miércoles, 18 de mayo de 2011

Miles de personas desafían a policía española y se concentran en la Plaza del Sol

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El Movimiento 15M se enfrentaba hoy a su prueba de fuego, en el cuarto día de movilizaciones, pero la Junta Electoral de Madrid la ha echado por tierra. En una resolución notificada esta tarde a la Delegación del Gobierno, alega que no existen “causas extraordinarias y graves” que justifiquen la convocatoria urgente de la concentración y la veta por motivos electorales y por influir en el derecho de los ciudadanos a decidir libremente su voto.

Los convocantes querían mantener el pulso hasta el 22-M, pero ahora tienen una primera resolución oficial en su contra. Pese a la prohibición, han decidido mantener la convocatoria y miles de personas están concentradas en la Puerta del Sol. Más de 500 policías se han desplazado a la plaza. Pero, de momento, no han actuado.

La Junta Electoral de Madrid cree que la petición del voto responsable a la que se refieren los convocantes “puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto”. Esta mañana la Delegación del Gobierno se ha reunido con algunos de los convocantes que pretendían legalizar la protesta que se iba a celebrar a las 20.00 en la Puerta del Sol de Madrid. Pero, en lugar de darles una respuesta, la Delegación les ha comunicado que, en periodo electoral, es competencia de la Junta Electoral tomar este tipo de decisiones. La Ley de Huelga y Manifestación especifica que la petición oficial para realizar concentraciones de este tipo debe hacerse con 10 días hábiles de antelación, incluso aunque no haya campaña electoral.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha autorizó el pasado 12 de mayo una manifestación similar a la que hoy ha prohibido en Madrid la Junta Electoral de Madrid y revocó la prohibición de la marcha convocada el pasado 15 de mayo por Democracia Real Ya en Toledo.

Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que pondrán en marcha el dispositivo policial oportuno para impedir que se pueda celebrar la protesta. Ya ha habido reuniones entre la delegada del Gobierno, Dolores Carrión, y el jefe superior de Policía, Javier Redondo, para desplegar a los agentes “necesarios” para que de forma preventiva no se pueda llevar a cabo la concentración esta tarde. La resolución ya ha sido notificada a las partes, por lo que las fuentes de la Delegación esperan que todo se desarrolle sin incidentes.

La Junta Electoral de Madrid alega que la convocatoria puede influir en la libertad de voto de los ciudadanos

La policía está a la espera de recibir instrucciones de la delegación de Gobierno para ver cómo acometen un problema que han calificado de “muy delicado” porque cualquier persona que acuda a esta manifestación incurrirá en un delito electoral, según fuentes policiales. Fuentes de la Delegación de Gobierno han confirmado a EL PAÍS que la policía va a empezar a distribuir octavillas con la resolución de la Junta Electoral Provincial e invitarán a la gente a que se marche. Por ello les recordarán que si permanecen en ese sitio pueden ser culpado de un delito electoral. La orden de los policías es no actuar salvo en caso de vandalismo.

“No nos movemos”

El caos se ha instalado en el campamento de la Puerta del Sol apenas una hora y media antes de la concentración convocada para esta tarde a las ocho. La decisión de la Junta Electoral Provincial de prohibir concentración promovida por el 15-M iba de boca en boca por toda la plaza. Las comisiones organizadoras se han reunido para decidir si levantan el campamento o si se quedan otra noche más.

De momento, no se van a mover de la Puerta del Sol. Carlota Jover, jurista, ha comunicado la decisión a los medios y ha explicado que habían oído que se había “prohibido la concentración, pero no es así”. Según ha asegurado Jover, “es un dictamen de la Junta Electoral Provincial y no tiene efectos vinculantes, por lo que no se ha prohibido nada” y tampoco se les “ha comunicado nada”. Se han enterado por “fuentes extraoficiales”. En los corrillos de la Puerta del Sol la respuesta es clara: “No nos movemos”.

“Yo voy a estar aquí esta noche, mañana, pasado y el domingo, si no lo hago es porque estoy en un calabozo”, dice un miembro que no se ha querido identificar de la Comisión de Información Legal. Aún así, la decisión final la tiene la Asamblea que tiene que adoptar el acuerdo por consenso.

Con los mismos argumentos de Madrid, la Junta Electoral de Granada también ha prohibido las concentraciones y acampadas del 15-M, según ha confirmado la Subdelegación del Gobierno. La de Granada estaba prevista esta tarde frente al Ayuntamiento, en la plaza del Carmen. Sin embargo, en otras ciudades como Valencia, la junta electoral ha autorizado la manifestación. Por eso, mañana la Junta Electoral Central unificará los criterios.

Las prohibiciones no han hecho mella en los manifestantes andaluces, que mantienen las convocatorias e incluso algunos, como es el caso de Sevilla, las están adelantando en un día. Las redes sociales están ya convocando en la capital andaluza para hoy a las 20.00. En las últimas horas, una decena de jóvenes de Huelva se ha sumado a las acampadas.

Francisco Jurado, integrante de Democracia Real Ya en Sevilla, ha calificado las decisiones de las juntas electorales de “uso perverso del derecho” porque a su juicio no hacen actos electorales. Según Jurado, que es licenciado en Derecho, las prohibiciones se han hecho “a sabiendas de que los recursos no llegarán a tiempo”. Los miembros del movimiento 15-M pretenden de Sevilla celebrar esta misma tarde en la Plaza de la Encarnación una asamblea para decidir qué hacer ante la nueva situación.

