miércoles, 19 de octubre de 2011

Ya comenzó a amenazar: Editor de The Washington Post es el nuevo presidente de la SIP

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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) eligió este martes a Milton Coleman, editor adjunto de The Washington Post, como el nuevo presidente de la organización hemisférica para el periodo 2011-2012.

Jaime Mantilla, del diario ecuatoriano Hoy, fue designado como primer vicepresidente durante la 67 asamblea general realizada en Lima, donde se examinó la violencia y las formas legales de censura contra periodistas en la región.

Coleman dijo en rueda de prensa que el periodismo en la región “pasa por un momento crítico”. “El desafío al que nos enfrentamos en estos momentos es claramente demostrado en Ecuador, Bolivia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Argentina y la manera más letal en México”. La SIP contabiliza que en lo que va de 2011 han muerto 21 periodistas en Latinoamérica.

Añadió que durante su gestión “presionará incluso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos” en casos de amenazas al periodismo en la región.

Dijo que además buscará que “los líderes de todas las naciones suscriban la declaración de Chapultepec que incluye los 10 principios de la libertad de la prensa… haremos una fuerte presión porque así nos fortalecemos”.

Coleman nombró como presidente de la comisión de Libertad de Prensa de la SIP al director del diario peruano La República, Gustavo Mohme.

(Con información de agencias/Aporrea)

Abogado Philip Horowitz: “Estoy preocupado por la seguridad de René”

Philip Horowitz

Philip Horowitz

Por Gloria La Riva
Traducida por Juanita López Rodríguez

Philip Horowitz, el abogado de René González, concedió una entrevista con Gloria La Riva del Comité Nacional por la Libertad de los Cinco Cubanos, días despúes de que salió René de la prisión de Marianna, Florida.

Pregunta: Sr. Horowitz, gracias por darnos la oportunidad de entrevistarlo. Sé que ha estado usted muy ocupado. Meses antes, René González tenía derecho a haber sido liberado antes para ser enviado a un centro de reinserción social, según entiendo, pero le fue negado. Ahora, la jueza Lenard está exigiendo que René permanezca en Estados Unidos para cumplir tres años de libertad bajo supervisión. ¿Esto resulta inusual para este tipo de caso, especialmente cuando se ha cumplido la sentencia completa? ¿Cuál es el objetivo de la libertad bajo supervisión, en términos generales? ¿Cómo se aplica en el caso de René?

Respuesta: La libertad condicional (parole) fue abolida en el sistema federal en 1987, cuando entró en vigor la Ley de Reforma de Sentencias del año 1984. En lugar de la libertad condicional, todo acusado, sentenciado a un término de encarcelamiento, recibe un término de libertad bajo supervisión después del encarcelamiento, similar al sistema bajo “parole” que estaba antes en vigor.

Para el caso de René, número uno, no es inusual recibir libertad bajo supervisión después de concluido el término de permanencia en prisión. Número dos, es inusual por el hecho de que René, teniendo doble ciudadanía ha visto literalmente ignorada su ciudadanía cubana por parte de la corte del distrito, exigiéndosele cumplir su libertad bajo supervisión en Estados Unidos. Lo corriente para un acusado que no sea ciudadano de Estados Unidos es ser deportado y cumplir su libertad bajo supervisión, solo en papeles, en su país natal. Por ejemplo, un ciudadano colombiano sería deportado a Colombia, y no existe ningún funcionario para asistir su libertad condicional en Bogotá. Esa persona estaría en su casa con su familia, técnicamente en libertad bajo supervisión, pero sin exigencias de reportarse u otra exigencia de ese tipo, como tiene que hacerlo René.

P: Se ha mencionado que existe la posibilidad de que él renuncie a su ciudadanía de EE.UU. Teniendo en cuenta las relaciones EE.UU. - Cuba, ¿esto no lo pondría en peligro, o riesgo, de ser detenido nuevamente?

R: Antes de su liberación, René planteó renunciar a su ciudadanía de EE.UU. y, a cambio, regresar a Cuba. La propuesta no fue aceptada por el gobierno porque está todavía aquí.

Si fuera para él elegir, la elección de mi cliente sería, como siempre, regresar al seno de su familia. Si eso significa renunciar a su ciudadanía de EE.UU., entonces que así sea. Su matrimonio es más importante que eso, la posibilidad de ver a sus hijas es mucho más importante que eso.

