lunes, 3 de octubre de 2011

Silvio, qué buen pretexto das para cantarte

Miles de personas asistieron al concierto número 20 de la gira por los barrios, que comenzó el pasado año, el trovador Silvio Rodríguez con su tropa de músicos e invitados.

Esta vez tuvo lugar en “El Canal” del municipio Cerro, justo en la intersección de las calles Salvador y Recreo, y allí estuvo también Kelvis Ochoa, quien compartió el escenario como invitado especial del trovador, ante un público que disfrutó durante dos horas y media, de un especial domingo.

Nuevamente Rachid López Gómez, César Bacaró Lainé, Maikel Elizarde Ruano, quienes conforman en Trío Trovarroco, unidos a la flautista Niurka González y el baterista Oliver Valdés, se integraron como agrupación de cámara, para acompañar con magistrales interpretaciones, la música del cantautor y su poesía.

Silvio inició el concierto diciendo: “Este proyecto de cantar en los barrios, había nacido de la reflexión y la necesidad que existe de sacar la música de los teatros y llevarla a donde está la gente”.

Confieso que fui avisada de este concierto, desde el viernes, por el fotógrafo Iván Soca, y allí tuve la oportunidad de conocer a Dalia Reyes, promotora cutural que vive en el barrio, hace 52 años, de los 64 que cuenta. Mujer emprendedora que determinó crear el Jardín de Dalia, justo en el nacimiento del Canal, nombre que adquiere este barrio desde el año 1835, por mantener a cielo abierto, 300 metros de arcilla y arcas que revisten 5 tubos, que son los que conducen el agua a los municipios Centro Habana, Habana Vieja y Plaza de la Revolución, sin necesidad de bombearla.

Conversé con Rogelio López, Presidente del Consejo del Poder Popular del Canal, quien está orgulloso de haber nacido ahí y de contar con todos los vecinos, para varios de los proyectos, que hoy se desarrollan, en esa comunidad.

El concierto comenzó, a las 7 de la noche con la puntualidad que han caracterizado las presentaciones anteriores.

“El Papalote” fue la primera canción del programa, a ella le siguieron “Óleo de mujer con sombrero”, “Canción del Elegido”, “La Masa”, “Cita con ángeles”, en las que armonías y melodías se entrelazaban a textos conocidos por unos y recién descubiertos por los más jóvenes.

Mientras avanzaba la tarde, las emociones se fueron alzando junto a las voces de todos y porqué no decirlo, la satisfacción de los músicos y del público, alcanzaron momentos entrañables, como cuando Silvio dejó escuchar los primeros acordes de “La Era está pariendo un corazón”, “Pioneros”, “Reparador de “sueños”, “El Mayor”, para seguir desagarrando el alma con “El Unicornio”, “El necio”, “Cuenta” y ”Ojalá”, concluyendo con “El Escaramujo”, tema que provocó, una sentida ovación.

Con esa despedida, Silvio dio paso al también cantautor Kelvis Ochoa, quien fue recibido con gran entusiasmo, dando inicio a un segundo momento en la noche.

“Curandera” uno de sus temas más conocidos, fue el primero que interpretó, para luego cantar “Quédate”, canción emblemática dentro de su obra y que ha sido utilizada para reseñar momentos históricos de nuestro país, como cuando el paso de lo huracanes, “Gustav y Ike”.

Kelvis, además de presentarse en unión de su agrupación, contó con un invitado especial, nos referimos al pianista, Harold Lopez Nussa, quien mostró su alto nivel como músico y su versatilidad como artista.

Temas como “La Conga de Juana”, “Amor y Música”, “La Natilla” y “El gato y el ratón”, creados por el joven trovador, estimularon el baile, el canto y disfrute plenos de los allí presentes, quienes agradecieron tanto a Silvio como a Kelvis, este concierto, memorable.

Definitivamente lo sucedido este domingo, unió a todos, en una sola voz. La música fue protagonista del sentimiento de cubanía, que poseemos y la presencia de Silvio en “El Canal” del Cerro, sigue siendo, el buen, pretexto para cantarle, siempre.