Ya en la asamblea que se celebró en la Puerta del Sol ayer al filo de la medianoche algunos portavoces barajaban que el éxito de la movilización dependía de que los acampados permanecieran hasta el próximo domingo, el día de las elecciones municipales y autonómicas. Pero ahora la situación ha cambiado.

Protagonismo en la campaña electoral

El movimiento que comenzó el pasado domingo con multitudinarias manifestaciones en más de 50 ciudades de España en protesta por la crisis económica y política no se detiene y a apenas cinco días de las elecciones autonómicas y municipales los indignados, como ya se les conoce, han tomado el protagonismo de la campaña electoral. La plataforma Democracia Real Ya!, convocante de las marchas del domingo, se desvincula ahora del movimiento. “Nosotros solo lo empezamos, ahora son los ciudadanos los que se han organizado”, dijo Carlos Paredes, uno de sus portavoces, que aprovechó las cámaras de los medios de comunicación para pedir “a aquellos que quieren montar gresca que se queden en casa”.

Insisten en que es un movimiento pacífico, que aboga por “despertar la conciencia social” y se desmarcan de cualquier partido político o asociación. “Somos ciudadanos y tenemos derecho a indignarnos”, gritó una joven a través del megáfono. E indignada estaba Andrea Foch, que no dudó en introducirse en el tumulto empujando el carrito de su bebé de unos meses.Tiene 27 años y a los cinco meses de embarazo la echaron de la escuela infantil en la que trabajaba como educadora porque iba a ser madre. “Para indignarse, ¿no?”, pregunta mientras inicia una consigna que enseguida cala entre la gente y se repite: “Indignados y organizados”.

(Cubadebate)

Descubren a 513 migrantes ocultos en dos trailers en frontera México-EEUU

Uno de los caminones que transportaba a los inmigrantes, analizado por escáner.- EFE

Uno de los caminones que transportaba a los inmigrantes, analizado por escáner.- Foto: EFE

No hay negocio más rentable que el de la carne humana desesperada. La policía del Estado de Chiapas, en la frontera sur de México, lo pudo comprobar de nuevo el martes, al darle el alto a dos tráilers que procedían de Guatemala. Mediante un sistema de rayos X, los agentes descubrieron que en el interior de uno de ellos viajaban 273 migrantes indocumentados, todos hombres, y en el otro, 240, entre los que se encontraban 32 mujeres y cuatro niños.

Según declararon los migrantes, en su gran mayoría guatemaltecos, tan inseguro pasaje hacia Estados Unidos -más de 1.700 kilómetros a través de México- les había costado a cada uno 7.000 dólares, alrededor de 5.000 euros, que tuvieron que pagar por adelantado a una organización de polleros.

La radiografía es terrible. Hombres empaquetados, a una media de seis por metro cuadrado, unos de pie, otros sentados, también mujeres y niños, a 40 grados de temperatura, con más de 20 horas de camino por delante -lo que se tarda sin detenerse de Tapachula a Reinosa-, sin más garantías que la improbable buena voluntad de los traficantes. De los 273 migrantes que viajaban en uno de los camiones, 199 son guatemaltecos, 28 salvadoreños, 26 ecuatorianos, 12 indios, seis nepalíes, un hondureño y un dominicano. En el otro tráiler se ocultaban 240 personas: 211 guatemaltecos, 19 salvadoreños, seis ecuatorianos, tres chinos y una japonesa. ¿Estamos hablando de 513 locos, protagonistas sorprendentes de un caso aislado? Nada más lejos de la realidad.

Según datos oficiales, unos 300.000 migrantes intentan cada año la difícil aventura de cruzar desde Guatemala o Belice hacia México (unos mil kilómetros de frontera), atravesar luego el muy peligroso territorio mexicano (más de 11.000 migrantes fueron secuestrados de abril a septiembre de 2010) para, finalmente, tratar de brincar hacia Estados Unidos por alguno de los 3.000 kilómetros de frontera, exponiéndose a la codicia de los coyotes, el sol del desierto, las mordeduras de las serpientes o los agentes de la patrulla fronteriza…

Por si fuera poco, y según lleva denunciando desde hace años el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde, responsable de uno de los 54 albergues que tratan de ayudar a los migrantes en su ruta hacia Estados Unidos, las autoridades de México no hacen sino aumentar su sufrimiento. “Las instituciones migratorias”, asegura, “están totalmente infiltradas por el narcotráfico. Hay agentes que trabajan para el Instituto Nacional de Migración (INM) y al mismo tiempo para el cartel de Los Zetas, que se dedica a secuestrar, violar y matar a los migrantes. Yo he dado sus nombres a la actual responsable del INM en Chiapas, Mercedes Gómez Mont, que es hermana del anterior secretario federal de Gobernación, pero aún no ha hecho nada”.

El padre Solalinde no está solo en su denuncia. Otras organizaciones como Amnistía Internacional también dibujan al Instituto Nacional de Migración como un departamento “infiltrado por el crimen organizado, opaco y burocrático, que favorece la ilegalidad y la corrupción y tolera los abusos cometidos por servidores públicos y delincuentes”. De hecho, más de 200 agentes migratorios han sido despedidos ya por corrupción y otros 350 están siendo investigados.

Hay otro dato que llama mucho la atención del padre Solalinde. En lo que va de mayo, ya han sido detenidos 795 migrantes sin documentación en los estados sureños de México. Esta cifra, el doble o incluso el triple de la habitual, responde, según el luchador por los derechos de los migrantes, “a la presión de los Estados Unidos para que México cree una especie de policía fronteriza en los estados fronterizos con Guatemala”.

