
¿Qué
son más interesantes, las conferencias o las preguntas que se plantean
después de ellas? Reproduzco algunas que me formularon durante una gira
por Europa, con las respuestas.
En todas partes me inquieren: -¿Y la salud del Presidente?
-Lo veo en plena posesión de sus facultades físicas y mentales.
Cuando indagan sobre el sistema electoral venezolano, les leo la
declaración donde el ex presidente Carter afirma que es uno de los más
perfectos del mundo, mientras que el de Estados Unidos es uno de los
menos perfectos del planeta.
En Frankfurt, capital financiera de Europa, camino por calles donde
se suceden los comercios en quiebra. En la Casa Sindical DGB Haus un
sindicalista inquiere: -¿Ha hecho algo Venezuela para romper la
dependencia hacia los hidrocarburos?
-Culminó una campaña nacional para sustituir bombillos fotovoltaicos
por fluorescentes. Tenemos dos represas hidroeléctricas gigantescas, la
del Guri y la de Caroachi, y desde 2002 estamos construyendo la Manuel
Piar, que ahorrará unos 25 millones de barriles de petróleo por año.
Como en el resto del mundo, apenas empezamos la sustitución por energías
renovables, pero empezamos bien.
En el aeropuerto de Estocolmo un retrato mural glorifica a Ingmar
Bergman, a quien las autoridades suecas persiguieron, humillaron
públicamente y escarnecieron por una insignificante deuda de impuestos.
En el II Seminario Nórdico de Medios de Comunicación y América Latina en
el ABF-Huset, me inquieren sobre las medidas para frenar la agresión de
los monopolios mediáticos contra las democracias.
-Legislación, para obligar a informar en forma veraz, imparcial y
oportuna, limitar la emisión de publicidad, evitar la incitación al
racismo y la discriminación racial y establecer la responsabilidad de
los comunicadores. Emisoras alternativas, de servicio público o
comunitarias, para equilibrar el abrumador predominio numérico de los
medios privados. Educación del público, para enseñarle a descifrar los
códigos mediáticos y advertir sus engaños.
En el Centrum fur Marxistica Samballstudien un provocador con acento
antillano me pregunta si estoy de acuerdo con implantar un sistema tipo
cubano en Estocolmo.
-Estoy de acuerdo en que haya un sistema tipo cubano en Cuba.
En Belgrado recorro avenidas donde todavía edificios públicos
bombardeados permanecen como amasijos de cabillas y cascote incinerado,
hasta la Academia Megatrends, donde un estudiante se queja: -Nos cobran
matrículas educativas altísimas.
-En Venezuela mucho más del 80% de los educandos cursan en institutos
públicos, gratuitos en todos los niveles, salvo en algunos postgrados.
Dedicamos mucho más del 6% del Producto Interno Bruto a la Educación;
entre 2009 y 2011 la inversión educativa creció 1.800%. En la última
década el gobierno ha creado 20 casas de educación universitaria, cuatro
institutos universitarios de tecnología, 6 universidades politécnicas y
10 nuevas universidades; la matrícula en educación superior se duplicó
de 894.418 educandos en 2000 a 2.109.331 en 2009. Estudian 9.329.703
personas: uno de cada tres venezolanos.
También en Belgrado me preguntan: -¿Algunos movimientos derechistas que operaron en Serbia exportan sus tácticas a Venezuela?
-Nuestra derecha importa tanto su ideología como sus símbolos.
Algunos estudiantes acomodados usaron disfraces de manitas blancas,
lucieron camisetas con el puño de Otpor, se bajaron los pantalones para
enseñar el trasero. Pero el hábito no hace al gobernante.
En el Foro convocado por nuestra Misión en La Haya un diplomático inquiere:-¿Recibe la oposición financiamientos externos?
-La investigadora Eva Golinger ha demostrado que fondos de la USAID,
del National Endowment for Democracy y de ONG foráneas mantienen a la
oposición. En Wikileaks consta que varios opositores fueron a pedir
dinero a la embajada de Estados Unidos, y como no les contestaron de
inmediato, repitieron la petición en inglés.
Alguien se preocupa por el retiro de Venezuela de la Comisión y la
Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la Organización de
Estados Americanos.
-La OEA ha legitimado todas las intervenciones armadas de Estados
Unidos contra América Latina y el Caribe; su Comisión de Derechos
Humanos reconoció de facto la dictadura surgida del golpe de Estado del
2012 en Venezuela y no tomó medidas a favor del presidente legítimo, que
se encontraba secuestrado. Ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido
nunca a esos organismos. Tampoco tenemos que someternos nosotros, sobre
todo cuando intentan suplantar a nuestros tribunales y sentenciar en
cuestiones que afectan el orden constitucional interno.