El concierto número 20 de la gira por los barrios, que comenzó el pasado año, el trovador Silvio Rodríguez, tuvo lugar este domingo, en “El Canal” del municipio Cerro. Foto: Marianela Dufflar

El concierto número 20 de la gira por los barrios, que comenzó el pasado año, el trovador Silvio Rodríguez, tuvo lugar este domingo, en “El Canal” del municipio Cerro. Foto: Marianela Dufflar

 Niños, mujeres y hombres de varias generaciones, que sin acercase al escenario, lo rodearon desde  horas tempranas. Foto: Marianela Dufflar

Niños, mujeres y hombres de varias generaciones, que sin acercase al escenario, lo rodearon desde horas tempranas. Foto: Marianela Dufflar

Canal, nombre que adquiere este barrio desde el año  1835, por mantener a cielo abierto, 300 metros de  arcilla y arcas que revisten 5 tubos, que son los que conducen el agua a los municipios Centro Habana, Habana Vieja y Plaza  de la Revolución, sin necesidad de bombearla. Foto: Marianela Dufflar

Canal, nombre que adquiere este barrio desde el año 1835, por mantener a cielo abierto, 300 metros de arcilla y arcas que revisten 5 tubos, que son los que conducen el agua a los municipios Centro Habana, Habana Vieja y Plaza de la Revolución, sin necesidad de bombearla. Foto: Marianela Dufflar

Dalia Reyes,  promotora cutural que vive en el barrio, hace 52 años, de los 64 que cuenta. Foto: Marianela Dufflar

Dalia Reyes, promotora cutural que vive en el barrio, hace 52 años, de los 64 que cuenta. Foto: Marianela Dufflar

Muchas personas del Canal no se perdieron ni un detalle del concierto. Foto: Marianela Dufflar

Muchas personas del Canal no se perdieron ni un detalle del concierto. Foto: Marianela Dufflar

Niurka González momentos antes de iniciar el concierto hizo una demostración de su instrumento, a los niños del Canal. Foto: Marianela Dufflar

Niurka González momentos antes de iniciar el concierto hizo una demostración de su instrumento, a los niños del Canal. Foto: Marianela Dufflar

Niurka y Silvio en el concierto. Foto: Marianela Dufflar

Niurka y Silvio en el concierto. Foto: Marianela Dufflar

Silvio en  concierto. Foto: Marianela Dufflar

Silvio en concierto. Foto: Marianela Dufflar

Silvio en concierto. Foto: Marianela Dufflar

Silvio en concierto. Foto: Marianela Dufflar

Miles de personas  corearon junto a Silvio sus  canciones y también las de Kelvis Ochoa. Foto. Marianela Dufflar

Miles de personas corearon junto a Silvio sus canciones y también las de Kelvis Ochoa. Foto. Marianela Dufflar

Mientras avanzaba la tarde, las emociones se fueron alzando junto a las voces de todos. Foto: Marianela Dufflar

Mientras avanzaba la tarde, las emociones se fueron alzando junto a las voces de todos. Foto: Marianela Dufflar

Varias generaciones disfrutaron este concierto. Foto: Marianela Dufflar

Varias generaciones disfrutaron este concierto. Foto: Marianela Dufflar

Kelvis Ochoa también coreó y se emocionó, ante la presentación de Silvio. Foto. Marianela Dufflar

Kelvis Ochoa también coreó y se emocionó, ante la presentación de Silvio. Foto. Marianela Dufflar

“Curandera”, fue el primer tema  que interpretó Kelvis Ochoa. Foto Marianela Dufflar

“Curandera”, fue el primer tema que interpretó Kelvis Ochoa. Foto Marianela Dufflar

Temas como “La Conga de Juana”, “Amor y Música”, “La Natilla” y “El gato y el ratón”,  creados por el joven trovador, estimularon el baile, el canto y disfrute  plenos de los allí presentes. Foto: Marianela Dufflar

Temas como “La Conga de Juana”, “Amor y Música”, “La Natilla” y “El gato y el ratón”, creados por el joven trovador, estimularon el baile, el canto y disfrute plenos de los allí presentes. Foto: Marianela Dufflar.

(Cubadebate)

La moción de la jueza no es definitiva, afirma abogado y hermano de René Gonzalez

El doctor Roberto González, hermano de René.

El doctor Roberto González, hermano de René.

“La moción, según lo escribió la propia jueza, no es definitiva. La argumentación de la jueza para negar a René el regreso a Cuba es que se trató de una petición extemporánea, porque fue antes de tiempo, y que no puedes pedir que te modifiquen la condición de libertad supervisada impuesta cuando la sentencia, sin haber empezado a cumplir esa libertad supervisada. René puede hacer su petición después, cuando salga de prisión”, afirma el abogado Roberto González, hermano de René, uno de los Cinco cubanos presos en EEUU que este 7 de octubre sale de prisión.

Por Alina Perera Robbio

Esta es una de las entrevistas más bellas y cómodas que he hecho en mi vida. Así lo sentí desde que la grabadora empezó a andar y Roberto González, hermano del compatriota René y parte del equipo legal que defiende la causa de los Cinco, comenzó a responder un montón de preguntas, ahora que Rene (así sin acento en la segunda e, como suele nombrarlo mi entrevistado) saldrá este 7 de octubre de la prisión de Marianna, Florida.