A este respecto, varios documentos del departamento de Estado filtrados por Wikileaks y publicados por este periódico a finales de 2010 ya reflejaban la preocupación de EEUU por la “porosa” frontera entre México y Guatemala, verdadero paraíso para traficantes de armas, droga y hombres. Los cables, redactados a finales de 2009 y sobre el terreno por diplomáticos estadounidenses, llamaban la atención sobre la poca vigilancia que México dedica a su frontera sur: “Solo 125 oficiales de inmigración mexicanos mexicanos controlan las 577 millas (928 kilómetros) de frontera con Guatemala”.

Solo un policía cada ocho kilómetros de frontera. Solo 125 agentes para evitar que los traficantes de carne humana sigan fletando ataúdes rodantes hacia Estados Unidos.

(Con información de Pablo Ordaz, de El País)

Manolo Micler: “Nosotros no hacemos folclor, el folclor lo hace el pueblo”

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí en 5ta. Avenida y calle 32, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña una gran personalidad de la cultura: bailarín, coreógrafo, y director general del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba.

Muchas veces la gente me ha dicho: cuando llevas a algún bailarín, nada más estás llevando a personas del Ballet Clásico. Bueno, pues hoy estamos satisfaciendo los gustos y el interés de las personas que se preocupan por otros movimientos danzarios. Y sobre todo el folcor, que es tan importante y consustancial, utilizando esa palabra que me gusta tanto, a la naturaleza del cubano: Manolo Micler.

Manolo, bienvenido, muchas gracias por haber venido.

Manolo. Gracias por invitarme.

Amaury. No, es un deber, es más, tenía que haberlo hecho antes, es la realidad. Yo quiero empezar, porque María de los Ángeles García, relacionista pública del Conjunto Folclórico, me hizo llegar, por cierto, muy bien impreso, este programa del 45 aniversario del Conjunto Folclórico del año 2007. Y hay una cita en él, que hace Rogelio Martínez Furé sobre Fernando Ortiz que la incluyó aquí, donde dice: “Ciencia, conciencia y paciencia en la defensa e ilustración de nuestra cultura popular tradicional”. ¿Qué quiso decir Don Fernando cuando dijo eso?

Manolo. Ese principio, te digo, es una máxima del Conjunto Folclórico Nacional. Ciencia porque para nosotros poder hacer nuestros espectáculos hay que realizar un trabajo de investigación.

Conciencia, porque hay que hacerlo a plenitud de lo que estamos haciendo y de asumir todas nuestras tradiciones, es lo que yo interpreto de esta ciencia, conciencia y paciencia. Como dice Obbatalá, humildad y paciencia.

Paciencia para poder rescatar y para poder llevar a cabo todos nuestros propósitos. Esa es una máxima del Conjunto.

Amaury. Ahora, cuando hablaste de Obbatalá, me estás llevando a la siguiente pregunta, sobre todo para saber qué terreno camino. ¿Tú eres un iniciado, tú eres una persona religiosa?

Manolo. Yo soy un iniciado hace 21 años en el Culto de los Orishas. Mi Orisha, del cual soy iniciado, soy hijo de Yemayá.

Amaury. Perdona que te interrumpa, pero aquí tuvimos una invitada, que no voy a decir el nombre por ética, que es una persona que está iniciada también en los cultos afrocubanos y dijo el nombre de su Orisha, sea dicho el Santo, y después me llamó y me dijo que editara el nombre de su santo porque se aprovechan y le hacen daño. No es tu caso ¿verdad?.

Manolo. No es mi caso, te lo puedo decir ahora mismo si así lo quieres, te lo digo: mi nombre verdadero es Nicolás Manuel García Micler. Posteriormente me pusieron Manolo Micler, Micler es el apellido de mi madre, y quise perpetuarlo. Y mi nombre más profundo es Omii Tomi, al que el agua lo favorece, el favorecido por las aguas.

Amaury. Ahí está, bueno, por eso es lo de Yemayá.

Manolo. Sí.

Amaury. Ahora, el maestro Furé ha dicho, y a mí me parece muy importante esa sentencia, y creo que no lo estaba circunscribiendo solamente al mundo de la danza, sino a la cultura toda. “No olvidemos jamás nuestros orígenes porque el mundo está lleno de imprevistos”

Manolo. Bueno, a mí me parece que eso es fundamental. Uno tiene que reconocerse, reconocer sus ancestros, reconocer sus raíces, reconocer donde uno nace, para entonces poder enfrentar con mejores armas lo que nos depara el porvenir.

Amaury. Claro, es lo que decía el maestro Furé, ¿no?, el imprevisto. La vida no es más que una secuencia de imprevistos, lo que va a pasar mañana, lo que va a pasar pasado mañana. Uno lucha para tener eso lo más controlado posible.

Manolo. Exactamente.

Amaury. Ahora, ¿cómo se crea, cuándo se crea y por qué se crea el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba?

Manolo. El Conjunto Folclórico Nacional de Cuba se funda en 1962 por Rogelio Martínez Furé, etnólogo y por el coreógrafo mexicano Rodolfo Reyes.

En Cuba como tú conoces, no había una institución que fuera capaz de recoger todas estas tradiciones creadas por nuestro pueblo y llevarlas a la escena con todas las exigencias más modernas del teatro. Entonces, la labor del conjunto, inclusive, no ha sido solamente esta presentación de espectáculos, sino de hurgar, de investigar, de rescatar todas esas tradiciones creadas por nuestro pueblo.

Amaury. Pero en aquellos inicios tienen que haber estado rondando el Conjunto los espíritus bienhechores de un Don Fernando Ortiz, o de una Lidia Cabrera, de los etnólogos de la época. ¿Tú crees que esa comunión de espíritus bienhechores protejen al Conjunto?

