sábado, 26 de noviembre de 2011

El exprimer ministro de Mubarak vuelve al poder y el pueblo a la plaza Tahrir

ras el anuncio, decenas de miles de personas colmaron Tahrir, escenario de una represión que, según el Ministerio del Interior, dejó un saldo de 41 muertos y 2 mil heridos.

El economista Kamal el-Ganzouri fue designado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto para liderar el nuevo gobierno de transición. Fue viceprimer ministro y ministro de Planificación desde 1991, cuando impulsó la política de liberalización económica, y luego primer ministro entre 1996 y 1999, una gestión que se centró en fortalecer los lazos entre Egipto, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Ganzouri, quien es recordado por el controvertido proyecto Toshka, que comenzó en 1997 en el sur de Egipto con el propósito de crear una nueva comunidad agrícola y expandir las tierras cultivables un 10 por ciento, culpa al régimen de Mubarak de haber obstaculizado el programa y de que la mayor parte de la tierra fuera vendida luego a inversores árabes y a una única compañía nacional. Si bien sigue siendo popular entre algunos sectores de la población, su designación provocó un masivo rechazo de los opositores reunidos en la plaza Tahir.

Durante una conferencia de prensa brindada en El Cairo, Ganzouri, afirmó que el jefe del gobierno militar, mariscal Hussein Tantawi, no tiene intención de continuar en el poder, y agregó que de lo contrario no habría aceptado el cargo de premier. También indicó que ningún gobierno será anunciado antes de las elecciones legislativas que comenzarán el próximo lunes y celebró su “experiencia en el ámbito del poder”.

Tras el anuncio de su nombramiento, decenas de miles de personas colmaron Tahrir, escenario de una represión de los últimos días que, según el Ministerio del Interior, dejó un saldo de 2 mil heridos y al menos 41 muertos, 36 de los cuales fallecieron en El Cairo. “No sólo fue primer ministro de Mubarak, sino también parte del viejo régimen durante 18 años. ¿Para qué hicimos una revolución entonces?, dijo enfurecido el joven Mohammed el-Fayoumi, de 29 años, uno de los manifestantes que volvieron a la plaza.

Más temprano, y en medio de crecientes presiones sobre el Consejo Supremo, Estados Unidos endureció su postura ante la Junta militar y llamó a los generales a traspasar rápidamente el poder a una administración civil. “El traspaso pleno de poder a un gobierno civil se tiene que realizar de manera justa e inclusiva, que responda a las legítimas aspiraciones del pueblo, tan pronto como sea posible”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

La protesta de hoy fue bautizada como “La Última Oportunidad de la Protesta del Millón de Personas”, y llega un día después de que la Junta pidiera perdón por las muertes durante la represión de las manifestaciones iniciadas el viernes, y reafirmara que no piensa renunciar sin completar su misión de liderar la transición.

Aseguran que seguirán en la Plaza Tahrir hasta que la Junta renuncie, en una muestra de determinación que recuerda la de las marchas que terminaron con el derribo de Mubarak.

(Con información de Página 12)

Venezolanos recibieron con júbilo primer lote de oro de sus reservas

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El primer lote de oro de las reservas que mantenía Venezuela en bancos europeos fue recibido hoy en medio del júbilo los venezolanos.

El Presidente Hugo Chávez había anunciado temprano la llegada del oro, y pasadas las 4 de la tarde el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, confirmó el arribo al país del oro, a través de las cámaras de la televisora estatal.

Casi de manera inmediata los venezolanos se activaron para acompañar la caravana que traslada las reservas el BCV.

“Impresionante movilización del pueblo de Caracas para recibir el oro nacional”,escribió en su cuenta en Twitter el diputado Freddy Bernal, quien estuvo junto a otros funcionarios y el pueblo en las calles.

Bajo la consigna “el oro es nuestro” los caraqueños se apostaron en las calles para ver pasar la caravana.

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El primer lote de oro es “un poco más de US$ 300 millones”

Nelson Merentes afirmó que se trajeron un poco más de 300 millones de dólares en el primer lote de oro que llegó este viernes al país y fue colocado en las bóvedas del BCV.