Hablo de belleza por el tema esencial del diálogo: un hombre aporta detalles sobre su hermano mayor, y así nos muestra a un ser humano de paz, que no constituye peligro para sociedad alguna. Y hablo de comodidad porque a Roberto lo conozco desde que era recién graduada, desde los días en que Sarita Cotarelo, su esposa y novia de la adolescencia, se mostró ante mí en un pasillo de Juventud Rebelde -adonde, como yo, pertenece-, y con su gran bondad de siempre me invitó, en calidad de psicóloga y colega, a trabajar juntas en largos y apasionantes trabajos sobre la espiritualidad del cubano.

En una noche calurosa de La Habana, acompañado de sus dos hijos varones -que por cierto se llaman Roberto y René-, disfruto a un interlocutor que coloca cada palabra con precisión de relojero, y que busca en su memoria todo cuanto le pido en aras de dibujar la estirpe de una familia de la cual solo han podido salir hombres buenos.

-Te escuchaba hablar del momento en que nació René. ¿En qué año?

-En 1956. Soy el segundo. Nos llevamos un año y diez meses.

-Es poco tiempo…

-Por eso quería tener dos hijos del mismo sexo y que se llevaran poco tiempo. Por mi experiencia con René.

-Podían tratarse entre sí como hermanos gemelos…

-Prácticamente. A estas alturas de la vida nuestros padres se siguen enterando de cosas sobre nosotros que no supieron nunca.

-¿De niños nunca René abusó de ti por ser el mayor?

-Jamás.

-¿Dónde nacieron?

-En Estados Unidos. Chicago.

-Remóntate, por favor, a tus primeros años…

-Me es muy difícil. Sí recuerdo bromas que Rene me hacía. Pero de Estados Unidos lo que más recuerdo es un incendio que hubo en el barrio.

-¿Quiénes vivían en la casa?

-Los viejos y nosotros.

-¿Por qué en Chicago?

-Ahí fue donde papi consiguió trabajo, en la industria del acero. Nos asentamos en un pueblecito llamado Indiana, en un apartamento pequeño.

-¿René y tú tienen personalidades diferentes?

-Creo que él siempre fue más noble que yo.

-Te conozco. En ti hay mucha nobleza.

-Pero no conoces a René. Cuando lo conozcas me vas a dar la razón. Siempre ha sido mi protector. De niño era realmente muy cómodo ser su hermano menor. Él era fuerte, grande. Le gustaba el deporte, el buceo. Es una persona que sabe nadar muy bien, que tiene mucha fuerza.

-¿Cómo era la relación al interior de la familia?

-Nosotros dos quizá seamos de los pocos hijos de padres divorciados que no nos traumatizamos. Tuvimos, y tenemos, una relación muy bonita con nuestros padres. Cuando ellos se divorciaron nos sentaron a los dos, y conversaron mucho con nosotros. Recuerdo ese día perfectamente bien.

Roberto y René

Roberto y René

-¿Qué edad tenías?

-Unos siete años. Recuerdo que yo lo entendí. Nunca vimos problemas entre nuestros padres. Hubo una separación momentánea antes del divorcio, como casi siempre pasa, un distanciamiento de meses. Nos fuimos con mami para casa de unos tíos. Ese fue el preludio del divorcio.

«A René el divorcio le afectó más que a mí. Por eso te digo que es más noble. Yo lo entendí y lo vi natural, y nunca sentí necesidad de que mis padres volvieran a unirse. Pero Rene sí».

-Se criaron con Irma, una madre y mujer especial.

-En verdad nos criamos con los dos. Papi siempre estuvo cerca. Vivir con mami era un privilegio para cualquier hijo, pero salir con papi a trabajar un fin de semana también lo era. Es igual que Rene.

-Tu hermano iba más adelante si de cursar estudios hablamos, por la edad. ¿Te mirabas en él como ejemplo?

-Nosotros, los dos, no éramos modelos para nadie. Éramos estudiantes medios; no nos interesaba el cien; no estábamos en eso de ser el mejor del aula o ser los primeros.

-¿Y qué decían que querían ser cuando fueran adultos?

-Lo primero que Rene dijo que quería ser era piloto. Porque tuvimos dos primos pilotos, pero sobre todo uno que fue el de la infancia y que murió en la aviación, en un accidente aéreo. Mi hermano probó la aviación con cinco años de edad, y eso lo marcó para siempre. Dondequiera que él divisaba un avión se volvía loco.

-Y estudió aviación…

-El camino no fue tan rápido ni tan directo sino bastante azaroso. Entró a los Camilitos con la idea de hacerse piloto, pero en octavo grado cogió hepatitis y estuvo como tres meses sin ir a clases. Cuando regresó al aula, suspendió Matemáticas y resultó baja académica. Entonces se incorporó a la Secundaria en la vida civil. Vivíamos en el Cerro. En ese momento lo llamaron del Servicio Militar por una resolución de las FAR, una orden según la cual todo el que fuera baja de los Camilitos tenía que pasar el Servicio.