Manolo. Por supuesto, toda esa tradición, pudiéramos decir, heredada de los padres de los estudios afrocubanos, están rondando en el Conjunto Folclórico. Rogelio fue alumno de Fernando Ortiz, de Argeliers León, de María Teresa Linares, que también fue directora de la Compañía en determinado momento. Todas esas personas nos están rondando constantemente e impulsándonos a hacer cada día nuestro trabajo. Y, por supuesto, inspirándonos en la seriedad, en el amor con que ellos trabajaron.

Amaury. ¿Y de dónde salieron los primeros bailarines que llegaron al Conjunto?

Manolo. Los primeros bailarines del Conjunto fueron personas muy humildes: lavanderas, zapateros, actores, por supuesto, porque también había profesionales, personas de muy humildes cunas, pero profundos conocedores de todas nuestras tradiciones.

Amaury. En los solares.

Manolo. En los solares, en los toques de santos, en el campo, en los bailes populares, bebieron de esa sabiduría, de ese patrimonio tan inmenso que nuestro pueblo ha creado.

Amaury. Manolo, y tú crees que esa primera hornada de bailarines que llegaron al Conjunto, no sé si te acordarás de algunos nombres, pero seguramente estarán allí gentes muy importantes y entrañables, porque Zenaida Armenteros estaba ahí desde el principio.

Manolo. Zenaida Armenteros, por supuesto, que es un icono para nosotros, esa es una figura que…

Amaury. …Para la Patria…

Manolo. …Para todos nosotros. Y de la segunda generación está, Silvina Fabart, está Johannes García, está Alfredo Ofarrill, que fueron intérpretes importantes de la Compañía que fueron de la generación nuestra. Como también puedo decirte que Ana Luisa Cáceres, también forma parte de esta segunda generación que se dedicó, lamentablemente por muy poco tiempo, a la coreografía, pero que tuvo sus resultados en la creación coreográfica.

Amaury. Ahora, será quizás por esa formación humilde de la que me hablabas que llegaban personas que trabajaban en labores prácticamente domésticas y que les llegaba esta necesidad de bailar por la sangre, por el barrio. ¿Quizás será por eso que el Conjunto se identifica, primero que todo, con los bailes afrocubanos? ¿Será por eso? Al principio, yo te hablo al principio, cuando no habían escuelas todavía.

Manolo. No habían escuelas, y te digo, estas personas conocían estas manifestaciones de su medio, pero no todos eran iniciados. Yo te puedo mencionar algunas bailarinas, como por ejemplo, Carmen Duquesne, que no era iniciada, o Nancy Zamora, que tampoco era iniciada y así sucesivamente te puedo mencionar varias personas. Efectivamente, la mayoría eran iniciados, como era Nieves Fresneda, Lázaro Ross, mi padrino, Margarita Ugarte, mi madrina. O sea, eran personas que eran iniciados, no te puedo negar. O Gregorio Hernández, iniciado, que era Abbakuá, o Juan de Dios Ramos, o sea, personas que sí aprendieron de su medio, por eso yo me considero afortunado, porque pude beber de la mano directa de estas personas que conocían profundamente nuestras tradiciones.

Amaury. Pero, qué ocurre cuando hoy uno ve el Conjunto, no es mi caso, como tú sabes, pero para muchas personas del público seguramente sí, ven primero una ausencia palpable, es muy visible, de que no hay personas de raza blanca en el Conjunto, y eso da la impresión como de que el Conjunto Folclórico solamente se dedica al baile puramente africano, desdeñando otras manifestaciones de la Cultura Cubana como pueden ser la música campesina, la música vernácula en todo sentido, el bolero, en fin, otras manifestaciones que ustedes tienen la obligación, y por supuesto, el deber de llevar al escenario.

Manolo. Mira, Amaury, eso no es tan exacto, no es tan exacto.

Amaury. ¡Qué bueno, qué bueno que no es tan exacto!

Manolo. Eso no es tan exacto. Yo te puedo decir, hablándote de la actualidad; en la actualidad hay muchos blancos, por supuesto, provenientes de las Escuelas de Arte, pero siempre, desde el inicio hubo personas de la raza blanca que estuvieron. Mínimo…

Amaury. ¡Tú!.

Manolo. Yo, por ejemplo, que soy de la generación del año 66. Pero es verdad, al principio había muchos negros, realmente, en esos momentos, la gente que dominaba más los bailes era por tradición familiar, y entonces los que tenían más tradiciones de estas raíces, por supuesto, eran gente negra, los negros y los mulatos. Ahora, con relación a los espectáculos el Conjunto, siempre, desde sus inicios, se manifestaron las dos raíces de nuestra cultura, o sea, la proveniente de Europa y la proveniente de África. Porque te puedo mencionar, el primer ciclo, el ciclo Yorubbá, era de los Dioses, un ciclo dedicado a los Dioses, a los Orishas. Después el ciclo Congo, pero antes de bailar el ciclo Congo, se tocaba o se bailaba una contradanza, para ver el mundo de los dominados y de los dominantes. Y entonces, ya el tercer espectáculo, que era el ciclo rumba y comparsa, era la síntesis de ambas culturas, de ambas tradiciones.

Amaury. Pero ¿tú podrías arriesgarte a decir en televisión que el Conjunto Folclórico Nacional fue uno de los primeros, -no estaba creada Danza Contemporánea en esa época, solamente estaba el ballet-, que fusionó en el escenario las dos culturas, la ibérica y la africana?