P: El 11 de octubre, René se encontró por primera vez con los funcionarios que supervisarán su libertad condicional. ¿Cuáles son los términos? ¿Se le exige tener un trabajo, se puede trasladar a otro estado, y qué es necesario para que eso pueda ser? ¿Es eso lo que él está buscando?

R: René tiene condiciones normales, así como también condiciones especiales de su libertad condicional. Sus condiciones normales son bien típicas de cualquier acusado que se encuentre en libertad bajo supervisión. Esto incluye mantener un empleo remunerado, o buscar empleo activamente; no poseer armas de fuego u otras peligrosas; no puede abandonar el distrito judicial donde reside sin la autorización del funcionario que supervisa su libertad condicional; debe de reportarse una vez al mes.

Si cambia de dirección, tiene que informarlo al funcionario que supervisa su libertad condicional, también, abstenerse del consumo excesivo de alcohol, etc. Esto es muy estándar, no es solo para René.

René tiene algunas condiciones especiales que fueron indicadas por la jueza: Él tiene que darle al funcionario que supervisa su libertad condicional acceso completo a su información financiera, estar sometido a la investigación de su persona y su conducta apropiada, en una manera razonable en un momento razonable, lo cual es también una condición estándar. Otra cosa que es diferente para René es que le está prohibido asociarse con o visitar lugares específicos donde individuos o grupos tales como terroristas, miembros de organizaciones que propugnan la violencia, figuras del crimen organizado, o es conocido que están o los frecuentan.

P: ¿Planea usted alguna moción legal para que René pueda retornar a su hogar? Usted planteó antes que puede apelar a una corte superior.

R: Nosotros no vamos a apelar en este momento a una corte superior acerca de lo establecido por la jueza el 16 de septiembre. René ha decidido dejar que su conducta le demuestre a la jueza Lenard que él es una persona que merece poder regresar a Cuba. Y él sí lo mostrará. En el momento apropiado yo renovaré mi solicitud para que se le permita cumplir el resto de la libertad bajo supervisión en Cuba. No hay un tiempo establecido para ello.

P: Si René no puede regresar a casa por el momento, ¿qué posibilidad hay de que su esposa Olga pueda venir a EE.UU.?

R: Olga fue deportada de Estados Unidos en el año 2000, y no puede volver a entrar sin un permiso expreso por escrito del Fiscal General de EE.UU. o, creo yo, del Director de Ciudadanía y Naturalización, puede ser aduanas o protección de fronteras, uno de estos departamentos que están bajo la jurisdicción de la Seguridad Nacional. Ellos deben darle un permiso expreso por escrito a Olga para venir a EE.UU.

P: Muchos están preocupados por la seguridad de René en el sur de la Florida. El monitoreo a los terroristas estaba detrás de todas las misiones de los Cinco, y hay muchos, incluyendo a Posada, que caminan libremente por las calles de Miami. ¿Usted está preocupado por la seguridad de René?

R: Por supuesto que sí, estoy preocupado por la seguridad de René, punto

P: ¿Cómo podrá ser capaz de encontrar un trabajo, incluso de buscarlo, bajo estas circunstancias?

R: Conozco a René, él es una persona extremadamente ingeniosa, es muy, muy brillante, y espero que no tenga dificultades para hallar empleo.

P: Cuando René salió de la prisión el pasado viernes, usted estaba allí para saludarlo junto con su familia. ¿Qué observó usted?

R: Vi un hombre reunirse con sus hijas, una a la que no había visto fuera de la sala de visitas de la prisión en 13 años. Una que era muy joven para recordar, ya que tenía cuatro meses cuando él fue arrestado. Todo fue pura alegría. Y el encuentro con su padre y su hermano. Este fue uno de los momentos más tiernos que yo haya presenciado en mis 26 años de práctica como abogado.

P: ¿Permanecerá usted como miembro del equipo legal de los Cinco Cubanos? ¿Quedan pendientes asuntos legales con René?