«Ya él cursaba el décimo grado, y lo habían convocado para que se incorporara al Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce, como profesor de Física. Allí se enamoró de la carrera. Se sentía a gusto, tenía muy buenos alumnos, daba muy bien las clases, siempre le gustó mucho la Física y lo relacionado con la lógica, con la concatenación de hechos.

«Por eso se fue muy disgustado para el Servicio Militar. Casi hubo que darle terapia de psiquiatría. Mami y papi hablaron mucho con él, porque ya estaba dentro del Destacamento, hasta una escuela tenía asignada en Alquízar.

«Por suerte, estando en el Servicio Militar, se enamoró del tanque. De hecho nosotros fuimos en bicicleta hasta Guanajay a buscar piezas para ese tanque…».

-Los dos…

-Tremendo día ese. Buscar la pieza en Guanajay para llevarla hasta Colinas de Villa Real. Es una gran distancia. El tanque suyo tenía luces interiores, cojín en el asiento. Aquello era una belleza. Lo tenía como si fuera un carro para pasear a la novia. Siempre estaba buscando los detalles.

-Y cuando termina el Servicio…

-Entramos en la etapa de las misiones internacionalistas. Y para Rene eso fue un propósito muy fuerte. A él le dan la baja en el Servicio, y estando en ese proceso movilizan a su unidad. Entonces se reincorpora, y se va para Angola, por dos años.

-Como tanquista…

-Y yo a querer irme con él.

-Regresó de la guerra…

-Vino de Angola. Si le dices que regresó de la guerra te dirá que es mentira porque no estuvo en la guerra: él ha escrito sobre eso. No tiró un tiro; y nadie le tiró a él. Estuvo en un lugar donde simplemente se estaba preservando la integridad de un territorio, pero nadie entró a arrebatar esa integridad.

«Regresó, y ahí empezó de nuevo su lucha con la aviación. Cuando estaba en el proceso de baja del Servicio, contactó con gente de la aviación, en el aeropuerto. Recuerdo que a un compañero le llamó mucho la atención la insistencia de René, y después que él se fue para Angola, ese hombre lo buscó en casa, pues se había desocupado una plaza en el aeropuerto. René le había dicho que si se desocupaba cualquier plaza él la quería, aunque fuera limpiando cristales.

«Buscaba estar cerca de las convocatorias de la Escuela de Aviación. Siendo trabajador de Cubana de Aviación tendría prioridad. Cuando regresó de Angola vio que la convocatoria de la Escuela de Aviación demoraba unos meses, y entonces fue a 27 y M, en el Vedado, al Centro de Aviación Agrícola, cuya escuela estaba en San Julián, provincia de Pinar del Río.

«Tenía que esperar unos meses y se puso a trabajar de estibador en la fábrica de detergente que está en la calle Manglar, cerca de Cuatro Caminos. Cuando se presentó la convocatoria él fue, hizo los exámenes, y así entró en la Escuela de Aviación.

«Ahí, por primera vez, se convirtió en un ejemplo: era el mayor del curso; ya había pasado el Servicio Militar; tenía más años que los demás; ya había estado en Angola. Se esforzó de verdad y logró ser el primer expediente. El curso duró tres años. Se hizo piloto y lo ubicaron en San Julián».

-Estaba realizado…

-Decía que no trabajaba, que le pagaban por divertirse.

-Y mientras tanto tú…

-Casi me hago piloto. Porque lo acompañaba en su afán de repasar y aprender la lista de chequeo de un avión. Se trata de una acción mecánica, que hay que saberse de memoria. Yo cogía la lista de chequeo; él la enumeraba y mi papel era decirle dónde se había equivocado para que volviera a empezar.

-Estudiaste y te hiciste abogado.

-Hubiera sido psicólogo, médico o abogado. Siempre quise una carrera vinculada a la posibilidad de ayudar a las personas.

-Nadie podía imaginar que cuando estudiaste Derecho, años después ibas a ser tan necesario en un momento difícil de René. ¿Cuándo tuviste claro que entrarías en una batalla para ayudarlo?

-Nunca he estado en esta historia para ayudar a mi hermano. De hecho, en ninguna reunión de abogados, en 13 años, he hablado de mi hermano. Hablo siempre del caso de los Cinco. ¿Prioridad?: Gerardo. Es lo que más me interesa.

La ida

«René se fue de Cuba en diciembre de 1990, en una avioneta de fumigación. Había ido a trabajar a San Nicolás de Bari como instructor de aviación», recordó Roberto.