Manolo. Yo, no tanto, no puedo asegurarlo, no puedo aseverarlo. Pero lo que sí te puedo decir es que desde 1962, el Conjunto estuvo y estuvieron presentes las dos raíces fundamentales de nuestra cultura popular tradicional.

Amaury. Entonces, ya hemos dejado algunas interrogantes que normalmente el público tiene, y que nosotros tenemos el deber, ¡qué deber!, la obligación de aclarar en un programa como este.

Quiere decir, no hay que ser religioso exactamente para…

Manolo. …Para nada…

Amaury. …formar parte del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, una, y no importa el color de tu piel.

Manolo. Dice al maestro Don Fernando Ortiz que no es un problema de natura sino de cultura, de asumir de dónde tú vienes. Por eso la máxima esta que tú me mencionabas de Rogelio Martínez Furé.

Amaury Sí, sí.

Manolo. De no olvidemos jamás nuestros orígenes.

Amaury. Exactamente, bueno ya dichas y aclaradas algunas cosas, vamos a ir a un lugar mucho más entrañable, que es ¿dónde tú naciste exactamente?

Manolo. Bueno, yo no te voy a comenzar a hablar del día exactamente en que yo nací, ni dónde nací. Te voy a decir basándome en una filosofía, la filosofía de los Yorubbá.

Antes de yo nacer, Oloddumare, el Dios creador, mandó a buscar a mi Eleddá, mi Eleddá es mi alma. Y mi Elerí, mi cabeza, escogió mi destino. Y por supuesto, como yo estaba apurado, porque parece que uno escoge la vida buena o la vida mala. Parece que la vida que yo escogí no estaba muy buena que digamos, y entonces me apuré en nacer y nací siete mesino.

Amaury. Ah, caray.

Manolo. Nací el 10 de septiembre de 1946, en un barrio de los llamados marginales, aledaño a la Virgen del Camino. En el barrio donde yo nací, le decían El Callejón, en el barrio de Los Ángeles, le decían El Callejón, allí no había pavimento, era de tierra. Y era una cuartería que fue hecha con la madera que quitaron del hospital Reina Mercedes, que hicieron esa cuartería y se la alquilaban a la gente. Un barrio muy pobre.

Amaury. ¿Tu entorno familiar, quiénes lo conformaban, cuántas personas eran en tu núcleo, allí, en ese cuartón?

Manolo. Bueno, mi familia es bastante extendida, es bastante amplia, muy grande. Pero…

Amaury. …Las personas que estaban muy cerca de ti.

Manolo. Bueno, mi madre, mi madre tuvo cinco hijos, cuatro varones y una hembra, yo soy el más pequeño. Muy pobres, extremadamente pobres, pero mi madre era una persona de mucho rigor, muy fuerte de carácter. Mi madre era una persona que tenía muy bajo nivel de escolaridad, no llegó a sexto grado, pero sí nos inculcó todos esos valores éticos y morales que tenemos en la actualidad.

Amaury. Tenía un alma elevada.

Manolo. Elevada, por supuesto.

Amaury. ¡No tenía una escuela, pero tenía un alma elevada!.

Manolo. Exactamente

Amaury, ¿Y cuándo tú piensas que bailar profesionalmente, era una posibilidad para ti? Porque tú veías la televisión y ahí salían Alberto Alonso, Sonia Calero…

Manolo. No, yo veía eso, por supuesto, no en mi casa, en casa del vecino porque yo no tenía televisión, pero puedo decirte que yo, después que participé en la Campaña de Alfabetización, y cuando regreso, me beco. Saliendo de la beca, voy a buscar a un amigo mío…

Amaury. ¿Te becas en una de estas becas para estudiar solamente?

Manolo. Sí, para estudiar.

Amaury. A mí me pasó igual.

Manolo. Y cuando salgo de pase, voy a buscar a un amigo mío y me dicen: está en Los Marmolistas, el local de un sindicato, cuando llego, había un grupo de aficionados que dirigía la maestra Graciela Chao y faltaba un bailarín.

Amaury. ¿Sobre qué año estamos hablando, Manolo?

Manolo. Estamos hablando del año 63, 1963. Y entonces faltaba un bailarín y me dicen: ¿tú te atreverías a bailar La Troika? Dígole, sí, cómo no, a ver, ¿cómo es?, era muy sencillo el paso de La Troika y la coreografía era bien sencilla. Y fue mi primera función en el Liceo de Guanabacoa. Y a partir de ese momento decidí que la danza iba a ser mi destino final.

Amaury. Fue como una iluminación.

Manolo. Sí, ahí ya, ahí, hablé con mi mamá, le dije: dejo la beca, me pongo a trabajar. Y dejé todo, porque sabía que eso iba ser, eso era lo que yo quería ser.

Amaury. Sí, sí, eso está muy bien, pero tú me hablas de una mamá, buena madre, generosa, recta, llena de virtudes. Pero uno no llega a una cuartería en un barrio cerca de la Virgen del Camino, y le dice a la mamá: yo quiero ser bailarín y ella le dice ¡ay, que bueno!

Manolo. No, no, por supuesto. Cuando yo decido dejar la beca, le digo: Mira, mima, voy a dejar los estudios porque voy a empezar a bailar en tal grupo. Y me dijo: ¿pero no es ballet, verdad? No, no, mima, no es ballet, es una danza folclórica, danzas rusas, latinoamericanas. Dice: Ah, bueno, está bien.

Amaury. ¡Qué cosa! Y tú sabes que yo recordaba, y te voy a hacer la pregunta ahora. Cuando tú me nombraste los bailes de la época. Yo digo, ¿por qué tú crees que muchos de esos bailes ya hoy están en desuso? El cha cha cha, la gente no baila boleros, la gente no baila danzón en líneas generales.