Largo rato tardo en convencer a una periodista de que no, el Consejo
de Estado no decidirá la sucesión presidencial, de que el orden de
suceder está en la Constitución Bolivariana, sancionada en referendo por
la abrumadora mayoría de la población.
En Hamburgo, durante un siglo destino de nuestras exportaciones de
café y cacao, paso horas embriagadoras en el Museo Naval fotografiando
modelos de carabelas, navíos de línea, acorazados: todas las flotas con
las cuales Europa irrumpió al asalto del mundo. En el Spanisches
Kulturinstitut Cervantes una dama se inquieta por la inseguridad.
-Hasta 2008 el Instituto Nacional de Estadística registraba unos mil
homicidios por año. El año inmediato el INE hace una Encuesta sobre
Percepción Ciudadana de Inseguridad entre 5.000 personas, las cuales
opinan que en Venezuela habrá unos 19.000 homicidios anuales. Pero una
opinión no es un homicidio. Por el contrario, la suma total de delitos
bajó de 155.080 en 2009, a 143,774 en 2010 y 129.210 en 2012. Todos los
que hoy delinquen se formaron cuando mandaba la oposición. En ese
entonces se podía enviar a un ciudadano a cumplir trabajos forzados
durante años mediante un simple memorando que lo acusara de no tener
oficio o profesión conocida. También, se detenía ilegalmente a barrios
completos, y se los liberaba a capricho. Las mayores tasas delictivas se
registran en estados donde la oposición gobierna: Zulia, Táchira,
Carabobo, Miranda. El proceso bolivariano ha creado una Policía
Nacional, una Universidad Experimental de la Seguridad y un Ministerio
de Asuntos Penitenciarios.
Un obrero se refiere al generalizado desempleo, falta de habitaciones
e irrespeto a los derechos del trabajador en Europa, que entre otras
formas se manifiesta por la tercerización laboral.
-En Venezuela está en marcha un ambicioso plan para construir dos
millones de viviendas para los trabajadores. El año 2011 las lluvias
dejaron cien mil compatriotas sin hogar: se los ha alojado en
ministerios, en edificios públicos, hasta en hoteles de lujo mientras se
los provee de techo. A mediados de los noventa, un acuerdo entre el
gremio patronal, la cúpula sindical y el gobierno privó a los
trabajadores de sus prestaciones sociales, que la nueva Ley del Trabajo
les ha restituido. Esta norma también prohíbe categóricamente la
tercerización, vale decir, la contratación de los trabajadores a través
de entes ficticios para negarles el reclamo de sus derechos. La tasa de
desempleo en Venezuela es de 6%, en contraste con la desocupación de 25%
en España.
En la Universidad Friedrich Schiller de Jena un estudiante me
pregunta: -¿De verdad sienten los latinoamericanos la necesidad de
unirse?
-Alemania fue hasta el siglo XIX una diversidad de principados
antagónicos ¿Sintieron los alemanes la necesidad de unirse como una sola
nación? Alemania fue hasta finales del siglo XX dos Alemanias ¿Será que
sintieron los alemanes la necesidad de unificarse? ¿Y por qué los
latinoamericanos no?
¿Sobre cuántas cosas más no me preguntan en todas partes? Acerca de
las repercusiones de la decisión electoral en Venezuela en los procesos
de integración latinoamericana, que serían significativas. Con respecto
al Socialismo del Siglo XXI. Sobre las compras de armamentos,
explicables cuando Estados Unidos eleva a 47 sus bases en la región y un
país vecino tiene medio millón de hombres en su presupuesto militar.
Acerca de una supuesta masacre de indígenas por mineros ilegales, que
recorre los medios del mundo a pesar de que por ninguna parte aparece ni
una sola prueba de que haya ocurrido, ni un solo desmentido ante la
falta de pruebas. Acerca de las semejanzas y diferencias entre los
movimientos sociales de Venezuela y América Latina y los de Europa. Los
latinoamericanos también preguntamos muchísimo antes de comprender que
sólo nosotros podíamos darnos nuestras propias respuestas.
Salto a Weimar, eludo la casa del cortesano Goethe y doy una larga
caminata hasta el archivo del recalcitrante Nietzsche. Su marmórea
mascarilla mortuoria me interroga si el Reino de la Libertad no será el
paso necesario para la transmutación de todos los valores.
En el helado crepúsculo de Frankfurt, entre edificios que parecen
frascos de perfume las grúas terminan el rascacielos del Banco Europeo
mientras el euro se derrumba. Una señora me pregunta si es verdad que
los bolivarianos preparan una ley para prohibir la minifalda.
-Sí, pero sólo a las damas suficientemente ingenuas para creerlo.
brittoluis@gmail.com