-¿Cómo llega la noticia?

-Me llama su esposa. Estaba yo trabajando en la microbrigada. La noticia era: «Aquí estuvo un compañero para decirnos que René despegó al mediodía y no aparece». Eran las siete de la noche.

-¿Y qué pensaste?

-Que se había matado.

-¿No te pasó por la mente que se había ido del país?

-No.

-¿Cuándo confirmas que está en los Estados Unidos?

-Ese fue el fin de semana más negro de mi vida. Empecé a exigirle a los compañeros de las FAR la búsqueda de René. Pensé que se había estrellado contra una mata, o contra una loma. Eso fue un sábado a las siete de la noche. Fui para casa de mi cuñada. Él le había dejado a ella un dinero guardado en una revista Bohemia, y en la página donde ese dinero estaba había publicada una canción de Pablo Milanés. Pensé: ¿Qué hace eso justamente ahí? Pero yo tenía la respuesta: mi hermano no es traidor ni a jodidas, me dije.

«Nos pasamos el fin de semana esperando. Papi dijo: “Bueno, tengo que conservarme bien para cuando él regrese…”».

-Eso dijo el viejo…

-Así mismo. Todos reaccionamos igual. Hicimos un pacto de familia. En el fondo no creíamos nada de lo que estaba pasando. Cuestión de tiempo, dijimos. Entonces el lunes por la mañana se confirma, por una entrevista que da René a la emisora subversiva Radio Martí, que se había ido para los Estados Unidos. Cuando escuché aquello sentí que no era René. Habló de cosas que no tenían sentido, que no concordaban con la educación que nos habían dado.

«Además, si tú tienes una niña de seis años y una esposa y la situación económica se pone compleja, cómo te vas a ir, es al revés. Te debes quedar. Eso fue lo que nos enseñaron en la casa: que uno no abandona a la familia. Porque no se trata de mandar 20 o 40 pesos: el día que la niña tenga fiebre hay que estar ahí. Esa historia de la partida no encajaba. Él y yo habíamos dormido cabeza con cabeza, de modo que no me creía esa historia».

-Son almas gemelas…

-¿Sabes cuál es el secreto entre dos buenos hermanos?: que cada uno piense que el otro es el mejor.

-¿Él piensa eso de ti?

-Sí. Él ve mis virtudes. Y yo las de él. Fuimos muchachos normales. Una vez tuvimos una discusión por un juguete, y mami nos lo quitó y se lo dio al primer niño que pasó por la calle. Nos dijo que si no sabíamos jugar con un solo juguete, que si íbamos a ser infelices con algo que ella había comprado para que fuéramos felices, pues no habría nada.

«Y la última discusión creo que la tuvimos cuando tenía yo 13 años. Al unísono los dos paramos de discutir, nos miramos y nos preguntábamos por qué era aquello. Nos dimos la mano y dijimos: “última discusión”. Y así fue. Sabemos usar juntos lo mismo una bicicleta que un automóvil.

El arrestro, y la batalla

-En 1998 es el arresto, ¿se comunicaron entre 1990 y ese momento?

-Casi no hubo relaciones. Olguita, la esposa, se fue en 1996. En 1998, una persona en La Lisa, vio la noticia de que Rene había caído preso. Cuando la información llegó a la casa, ahí dije: «ese sí es mi hermano». Y pensé entonces que había un gran problema, y que iba a ser muy difícil de resolver. Así se lo expresé a mami: “esto es complicado”».

-¿Cómo te sumerges en la historia desde tu oficio?

-Soy abogado de un bufete internacional. Tengo relaciones con embajadas de otros países a partir de haber defendido varios casos. Soy ciudadano americano, hermano de René. Tuve ciertas facilidades, y conté con el apoyo de mi oficina que ya había trabajado asuntos como el de los terroristas que vinieron a Cuba a poner las bombas.

«Actualicé los documentos pertinentes, entre ellos, la certificación de nacimiento en Estados Unidos que me mandó René en una de las pocas veces que tuvimos contacto, junto con una cachimba, y una nota: “Esto es por si tu hijo se decide a venir a verme”. La pipa era la de la paz».

-¿Cuándo lo viste por primera vez en los Estados Unidos?

-Ya estaba preso en una prisión de Miami. Fue en febrero de 1999. Antes él me había estado preparando psicológicamente. Hablamos por teléfono y me dijo que entraría esposado, que entre ambos habría una reja. Le dije que sabía lo que era una cárcel, que las conocía por mi trabajo, que no se preocupara. En el momento del encuentro no me sentí impresionado con nada. Él tampoco. Fue como si nos hubiéramos visto el día anterior.

-En todos estos años de prisión de René, ¿en qué has sentido que cambió?