Manolo. Bueno, en sentido general, primeramente yo creo que los lugares donde se baila ese tipo de música, han disminuido, esa es en primera. Y en segunda, que los medios masivos -me perdonan-, pero están haciendo hincapié…

Amaury. No, no, te perdonan, dilo.

Manolo. Están haciendo hincapié en otras cosas, otros tipos de música, yo no estoy en contra de ningún tipo de género, ni ningún temor, porque por suerte, nuestro pueblo siempre ha asimilado todos los ritmos foráneos y los ha transformado en cubanos. O sea, que no es un tipo de temor, pero sí yo veo que se abusa, digamos, del regetón y no tengo nada en contra del regetón.

Amaury. No, no, ni yo tampoco.

Manolo. Pero no hay un equilibrio, yo creo que es falta de equilibrio.

Amaury. Ahí está, esa es la palabra, equilibrio. ¿Qué tiempo tú bailaste, qué tiempo fuiste bailarín, cuántos años?

Manolo. Yo bailé hasta 1982. Desde 1966, o sea.

Amaury. ¿Entraste en el Conjunto?

Manolo. En el Conjunto en el 66. Pero hay una cosa muy importante. Es que desde que yo entro al Conjunto, sin tener una conciencia clara, me di cuenta que el bailarín, como bailarín iba a tener una vida muy corta.

Amaury. Claro, porque normalmente los jóvenes no piensan eso.

Manolo. No, el bailarín, es muy efímera su carrera, y entonces lo que hay que prepararse para eso. Y yo, desde que entré, comencé a anotar, a mi forma y manera.

Amaury. Ah, por qué tú tienes una manera muy particular de…

Manolo. Yo anotaba las coreografías y de esa manera me aprendí el repertorio de aquel momento y eso me permitió después ser ensayador. Y entonces también me preocupé por aprender todos los bailes, masculinos y femeninos. Y eso me permitió ser profesor, y empecé con Rogelio Martínez Furé, no me perdía una conferencia de Rogelio por nada y empezamos a trabajar juntos en los grupos de teatro, en el Teatro Guiñol, en el Grupo de Tito Junco. He trabajado con diversos grupos de teatro impartiendo clases. También, por supuesto, en las escuelas de arte. Pero en esos inicios yo me hice maestro, como se dice, aprendiendo.

Amaury. ¿Y tú crees que ese interés que tú tenías, Manolo, ya desde joven, es una cosa que tú has podido transmitir hoy, y yo voy a hacer un salto, a los muchachos que llegan jóvenes al Conjunto salidos de las Escuelas de Arte?

Manolo. Yo pienso que eso es fundamental, cualquier persona que tenga una responsabilidad en nuestros medios tiene que tener esa responsabilidad de transmitir sus conocimientos.

Desafortunadamente todo el mundo no puede ser maestro, porque hay quien es muy buen intérprete, pero no tiene la posibilidad de transmitir los conocimientos.

Yo, gracias a Oloddumare y a Yemayá, pues tengo esa posibilidad de transmitir mis conocimientos. Y siempre estoy insistiéndoles a los jóvenes, que se preparen para el futuro, para mañana, para cuando ya no tengan fuerzas, ni puedan pararse en la escena por un problema de presencia física. Hay que prepararse. Además, nosotros hay una cosa muy importante, que es el lugar donde tú trabajas, que tienes que preparar esa cantera para que eso se mantenga y sea cada día mejor.

Amaury. Ahora, el momento ese del retiro. Hay gente que dice: sufrí cuando tuve que retirarme porque yo quería seguir bailando, pero estas piernas no dieron más. Y hay otras personas que dicen, piensan o sienten: Ay, ya esto se acabó, qué alivio, a comer, a engordar y a vivir. ¿Cómo fue tu caso?

Manolo. Bueno, tengo que decirte que en la mayoría de los casos cuesta mucho trabajo que el bailarín asuma el momento de decir adiós. Pero yo, en el caso mío, yo soy un bicho raro en este sentido. Dije, es preferible que la gente me diga ¿por qué te retiraste?, a que comenten: ¿Y este, hasta cuándo?

Amaury. ¿Cuándo se va a retirar?

Manolo. ¡¿Cuándo se va a retirar?! Entonces yo eso lo tuve claro, y me retiré, creo que en el momento justo. En el momento que estaba en plena capacidad, y además yo tenía una inclinación muy marcada hacia la creación coreográfica. Me gustó mucho.

Amaury. ¿Y ya siendo bailarín lo habías hecho?

Manolo. Siendo bailarín lo había hecho. Mi primer trabajo fue en 1974, hice un Zapateo. Yo me siento privilegiado, un hombre realizado en el sentido que he asumido toda la cultura popular tradicional. Y realmente he hecho de todo; música popular, danzas de los Orishas, bailes congos, La danza de los apalencados. O sea, que yo…

Amaury. Los Apalencados, esa es una obra muy, muy fuerte y muy popular.

Manolo. Sí, sí. La danza de Los apalencados, es una obra que ha impresionado en todos los lugares donde nos hemos presentado en el mundo entero. En todas partes que el Conjunto ha ido, ha tenido mucho éxito.

Amaury. Es que es bueno también recordar, aunque en este programa normalmente no hacemos este tipo de promociones, que el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, es uno de nuestros grupos artísticos que más países ha visitado. No sé si quedan países…

Manolo. Bueno, yo te digo, yo soy bastante malo con los números, pero te puedo decir que más de 80 giras internacionales ha hecho el Conjunto. Yo creo que nos queda Australia y algunos países asiáticos que no hemos visitado. Pero hemos visitado muchos países de Europa, de América, del Sur y del Norte, del Centro, y el Caribe.

