo me imagino, yo no sé, debe venir de natal, de natalidad.

Natalia. Bueno, yo te voy a decir la verdad. Mi mamá decía que si era varón se llamaba Natalio. Yo siempre bendigo que nací hembra, porque Natalio está puñetero, el nombre.

Amaury. Bueno, sí, en realidad la combinación sería rara.

Natalia. Y cuando fui a Las Vegas, en el hotel, había un chinito que se llamaba Natalio.Se paró alante de mí y me dijo: Natalia, Natalio (imitando el chino). Lo miré y le dije: puñetero el nombre, me alegro de tener un Natalio aquí, siempre me atendía porque me llamaba Natalia.

Amaury. ¿Todavía te gustaría tener?… Tú vives con tu hijo, tú no vives sola, para que la gente no vaya a pensar que andas sola ahí en la casa. ¿Cuándo fue que decidiste que no necesitabas compañía? Compañía masculina, quiero decir, un hombre en tu casa, que te representara.

Natalia. Cuando mi marido me pegó los tarros y me divorcié. Sí.

A mí me pegaron los tarros y me divorcié. Fíjate que lloraba y mi abogado me dijo: No te divorcies, si todos los hombres traicionan. Le dije: las mujeres no tienen la dignidad que tengo yo. Si salió a buscar una a la calle, es que ya no le intereso. Me puse en 180 libras para que ningún hombre me mirara y, en un mes, bajé 50. Cogí mi peso, 130 libras, en un mes, y me dejó, Amaury, te lo juro por Trinidad Díaz, que no miré a más ningún hombre.Porque me dolió tanto lo que me hizo, que me dejó sin deseos de tener marido.

Amaury. Bueno, estamos nosotros, tus ahijados.

Natalia. Sí señor, que me quieren.

Amaury. Tú hijo que te quiere, que te queremos y que te cuidamos y que te amamos.

Natalia. Hay dos actores que yo quiero mucho porque se ocupan mucho de mí, Jorge Losada.

Amaury. Jorge Losada, querido.

Natalia. Y Doimeadiós.

Amaury. Ese es otro príncipe.

Natalia. Se ocupan de mí, que me llaman por teléfono, me atienden. De las mujeres: Olga Lidia, se ocupa de mí, Pilar Dioro, que me quiere Pilar.

Amaury. Pero quién no te quiere a ti, muchacha, hazme el favor.

Natalia. Sí, yo quiero mucho a mis compañeros.

Amaury. Tú lo habías dicho. Ahora, hay una cosa, ya llegando como al… una cosa, antes de terminar el programa. ¿Por qué cada vez que yo te quiero llamar por teléfono, una vez a la semana, tú cambiaste el teléfono?, ¿por qué?, ¿es una especie de vicio?

Natalia. En estos momentos estoy calumniada. Yo no lo cambié. La guía la mandaron a hacer a otro lugar y todos los teléfonos privados los pusieron en la guía. Estuve desde mayo a julio sin teléfono, y fui y dije: Yo pago mi teléfono, ¿por qué yo no tengo teléfono? Dicen: Natalia, tenía que venir para decirle el número nuevo. Pasó esto con la guía. Su número nuevo es este otro.

Amaury. Sí, eso está bien.

Natalia. Me lo cambiaron.

Amaury. Ese cuento me encanta, pero tú te cambias el teléfono constantemente.

Natalia. No, yo lo cambiaba antes, porque a mí no me gusta que me hagan jaranas por teléfono. Porque yo a nadie lo molesto por teléfono. Para jaranear no. Tú estás sentado en mi casa hablando conmigo, y el teléfono se demora para sonar, porque se lo doy a personas conscientes, no para jaranear.

Amaury. A ver, antes de terminar yo quiero preguntarte; ¿Por qué en todos esos viajes maravillosos que hiciste: Nueva York, Las Vegas, Puerto Rico, Venezuela, por qué no te quedaste a hacer una carrera luminosa que tú podías haber tenido allí? ¿Por qué volviste? ¿Por qué volviste siempre?

Natalia. Primero porque estaba mi mamá viva, y segunda, por mi pueblo, porque Amaury, hay que ver como quiere el pueblo a los artistas.Tú sales a la calle, tú tienes que verlo contigo; te quieren dar besitos, te dicen: ¿Cuándo va a trabajar?, ¡Ay, muy bueno su programa! Son tan halagadores con los artistas, que yo…, Amaury, a mí me da pena el que se va de Cuba para siempre, porque afuera tienen tragedia. Fíjate que este es el único país que no está en guerra. Te pones a mirar el periódico y te deprimes. Porque todo es, tal cosa, más cual, menos tal. En tal país, esto, lo otro. Y ahora la Madre Naturaleza está de hacha y machete, con las cosas que está haciendo. Y Cuba no tiene ningún problema. Y yo quiero a mi pueblo como mi pueblo me quiere a mí, Amaury.

Amaury. Nos vimos un día, me acuerdo que nos encontramos una vez en el Rincón, en San Lázaro, y la cantidad de cosas que te decía la gente, cosas hermosas, como te abrazaban, como te besaban.

Natalia. Sí. Cuando voy al Rincón todo el mundo me abraza, me besa, todo el mundo. Y ahora en la actualidad que dicen: No permita que nadie la bese, vienen y me besan, yo no le puedo decir: no me besen ¿qué cosa es eso?

Amaury. Cómo tú le vas a decir que no te besen.

Natalia. Yo dejo que me besen y que me abracen y todo.

Amaury. Bueno, nos vimos en esta Navidad pasada en el Rincón y nos vamos a ver en la Navidad que viene en el Rincón. Te quiero mucho, mamá, te quiero, mucho, mucho, mucho, mucho.

Natalia. ¿Ya terminamos?

Amaury. Ya se acabó, los programas se acaban. Tú quieres seguir en la guaracha esta.

Natalia. Yo quería seguir en el chisme. ¡Ay, qué lástima!

Amaury. Te quiero mucho, mamá. Mi niñita querida, mi madrina amada. Gracias, muchas gracias por haber venido.

Natalia. Gracias a ti, que te acordaste de mí.

Amaury. Como no voy a acordarme de ti, a ti te tenemos presente todos los días.

Natalia Herrera llega a "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera llega a "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Natalia Herrera y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran" Foto: Peti

Peti, Natalia Herrera, Rafael Solís -quien se recupera en Santiago de Cuba tras un accidente en Haití- y Amaury Pérez "Con 2 que se quieran"