-Si algo uno puede decir de René es que no ha cambiado. Siempre dijo que él tenía que salir de la cárcel más fuerte y más inteligente, y que si lo lograba habría ganado la batalla. Y sí: saldrá más fuerte y más inteligente.

La sentencia

«Las acciones que no favorecen a los acusados sino que los perjudican, que van contra las costumbres, contra lo normal, contra lo general, evidentemente son acciones políticas, no legales. Y René y su familia están pagando, por fundamentos políticos, un precio muy alto», reflexionó Roberto.

«Ha estado todos estos años sin ver a su esposa por ejercer el derecho a defenderse, que es un derecho constitucional, porque en el acuerdo inicial que le propusieron debía reconocer culpabilidad para no ir a juicio, y ya estuviera en libertad, hace mucho tiempo, si hubiera firmado el acuerdo. Pero él dijo que iba a juicio. Debía reconocer una cosa que no había hecho, decir que estaba cometiendo un delito contra los Estados Unidos.

«La sentencia de René no debió ser nunca de 15 años de privación de libertad. A él lo sancionan por dos delitos: ser agente de un Estado extranjero sin notificarlo al Fiscal General de los Estados Unidos, ante lo cual defendimos al acusado con la teoría de la justificación y necesidad para la lucha contra el terrorismo, algo que la Corte no aceptó. El otro delito es de conspiración, consistente en haberse puesto de acuerdo con alguien para cometer un delito contra los Estados Unidos.

«René se puso de acuerdo con el Gobierno de Cuba para ser un agente del Estado cubano, sin decírselo al Fiscal General. Ese es el delito: no decírselo al Fiscal General, solo que si se lo decía no hubiera descubierto un solo hecho contra Cuba por estar tratando de descubrir acciones de gentes protegidas y apoyadas por el Fiscal General.

«Por el delito de agente te pueden sancionar a diez años de cárcel. Por el delito de conspiración, a cinco años, pero a la vez que tú eres agente ya conspiraste, porque el delito de conspiración es ponerse de acuerdo con alguien, y a la vez que tú decides ser agente de alguien ya te pusiste de acuerdo.

«Entonces el delito de conspiración está metido dentro del delito de agente. La ley dice en esos casos que la sanción se pone de manera concurrente. A él debieron haberlo sancionado, de aplicarle la sanción máxima (porque están la posibilidad de menor tiempo, e incluso una multa), a diez años de privación de libertad. En las regulaciones de prisiones hay 52 días de beneficio de libertad por cada año que transcurre con buena conducta. Por eso es que René sale a los trece años y un mes, porque se fueron rebajando 52 días de cada uno de los años, y eso da ahora trece años y un mes, tiempo en que puede René cumplir su sanción por ese beneficio.

«Pero lo que estamos hablando es en base a 15 años, cuando en la regla lo que está estampado es que sean diez. La jueza decidió que fueran 15 porque el Gobierno se lo pidió. René debió salir a los ocho años de cárcel si la jueza hubiera aplicado la regla correctamente, si lo hubiera sancionado a diez años al ver la concurrencia de los delitos.

«El Fiscal había dicho que a René había que haberlo condenado a cien años; que era el peor de todos. Lo tomó como un asunto personal: por el tema de la ciudadanía norteamericana, por su alegato, por la forma en que habló, y por el daño que les hizo en la defensa de Gerardo: como piloto, cada vez que asistía a juicio un experto del Gobierno y René le decía al abogado de Gerardo “pregúntale tal cosa”, los fiscales se recomían el hígado».

-¿Qué momento fue el más difícil para René en todo este tiempo en prisión?

-La impotencia por no poder hacer algo en la lucha por Elián González. Él siente que si hubiera estado en la calle, se hubiera puesto de inmediato en función del niño.

-El pasado 16 de septiembre la jueza Joan Lenard, del Distrito Sur de la Florida, rechazó la moción presentada por René González en la que solicita que se le permita viajar a Cuba y residir aquí, en lugar de pasar la etapa de su «libertad supervisada» en territorio norteamericano. ¿Qué implicaciones podría tener para él salir de prisión y tener que permanecer en los Estados Unidos?

-René no está limitado a un territorio. Lo estuviera si él no tuviera casa, si no tuviera una elección. Esa «libertad supervisada» no tiene que ser en Miami, no tiene que ser en la Florida. Él puede irse a Chicago, o a otro lugar. El riesgo para su vida no se puede limitar a Miami. Si te pones a ver dónde un proyectil ha alcanzado a un cubano, ha sucedido en Puerto Rico, y en otros puntos geográficos.

«No se puede asegurar que haya personas pensando en hacerle daño a René, pero lo cierto es que el peligro es una posibilidad real».

-¿Se puede revertir la negativa de la moción?