Amaury. Y África.

Manolo. Y África, hemos estado en giras artísticas por Angola, Mozambique, Ghana, Zambia, Argelia, quisiéramos ir a más.

Amaury. Yo creo que África es indispensable para el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, es absolutamente indispensable. Y tú me decías hace un ratico, Manolo, de tu manera muy particular de hacer coreografías. Cuando tú dices; mi manera muy particular, es ¿cómo se hace una coreografía?

Manolo. Bueno, lo primero.

Amaury. ¿O cómo la haces tú?

Manolo. Bueno, yo pienso que, lo primero, querer ser coreógrafo, gustarte hacerlo. En segundo, tener el rigor para estudiar, porque sobre todo en nuestras tradiciones, nosotros tenemos que, a la hora de coreografiar, tener bien claro la danza original como es, su coreografía y a partir de eso, desarrollarla. No traicionar la esencia folclórica. Pero eso sí, no desechar la posibilidad de la innovación. De agarrar las técnicas de otras manifestaciones que puedan servir para magnificar, para engrandecer, para hacer sentir orgulloso a nuestro pueblo de sus tradiciones. Además, tener presente las tendencias que hay en el mundo en la actualidad desde el punto de vista coreográfico, nosotros no podemos vivir de espaldas a la realidad, porque nosotros mismos estamos cambiando constantemente.

Amaury. Es que no pueden convertir el ballet folclórico en una cosa museable.

Manolo. Claro, en un museo, y ese es el objetivo del Conjunto desde sus inicios. El Conjunto no es un museo, porque nosotros no hacemos folclor, el folclor lo hace el pueblo. Una rumba no está hecha para ser puesta en un escenario, es para gozar en el solar.

Amaury. Claro.

Manolo. O, por ejemplo, las danzas dedicadas a Yemayá son para comunicarse con los Orishas en un toque de Santo.

Amaury. A ver, pero voy a seguir curioseando, para yo estar tranquilo y para irme para mi casa esta noche con la tranquilidad de que sé un poquito más del folclor. En el Ballet Clásico hay una serie de pasos, cada paso tiene nombre, tienen sus nombres, nombres devenidos del francés, prácticamente todos. Cada uno de esos pasos que uno ve, cuando uno ve el Conjunto Folclórico, ¿tienen nombres también?

Manolo. Bueno, hay algunos nombres, por ejemplo, sobre todo los toques, y uno identifica, digamos, determinados pasos con el toque que hace el tambor. Digamos, el chachá lukafú.

Amaury. A ver.

Manolo. Chachá lukafú es un paso que es común para todos los Orishas y cambia la gestualidad. Es un paso muy sencillo, bueno, entre comillas sencillo, no es tan fácil. Pero que cambia la gestualidad en dependencia de, si es Oggún, hace como si estuviera cortando, si es Changó, pues atrayendo los rayos y llevándolo a la pelvis, si es Yemayá es ese mismo paso, pero con movimiento de la falda que simboliza el movimiento del mar.

Amaury. Sí, pero cuando tú dices vamos a hacer aquí Oggún y empieza el toque, ya los bailarines saben que va.

Manolo. En dependencia del toque que sea, porque cada paso, o sea, yo puedo en determinado momento, como por ejemplo, yo acabo de hacer en Eshu, una coreografía que lleva un Pas de trois que yo hice, de Eleguá, la entrada de los Eleguá no es con un toque específico de Eleguá. Sino yo escogí otro, que por la riqueza de ese toque, yo lo cogí para la entrada. Y ahí me apropio de las técnicas de danza moderna y se lo aplico.

Amaury. ¿Y tú no tienes que pedir permiso a entidades divinas para eso?

Manolo. Para nada.

Amaury. No tienes que ir a tu altar y…

Manolo. …No, dice el folclor, la amistad a un lado y el ñañigo por separado. Una cosa es Manolo religioso y una cosa es Manolo artista, aunque para mí eso sea fuente de inspiración. Aunque para mí eso sea la vida. Eso no tiene nada que ver.

Amaury. Pero no tienes que pedir permiso cada vez.

Manolo. No, para nada.

Amaury. Voy a violentar esto, voy a hacer lo otro.

Manolo. No, no, eso son fanatismos que no tienen nada que ver conmigo.

Amaury. Ahora, yo quisiera que tú me hablaras de una persona que ya nombraste, dijiste, mi padrino, pero que es una persona capital dentro de la Cultura Cubana. Y yo pienso -y es mi criterio-, no lo suficientemente reconocido, y creo que cada día debíamos hacerle un homenaje a Lázaro Ross.

Manolo. De acuerdo.

Amaury. Quisiera que me hablaras de él.

Manolo. De acuerdo, de acuerdo, bueno, primeramente quiero decirte, Lázaro para mi criterio como artista, como artista folclórico es una de las voces más privilegiadas que tiene y ha tenido el folclor.

Amaury. Bella voz, bella que no tuvimos antes, ni tenemos todavía.

Manolo. Ni tenemos aún. Eso es por una parte. Por otra parte, Lázaro Ross es una persona que a pesar de no haber sido de estudios académicos, fue una persona que supo estudiar, profundizar en sus tradiciones. Los conocimientos que él tenía por tradición, los hizo, por ejemplo, escribió obras de teatro, como el Alafin de Oyó, que en su momento fue una obra que tuvo mucha importancia en el repertorio del Conjunto Folclórico. Hizo una serie de discos…

Amaury. …Aquí los grabó, en estos estudios…

Manolo. …Una antología que para mí es muy importante.