R: Por supuesto me quedaré, he estado trabajando en el caso desde 1998. Los Cinco han trabajado siempre como un equipo. Para René parte de su salida de prisión tiene un sabor agridulce, porque deja a sus cuatro compatriotas detrás. Sus cuatro hermanos están todavía dentro; nosotros estamos todavía luchando por la misma meta, tener a todos los Cinco reunidos con sus familias.

P: ¿Tiene René restringida la libertad de expresión y la capacidad de hablar por su causa, no solo por los términos legales, sino también por lo referente a la “conducta” mientras esté en Estados Unidos? René será un poderoso orador por la libertad de todos los Cinco.

R: Hablar es muy diferente a comportarse. Yo entiendo que no existen restricciones sobre la libertad de palabra de René, a diferencia de cuando estaba en prisión, y toda su correspondencia estaba siendo monitoreada, excepto el material cliente/abogado que goza de privilegio, o asuntos de tipo diplomático que son restringidos. Yo tengo entendido que le es permitido hablar libremente. Nada de su correo o declaraciones serán censuradas.

P: ¿Cuán restringidos serán los movimientos de René en Estados Unidos?

R: Existen 94 zonas en el sistema judicial de Estados Unidos que son distritos federales. René no puede abandonar ningún distrito en el que esté residiendo sin la autorización del funcionario que supervisa su libertad condicional. Por ejemplo, si él está viviendo en el distrito sur de la Florida, él podría viajar de Vero Beach, en el norte, a Key West, en el sur, pero si él quisiera ir a Disney World, necesitaría la autorización del funcionario que supervisa su libertad condicional, porque este lugar está fuera del distrito sur.

P: ¿Tiene la jueza Lenard alguna jurisdicción sobre él actualmente?

R: Sí, la tiene. El funcionario que supervisa su libertad condicional trabaja para la corte y él está supervisando su adaptación.

P: ¿Qué piensa usted acerca de estos largos años de encarcelamiento por los que han pasado los Cinco? ¿Cómo usted ve el tema de la justicia en el caso de los Cinco?

R: Yo pienso que para los acusados, para los cinco todos, así como para mí mismo, esto ha sido como un viaje que ha durado el término de una vida y que aún no ha llegado a su fin. Yo pienso que la confianza que las personas tienen en el sistema de justicia fue decepcionada. Se supone que nosotros tengamos confianza en el sistema de justicia de Estados Unidos, pero yo pienso que esa confianza fue defraudada en este caso. Desde Gerardo hasta Ramón, Tony, Fernando, René, ha quedado probado que el sistema de justicia no funciona.

P: Por favor, háblenos de René como persona, y sobre los otros Cinco, ya que usted los conoce a todos, también.

R: Yo los he tratado por muchos años. Me he sentado con ellos en el tribunal durante siete meses y medio. Ellos son de las personas más educadas que yo haya conocido, de las personas más brillantes y talentosas que yo haya conocido en mi vida. La experiencia de conocerlos y estudiarlos, como alguien que no proviene del mismo origen, abrió mis ojos a muchas cosas, individual y colectivamente.

P: René ha sido siempre alegre, con un gran sentido del optimismo todos estos años. ¿Cómo se siente él ahora?

R: Obviamente un poco más alegre, él ha pasado cada momento en que está despierto con su hermano, su padre y sus dos hijas. Se puede ver cómo ellos están reencontrándose, está teniendo lugar, rápidamente, la adaptación que él está haciendo después de haber sido arrancado del seno de su familia por tan largo tiempo. Puedo ver cómo la familia se mantiene unida, cohesionada. Él y su hermano - su relación se retomó en el mismo punto donde había quedado, es increíble. Y con sus hijas y el padre, lo mismo. Lo que le falta es encontrarse con su esposa.

P: En nombre de las muchas personas involucradas en la lucha por la libertad de los Cinco, nosotros apreciamos enormemente su esfuerzo y el de todos los integrantes del equipo legal. El hecho de que los abogados del juicio hayan permanecido durante el periodo de apelaciones, es algo muy especial. Yo pienso que su relación con ellos se prolongará por mucho tiempo después de la terminación del caso, con los Cinco en sus hogares. Le agradecemos todo lo que ha hecho.

R: Gracias.