-La moción, según lo escribió la propia jueza, no es definitiva. La argumentación de la jueza para negar a René el regreso a Cuba es que se trató de una petición extemporánea, porque fue antes de tiempo, y que no puedes pedir que te modifiquen la condición de «libertad supervisada» impuesta cuando la sentencia, sin haber empezado a cumplir esa «libertad supervisada». René puede hacer su petición después, cuando salga de prisión.

La libertad

-¿René ha hablado sobre cómo asumirá la nueva etapa que vendrá?

-Lo fundamental es hacer por los otros Cuatro todo lo posible, ser útil. El principio fundamental de la vida de René es la utilidad. Es la educación que ha recibido.

«Él tiene un propósito; lo está cumpliendo hace un tiempo en esa estrategia de salir más fuerte y más inteligente: está estudiando Economía hace dos años. Incluso una de las cosas, según me cuenta, en la cual se está entreteniendo para no pensar en la salida, es en el estudio de la Estadística. Dice que lo está golpeando, que está fuerte».

-¿Cómo habla de su estancia en Cuba?

-Habla de seguir trabajando. Le gustaría conversar con los vecinos, o ponerse a «mecaniquear» un carro en la calle… Él tiene en mente un proyecto agrícola, de autoabastecimiento. En eso anda. Y yo pienso acompañarlo.

-No dudo que él lo haga; y no dudo que tú lo sigas…

(Tomado de Juventud Rebelde)

EEUU financia software para invadir a Cuba de spam a través de celulares

ciberguerra-press

Software, Inc., una firma de Maryland, obtuvo el contrato del Gobierno de EEUU para ejecutar un sistema informático capaz de bombardear 24 000 mensajes de texto a la semana a los usuarios de teléfonos celulares de Cuba, en franca violación de las leyes cubanas y convenios internacionales.

Según los términos del contrato, la empresa tendrá un mes para diseñar “un sistema de mensajería de texto” destinado a contrarrestar supuestos “intentos del gobierno cubano para bloquear los mensajes políticamente sensibles”, revela el sitio web Cuba Money Project, del periodista Tracey Eaton.

Esta gigantesca operación de ciberguerra amenaza afectar seriamente el funcionamiento normal del servicio de SMS ofrecido a los usuarios de celulares cubanos, que alcanzan el millón de personas, y está patrocinada por la Junta de Gobernadores de Radiodifusión, o BBG, un órgano federal encargado de supervisar la calidad de las comunicaciones.

La BBG publicó el 17 de agosto la licitación para el proyecto que fue entregado el 21 de septiembre a Washington Software, Inc., con un contrato de base de 84.000 dólares durante el primer año. Otras opciones de un año aumentaría el valor total del contrato a casi medio millón de dólares: $464.160.

Cuba Money Project reporta que, antes de conceder el contrato a favor de la empresa en Maryland, uno de los posibles contratistas se preguntó si la campaña de mensajes de texto era legal. La BBG le respondió que no había que preocuparse por este “detalle”.

La BBG será quién redactará los mensajes de propaganda sucia que deberá difundir integralmente el “contratista”, sin derecho a rectificar.

“La Agencia asume la responsabilidad por el contenido de los mensajes. El contratista asume toda la responsabilidad en virtud de este requisito y debe considerar todos los aspectos de este requisito antes de presentar una oferta”, respondió BBG. Y añadió: “Si usted está preocupado acerca de problemas legales, no se molestan en solicitar (el contrato)”.

El primer año de la operación de este servicio de “spam”, financiada por el gobierno de EEUU, se extiende desde 15 de septiembre 2011 hasta el 14 de septiembre 2012.

La empresa ganadora -con dirección en 20410 Century Blvd., Ste. 220, en Germantown, Maryland- tiene entre sus clientes figuran el Departamento de Educación de EEUU., el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento del Trabajo y otras agencias gubernamentales. También, a transnacionales de la telecomunicaciones como IBM y Lockheed Martin.

Un bombardeo de 24.000 mensajes en total por semana

Según las especificaciones de la concesión, el “contratista” deberá diseñar y operar un sistema para gestionar el envío de mensajes SMS de las emisoras gubernamentales de EEUU que transmiten contra Cuba, y estarán destinados a usuarios de teléfonos móviles en la Isla. El software “debe poseer técnicas de manipulación y sustitución de palabras clave en mensajes individuales para burlar la censura”.

El contratista debe “ser capaz de distribuir hasta 24.000 mensajes en total por semana” y los envíos nunca deben estar “por debajo de 1.800 mensajes por hora” sin la aprobación previa de la BBG, dice textualmente el contrato.

La técnicas usadas deben incluir la posibilidad de añadir cambios únicos para “para evitar la detección de los mensajes que se envían en grandes cantidades a muchos suscriptores”.