Desde la plaza del BCV ubicada en la avenida Urdaneta enfatizó que “qué mejor lugar de resguardar los activos del país que en las bóvedas del BCV”.

Por otra parte indicó que los venezolanos deben conocer “un proceso bien interesante como lo es todo lo relacionado con el oro. Tenemos minas, donde la extracción es complicada y luego de esto hay que limpiarlo, purificarlo y después llevarlo a oro monetario, es un proceso muy difícil”.

Merentes enfatizó que “hay capacidad física, técnica y humana para manejar los recursos del oro que se está trasladando a las bóvedas del Banco Central “.

En cuanto a la fecha del traslado del segundo lote, aclaró que “no se puede difundir el día porque hay protocolos de seguridad que se deben seguir. (la fecha) del segundo traslado lo daremos a conocer en su debido momento”.

Así sacaron el oro

En un operativo camuflado, el viernes 5 de agosto de 1988 ocho toneladas de oro que estaban resguardadas “salieron subrepticiamente” del país, según denunciaron en la época los diputados comunistas ante el silencio de los políticos predominantes de la época.

Más tarde, el 21 de febrero de 1989, recién electo por segunda vez el adeco Carlos Andrés Pérez, la primera plana de El Nacional revelaba un hecho similar: “BCV embarca a Londres ocho toneladas de oro”.

Los antecedentes de traslados de reservas auríferas al exterior se remontan al inicio de la democracia representativa, con Rómulo Betancourt. En Tribuna Popular se revela que aproximadamente una tercera parte de las tenencias totales de oro del país estaba en el Banco de la Reserva de Estados Unidos, como garantía de un préstamo por 2.000 millones de dólares,contratado por Betancourt y que para 1989 ya estaba cancelado.

Gran operativo de seguridad

La carga llegó al país cubierta por plásticos negros y fue embarcada en vehículos blindados.

“El traslado de este oro desde el país de origen hasta acá ha cumplido con todos los protocolos de seguridad”, dijo al respecto el Jefe del Comando Estratégico Operacional, Henry Rangel Silva.

(Con información de agencias/ Noticias 24. Fotos y video: AVN)

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Silvio Rodríguez: Por la luz de ese instante

La primera segundaciter@ de todo el cono sur que conocí, fue a Catalina. Ella, sabiendo que yo era “el señor de las lluvias”, se escabullía por aquí y por allá, buscando mundos, supongo secos, pero quién sabe si mojados…

Después posé los ojos en su mamá, la querida amiga querida Paloma, que me pareció, como se suele decir en Cuba: “mujer y amiga”.

Cata y Paloma. Foto: Silvio Rodríguez

Cata y Paloma. Foto: Silvio Rodríguez

Otro dicho que se dice en la isla es: “a la tercera va la vencida”… pero esta vez no fue el caso, porque la tercera persona que conocí fue a Samanta, de quien dudo que haya conocido la derrota.

A Pablo lo hallé en el parqueo del hotel y nos hicimos una foto, pero hasta que no la publicó no caí en que… ¡era Pablo!

Unas pocas horas antes de tomar el avión, entre ensayos y preparativos, me enteré del honor que me haría la Universidad Nacional de Córdoba. Así que las palabras de gratitud las terminé llegando a esa ciudad. En el hotel no hubo manera de imprimirlas y en los alrededores parecía que tampoco. Al fin hice una colita en una papelería y pude tener en mano los tres folios. Por eso llegué tarde al acto en que nos esperaba tanto pero tanto amor.

Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba. Foto: Silvio Rodríguez

Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba. Foto: Silvio Rodríguez

Concierto en Córdoba. Foto: Silvio Rodríguez

Concierto en Córdoba. Foto: Silvio Rodríguez

La tarde que llegué al hipódromo de Rosario, para la prueba de sonido, había varias personas en el portón de entrada: un señor corpulento, una linda familia y unos chicos con guitarra. Me di cuenta de que uno de ellos era Diego y saqué la cabeza para saludarlo. Con él estaba su amigo Pablo Poletto, integrante también de “Compañeros poetas”. A la salida de la prueba tuvimos un intercambio de disparos fotográficos y dejo testimonio.