Cremata: “No se puede negar a un pueblo, y sobre todo a sus niños, que respeten a los héroes”

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Carlos Alberto Cremata, al centro, con los niños de La Colmenita en Washington DC. Foto: Bill Hackwell

La cámara de Cubadebate captó un diálogo entre Carlos Alberto Cremata, director del la Compañía de Teatro Infantil La Colmenita, y José Pertierra, el abogado que representa a Venezuela en el caso de extradición del terrorista Luis Posada Carriles, cubano de nacimiento y nacionalizado venezolano.

Cremata es el hijo de una de las 73 víctimas que viajaban en el avión que hizo estallar el terrorista en el aire, con dos bombas de C-4. La Colmenita está ahora en Washington DC, donde Pertierra tiene su bufete, y la conversación entre ambos necesariamente pasa por la decisión de Venezuela de llevar al asesino ante la justicia y por el dolor de los familiares de las víctimas de ese escandaloso crimen.

José Pertierra: Tin, tu papá fue una de las víctimas de la voladura del avión de Cubana de Aviación en Barbados el 6 de octubre de 1976. ¿Cuántos años tenías tu en ese momento?

Carlos Alberto Cremata: 15 años.

José Pertierra: ¿Puedes explicarnos el impacto que el asesinato de tu padre tuvo en ti a esa edad?

Carlos Alberto Cremata: Me aferraba más a la idea de que todavía había alguna esperanza. Que no se perdiera una persona que no puede desaparecer. Al principio sentí un desconcierto muy grande. Yo lloré mucho cuando Fidel hizo aquel discurso en que dijo “cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla …”

Es muy difícil no sentirse como conmovido. Como se sintió todo ese pueblo en Cuba. Hasta lo último. Pero no era fácil. Me aferraba más a la idea de que había alguna esperanza.

Unos meses después de aquel 6 de octubre (de 1976), yo estaba en el comedor de los Camilitos (preuniversitario militar) y de golpe pensé: ¿quién me devuelve todos esos meses que he estado yo sin papi? Dejé la bandeja e inmediatamente salí y lloré, lloré y lloré. Es cuando empecé a reconocer la posibilidad real de que lo habían matado y la rabia fue in crescendo. Yo estuve años con una rabia in crescendo.

José Pertierra: ¿Cómo es que decides hacer teatro? ¿Cuántos años tenías y qué te inspiró?

Carlos Alberto Cremata: Muy poca gente sabe esto. Yo entré en los Camilitos con 11 años, y el hecho (la voladura del avión) se produce en mi ultimo año de los Camilitos. Cuando estaba allí, hacía teatro con mis compañeros desde los 11 años. Empecé a ganar premios. Pero yo lo único que hacía era exclusivamente repetir lo que veía hacer a mi papá con los compañeros de oficina en el aeropuerto José Martí.

Mi papá montaba las obras de teatro para sus compañeros. Simplemente por placer. Y esas mismas obras casi siempre eran sainetes, obras de divertimento. Casi siempre obras de Enrique Núñez Rodríguez. La primera que monté se llamaba “Este burócrata es la muerte”, una comedia de Enrique Núñez Rodríguez. La había acabado de hacer mi papá hacía un mes en el aeropuerto. Yo iba con él a todos los ensayos. Me sabía todo los parlamentos. Le pedí el texto y fue la primera obra que yo monté con 11 años en los Camilitos. La obra que había visto hacer a mi papá. A partir de ahí, las obras que yo montaba- que ganaban premios -cada 3 meses, cada 6 meses– eran exactamente las obras que yo había visto montar a mi papá.

Cuando voy a salir ya de los Camilitos pierdo a mi padre, al ser que yo imitaba, al ídolo, al maestro, al maestro de mi verdadera vocación.

José Pertierra: Tin, cuéntanos de la formación académica que recibiste. ¿Dónde estudiaste y qué?

Carlos Alberto Cremata: Estudié en la Unión Soviética por cinco años. Fui a estudiar una carrera artística. Me gradué como director artístico. Pero el título científico es Licenciado en Ciencias Pedagógicas. Y de pronto se unión esa formación academica de la Pedagogía con la dirección artística. Cuando me gradué en el Instituto Superior de Arte (ISA), empecé a hacer con mi mamá un programa de televisión con niños. Todo eso confluye en el nacimiento de La Colmenita.