Más aún: “Estas técnicas pueden incluir sustituciones de palabras clave, donde las palabras clave potencialmente provocadoras pueden ser censuradas y reemplazadas con otras palabras o caracteres que dejan el significado intacto, pero impide la detección (por ejemplo reemplazar ‘o’ con ‘0 ‘, o’ i ”con el ‘1 ‘)”.

El Contratista debe permitir la entrada de mensajes SMS en los idiomas Español e Inglés a través de la interfaz web, así como distribuir correctamente los mensajes SMS a través de las redes celulares de tal manera que todos los mensajes, especialmente aquellos utilizados sólo en español, no se dañan en el proceso de envío.

Por si fuera poco, la BBG proveerá los números de celulares que el contratista no podrá luego “dar, vender, entregar, o de cualquier otra forma, distribuir o utilizar” a otro negocio, organización, servicio, o cualquier gobierno, de EE.UU. o extranjero, por ser “propiedad estricta de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión, la Oficina Internacional de Radiodifusión”.

(Cubadebate)

Alicia Herrera: Continúa la impunidad en el crimen de Barbados

Alicia Herrera, autora del libro "Pusimos la bomba, ¿y qué?"

Alicia Herrera, autora del libro "Pusimos la bomba, ¿y qué?"

La impunidad continúa hoy siendo parte del atentado terrorista contra un avión civil cubano que provocó la muerte de 73 personas el 6 de octubre de 1976 en Barbados, denunció la periodista venezolana Alicia Herrera.

En entrevista con Prensa Latina, la reportera consideró que a 35 años de ese “cruel y horrendo suceso” no cesa la cadena de dolor y el reclamo del pueblo de Cuba, especialmente de los familiares de las víctimas, para alcanzar la justicia.

Con indignación, Herrera recordó cómo los autores materiales del nefasto hecho, Hernán Ricardo y Freddy Lugo, le confesaron a ella su participación en el atentado y sus vínculos con los responsables intelectuales, Luis Posada Carrilles y Orlando Bosch.

Las aseveraciones de los criminales aparecen en el libro Pusimos la bomba… ¿y qué?, un texto de denuncia de Herrera publicado por primera vez en 1981, y cuya tercera edición de 2005 incluye documentos desclasificados que ratifican la culpabilidad de los terroristas.

Entre esos textos, señaló la escritora, aparece uno dirigido al secretario norteamericano de Estado en esa época, Henry Kissinger, en el cual está incluido un comprometedor comentario de Bosch durante una cena de recaudación.

Las palabras del criminal, citó Herrera, fueron: “Ahora que nuestra organización ha salido bien parada del trabajo de Letelier (se refiere al asesinato del canciller chileno durante el gobierno del presidente Salvador Allende ocurrido el 21 de septiembre de 1976) vamos a tratar de hacer algunas otras cosas”.

Según ese documento, un informante de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) oyó por casualidad cuando Posada Carriles afirmaba en septiembre de 1976 “vamos a golpear a un avión cubano”.

Esas evidencias y otras confirman la complicidad de Washington con los terroristas, un vínculo que continúa en la actualidad, criticó Herrera, quien se refirió además a informaciones hechas públicas en 2007 por Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Kornbluh sacó a luz que “Estados Unidos estuvo implicado, pues los exiliados opositores de (Fidel) Castro que planearon este crimen tenían vínculos anteriores con la CIA…, además, Posada y su empleado venezolano, Hernán Ricardo, quien colocó la bomba en el avión, eran bien conocidos por nuestro agregado del FBI (Buró Federal de Investigaciones) en Caracas”.

Otras afirmaciones contra los terroristas, entre ellas que “pocas horas después que el avión cayó al mar, varias fuentes del FBI identificaron a Posada y Bosch como autores de este ataque terrorista” son detalladas ampliamente, recalcó Herrera.

Pese a todas estas pruebas, enfatizó, Posada Carriles sigue libre en suelo estadounidense y hace poco tiempo lo llevaron a juicio por mentir a las autoridades migratorias norteamericanas, sin embargo, no lo juzgan como lo que es: un criminal.

Tampoco, manifestó Herrera, Washington extradita al terrorista a Venezuela, como solicita desde hace varios años Caracas, donde participó en hechos de sangre que ocasionaron luto a diversas familias.

Recordó que Bosch, vinculado también a la CIA, murió en Estados Unidos sin recibir castigos por sus fechorías y bajo el amparo del indulto que le concedió el presidente George Bush, padre.

La pregonada lucha de Washington contra el terrorismo es una gran mentira, ¿cómo creer en ella cuando esa nación permite que criminales se paseen por sus calles con total impunidad?, expresó Herrera.

(Con información de Prensa Latina)