Familia. Silvia Rodríguez

Familia. Silvio Rodríguez

Señor corpulento, Pablo Poletto y Diego al fondo. Foto: Silvio Rodríguez

Señor corpulento, Pablo Poletto y Diego al fondo. Foto: Silvio Rodríguez

Minutos después, en el lobby del hotel, caí en la emboscada afectuosa de Adriana, Patricia y Graciela. Me senté unos minutos en los que, gracias a los preámbulos segundaciter@s, sobraron explicaciones. Tres señoras sonrientes, en extremo gentiles, incluso filosóficas, que en la memoria se me grabaron como las Damas de Pergamino.

Rosario. Foto: Silvio Rodríguez

Rosario. Foto: Silvio Rodríguez

Después del concierto de Rosario, que duró tres horas, a la puerta del hotel me esperaban muchachos. Varios gritaron y uno sostuvo en alto una guitarra de colores. No respondí por agotamiento. Cuando partíamos temprano, la mañana siguiente, alguien dijo que había sido una madrugada de serenata. Sana envidia.

En el buquebus que abordamos para ir al Uruguay había Internet, no muy buena, pero pude entrar al blog y subir mensajes. Misterio de los misterios, a la puerta del hotel nos esperaban el chileno Rodrigo Riquelme y algunas chicas. Entre ellas la nieta pelirroja del cholo César Vallejo, la que me regaló un libro de su abuelo, que casi es mi padre. Les prometí llamarles, pero en Montevideo tenía amigos que hacía mucho tiempo no veía, como ese ser María Gravina.

María. Foto: Silvio Rodríguez

María. Foto: Silvio Rodríguez

Stella, con su redonda cara sonriente, me saludó a la salida del ensayo, en Charrúa. Intenté bajar del carro para hacernos la foto, pero las piedrecitas del camino, las hojas en el aire y otras partículas se materializaron de pronto en multitud, por lo que apenas rocé el suelo.

Stella. Foto: Silvio Rodríguez

Stella. Foto: Silvio Rodríguez

Charrúa. Foto: Silvio Rodríguez

Charrúa. Foto: Silvio Rodríguez

Cada concierto se fue haciendo más largo. El de Montevideo había llegado a las 3 horas. Al día siguiente hicimos la travesía de regreso a Buenos Aires. Al ratito de llegar sonó un teléfono y era Tucú viajera, que estaba abajo con Violeta Gitana, Vivian Mariana y Christian. Fui hacia ellos y tuvimos una conversa animosa, pero debía descansar. Desde la noche siguiente nos miraba el estadio Ferrocarril Oeste.

Cuba y Los Cinco en el barrio de Caballito. Foto: Silvio Rodríguez

Cuba y Los Cinco en el barrio de Caballito. Foto: Silvio Rodríguez

Hacer este viaje después de 6 años fue especial. Sabía que nos estaban esperando. No alcancé a todos, pero ponerle pieles, miradas y voces a algunas incógnitas del éter fueron grandes regalos. Desde antes, la producción también mandaba datos, así que sabíamos que habría público. Pero los cuatro conciertos, en los que compartimos con algo más de 50 mil personas, burlaron lo numérico con la sustancia receptiva. En todos los caminos, ciudades y escenarios nos dieron y dimos abrazos.

Estadio Ferrocarril Oeste. Foto: Silvio Rodríguez

Estadio Ferrocarril Oeste. Foto: Silvio Rodríguez

En los últimos minutos de la última función, que parecía interminable, no sé por qué miré hacia arriba y vi descender una lluvia de papeles brillantes. Afinando los ojos alcancé a ver que los balcones de los edificios que rodean el estadio estaban repletos de personas que nos saludaban con los brazos en alto, como los que estaban en la cancha. Por un momento no supe si estaba en Caballito o en algún barrio de La Habana. Entonces recordé que allá, aquí, dondequiera somos lo mismo.

Por la luz de ese instante hubiera valido la pena empezar de nuevo.

Foto: Silvio Rodríguez

Foto: Silvio Rodríguez