Pero el verdadero director artístico de La Colmenita es mi papá. Yo sigo recibiendo indicaciones, consejos. Yo todavía me siento como el asistente de dirección. Porque además mi papá tenía una gracia con los niños absolutamente inimitable. No he visto un ser humano. Lo que hacía papi con los niños de la cuadra era impresionante.

Yo nunca he llegado a tanto. Papi era ese flautista de Hamelín que va por las calles y los niños lo siguen. Era muy simpático, muy alto. Era muy especial. Se parecía mucho al actor norteamericano Robert Mitchum. Todo lo que hago ahora, estoy seguro que lo hubiera hecho con papi.

José Pertierra: Venezuela sigue pidiendo que EEUU extradite al autor intelectual de la voladura del avión cubano. Hay 73 cargos de asesinato pendiente contra Posada Carriles en Caracas, pero él vive libremente en Miami. ¿Cómo te sientes ante el fenómeno de la impunidad que goza en los Estados Unidos el asesino de tu padre?

Carlos Alberto Cremata: Lo que más nos ha preocupado (del caso Posada Carriles) es la impunidad. Con el ejemplo que le pueden dar a otros que quieren hacer lo mismo: enlutar la vida, el camino. Imáginate que otros digan que pueden hacer lo mismo. Ese es el todo del terrorismo. El terrorismo va a existir mientras exista la impunidad. El primer paso para eliminar el terrorismo es eliminar la impunidad de los asesinos. Lo de Posada no tiene nombre. Se fugó de una prisión. Está Venezuela esperando. Hay leyes internacionales, pero reina la impunidad.

José Pertierra: Hay cierta crítica en los medios de Miami hacia La Colmenita, porque dicen que los que hace en esta gira es propaganda política. ¿Tienes alguna reacción a eso?

Carlos Alberto Cremata: Me interesa mucho que me haga esa pregunta, porque antes de venir para acá yo tuve la oportunidad de ver en la televisión norteamericana una obra para Kindergarten donde le estaban enseñando a los niños a amar a Martin Luther King. Tenemos todo el derecho del mundo -todos los pueblos del mundo- a respetar, a admirar y a querer a nuestros héroes.

En estos momentos en Cuba, no hay ninguna diferencia entre estos Cinco hermanos y todos los héroes de la nación. Amamos tanto a Martí, a Maceo, a Camilo como amamos a esos Cinco hermanos. Al final, todos estaban haciendo lo mismo: velando por la nación. Estaban velando por los ciudadanos. Estaban velando contra el terror, contra la muerte, contra todas esas cosas horribles.

Los que critican de esa manera a La Colmenita, primero no han visto la obra Abracadabra. Yo vi uno de sus programas (que critican a La Colmenita) y lo que hacen es que ponen a Federico en una escena (que por cierto ya no está en esta versión que realizamos en EEUU) donde dice: “Los Cinco héroes eran cinco hombres que luchaban contra el terrorismo”. En ese momento, Federico lo que está haciendo es criticando en la obra como a veces los niños o los adultos repiten como papagallos consignas y lemas.

Lo que propone la obra, lo que propone la profesora, es que no vamos a hablar de héroes. Vamos a hablar de seres humanos. Y vamos a entender por qué nuestro pueblo les llama Héroes. Uno puede estar de acuerdo o no. Pero lo que no se puede hacer jamás es negarle a un pueblo, y sobre todo a sus niños, a que respeten a sus héroes. Ellos no son héroes oficiales. No son héroes de la prensa. No son héroes de la propaganda. Son los héroes reales del pueblo.

Yo invito a todo el que pueda a que vaya a Cuba, y que investigue cómo la gente de a pie, cómo la gente del pueblo (que tienen muchas insatisfacciones, que tienen muchas ideas), cómo ese pueblo siente a los Cinco hermanos nuestros.

José Pertierra: Gracias, Tin. Gracias por traernos lágrimas y risas a la misma vez con la labor que realizas en La Colmenita.

Reflexiones de Fidel: Las dos Venezuela

Ayer hablé de la Venezuela aliada al imperio donde Posada Carriles y Orlando Bosch organizaron el brutal estallido de un avión de Cubana en pleno vuelo, que originó la muerte y la desaparición de todos sus pasajeros, incluido el equipo juvenil de esgrima que obtuvo todas las medallas de oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe del que fue sede ese país, a los que hoy, cuando tienen lugar los Juegos Panamericanos en Guadalajara, se les recuerda con tristeza.

No era la Venezuela de Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco, sino la del tránsfuga, traidor y ponzoñoso Rómulo Betancourt, envidioso de la Revolución Cubana, aliado al imperialismo, que tanto cooperó con las agresiones a nuestra Patria. Después de Miami, aquella propiedad petrolera de Estados Unidos fue el principal centro de la contrarrevolución contra Cuba; a él corresponde ante la historia una parte importante de la aventura imperialista en Girón, el bloqueo económico y los crímenes contra nuestro pueblo. De esa forma se inició la era tenebrosa, finalizada el día en que Hugo Chávez juró el cargo sobre la “moribunda constitución” que sostenía en sus manos temblorosas el ex presidente Rafael Caldera.

Habían transcurrido 40 años desde el triunfo de la Revolución Cubana y más de un siglo de saqueo yanqui del petróleo, las riquezas naturales y el sudor de los venezolanos.

¡Muchos de ellos murieron en la ignorancia y la miseria impuesta por las cañoneras de Estados Unidos y Europa!

Existe por fortuna la otra Venezuela, la de Bolívar y Miranda, la de Sucre y una legión de jefes y pensadores brillantes que fueron capaces de concebir la gran patria latinoamericana de la cual nos sentimos parte y por la que hemos resistido más de medio siglo de agresiones y bloqueos.

“… impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”, reveló el Apóstol de nuestra independencia José Martí la víspera de su muerte en combate.

Entre nosotros se encuentra precisamente en estos días Hugo Chávez, como quien visita un pedazo de la gran patria latinoamericana y caribeña, concebida por Simón Bolívar; él comprende mejor que nadie el principio martiano de que “… lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía”.

Conversé largamente con él ayer y hoy. Le expliqué el afán con que dedico las energías que me restan a los sueños de un mundo mejor y más justo.

No es difícil compartir sueños con el líder bolivariano cuando el imperio muestra ya los síntomas inequívocos de una enfermedad terminal.

Salvar la humanidad de un desastre irreversible, es algo que hoy puede depender simplemente de la estupidez de cualquier presidente mediocre de los que en las décadas más recientes han dirigido ese imperio e incluso de alguno de los cada vez más poderosos jefes del complejo militar industrial que rige los destinos de ese país.

Naciones amigas de creciente peso en la economía mundial por sus avances económicos y tecnológicos y su condición de miembros permanentes del Consejo de Seguridad como la República Popular China y la Federación Rusa, junto a los pueblos del llamado Tercer Mundo, en Asia, África y América Latina, podrían alcanzar ese objetivo. Los pueblos de las naciones desarrolladas y ricas, cada vez más esquilmados por sus propias oligarquías financieras, comienzan a desempeñar su papel en esa batalla por la supervivencia humana.

Mientras tanto el pueblo bolivariano de Venezuela se organiza y se une para enfrentar y derrotar a la nauseabunda oligarquía al servicio del imperio que pretende asumir de nuevo el gobierno de ese país.

Venezuela por su extraordinario desarrollo educacional, cultural, social, sus inmensos recursos energéticos y naturales, está llamada a convertirse en un modelo revolucionario para el mundo.

Chávez, que surgió de las filas del Ejército Venezolano, es metódico e incansable. Yo lo he observado durante 17 años desde que visitó por primera vez a Cuba. Se trata de una persona sumamente humanitaria y respetuosa de la Ley; jamás ha tomado venganza contra nadie. Los sectores más humildes y olvidados de su país le agradecen profundamente que por vez primera en la historia haya una respuesta a sus sueños de justicia social.

Veo con claridad, Hugo -le dije- que la Revolución Bolivariana en brevísimo tiempo puede crear empleos, no solo para los venezolanos sino también para sus hermanos colombianos, un pueblo laborioso, que junto a ustedes luchó por la independencia de América, un 40 % del cual vive en la pobreza y una parte importante en estado de pobreza crítica.

Sobre estos y otros muchos temas tuve el honor de conversar con nuestro ilustre visitante, el símbolo de la otra Venezuela.

Fidel Castro Ruz

Octubre 18 de 2011

10 y 15 p.m.