Amaury. …Ya estaba muy enfermo.

Manolo. …Ya estaba muy enfermo, pero es de una gran importancia, porque rescata los cantos más olvidados, él los tiene ahí, de todos los Orishas. Para mí la obra de Lázaro Ross es fundamental en la historia del arte folclórico en sentido general.

Amaury. No, y además, no tuvo ningún prejuicio cuando Carlitos Alfonso y Síntesis lo llamaron para que los asesorara haciendo aquellos primeros discos de Ancestros.

Manolo. Lo hizo con Mezcla, también.

Amaury. Con Mezcla, cómo no.

Manolo. Con Síntesis fue fundamental para ese disco Ancestros.

Amaury. Bueno, tú tienes una, vamos otra vez a la cosa personal.

Manolo. Sí.

Amaury. Tú tienes una familia.

Manolo. Sí.

Amaury. Tú estás casado.

Manolo. Sí.

Amaury. Tienes tres hijos.

Manolo. Cuatro.

Amaury. Aquí vive uno solo, ¿no?.

Manolo. Aquí vive la hija mía mayor. Los otros tres viven en el exterior.

Amaury. Viven fuera, pero tienes contacto con ellos, por supuesto.

Manolo. Si, acaban de venir en diciembre, se pasaron el fin de año conmigo.

Amaury. Háblame de Manolo Micler padre, y esposo.

Manolo. Bueno, yo me casé en dos ocasiones, me casé en mi primer matrimonio con Miriam, que tenemos muy buena relación, y la quiero muchísimo.

Amaury. ¡Qué bueno!

Manolo. La madre de mis primeros dos hijos Naet y Dasy, y, mi segundo matrimonio fue con Mayda Calle, bailarina de ballet, y cambió, viró de palo pa’rumba.

Amaury. De tutú para rumba. (risas)

Manolo. Afortunadamente para mí, porque yo pienso que sin Mayda yo no habría hecho la carrera que he podido desplegar en todos estos años. Porque ella, incluso, hasta hay momentos en que sacrificaba su carrera, porque yo pudiera hacer la mía.

Amaury. Y además, tú tuviste hace poco, no quiero ser indiscreto, pero tuviste un accidente cardiovascular.

Manolo. Cardíaco. Sí.

Amaury. Que, por suerte, del que te veo total y magníficamente recuperado.

Manolo. Aché.

Amaury. Ahí está. Ahora, eso, me dijiste los primeros nombres de tus dos hijos, pero los otros dos.

Manolo. Los otros dos son: Moremi y Diudi.

Amaury. ¿Pero eso son nombres africanos?

Manolo. Sí, todos esos se los puso Rogelio Martínez Furé, que aparte de ser mi compañero de trabajo, y persona que yo admiro, mi maestro, es ya mi familia. Él es mi familia. Me bautizó a Moremi.

Amaury. ¡Ah!, ¿sí?

Manolo. Él fue el padrino de Moremi.

Amaury. Entonces es tu compadre.

Manolo. Sí mi compadre, él es mi familia. Su familia y la mía son…, yo me considero familia de Rogelio Martínez Furé. Y tengo mis nietas.

Amaury. Ah, ¿ya tú tienes nietas?

Manolo. Sí, tengo cinco nietos.

Amaury. ¡Qué bárbaro! Qué producción en esa familia.

Manolo. Nair, Naomi, que me dijo, procura mencionarme en algún programa tuyo.

Amaury. Pues ya la estamos mencionando.

Manolo. Naomi, está Cristiana, que es de Moremi, Cristiana y Aurora. De Diudi, tengo a Melí y de Dazi, mi único hijo hombre, tengo a Nicolás, mi único nieto varón.

Amaury. Bueno, me voy a ir acercando, Manolo, al final. Ahora, ¿Por qué tú crees que en los últimos años el trabajo del Conjunto no se ha hecho tan visible? Cuando yo sé que el trabajo del Conjunto sigue siendo tan importante y tan bueno, como el que ha tenido a lo largo de todos estos 50 años.

Manolo. Bueno, mira, deja ver cómo te digo esto. No es tan difícil, porque yo pienso que lo que hay es un problema de programación. Y los medios no alcanzan y han proliferado mucho los Grupos proyecto. Y entonces, no hay cama para tanta gente, como dice la canción y entonces, pues quizás, a lo mejor no tengamos la frecuencia de presentaciones que debíamos tener.

Pero el Conjunto tiene su espacio, pero es un espacio de participación popular, que son los Sábados de la Rumba.

Amaury. Los Sábados de la Rumba.

Manolo. No es un comercial ni mucho menos.

Amaury. No, no, pero eso es una cosa muy importante. Es un lugar donde la gente va y participa, y es una manera de intercambiar con el público.

Manolo. Nosotros les damos, pero recibimos a la vez de nuestro pueblo su sapiencia. Pienso que tenemos problemas serios con la divulgación de lo que hace el Conjunto. Por eso, a veces, los Conjuntos Folclóricos, también eso es una cosa que ocurre, que los artistas folclóricos la gente no los conoce. No hay programas donde los artistas folclóricos puedan ser más reconocidos. Los artistas folclóricos en general, los bailarines, los cantantes, los percusionistas, que yo quisiera hablar de los percusionistas, nosotros no tenemos escuela de canto ni de percusión cubana.

Amaury. Eso es tradición oral pura.

Manolo. Eso es tradición pura, eso es de oído a oído y de oído a corazón, que nosotros tenemos un proyecto de hacer esta escuela, que pienso que es muy necesaria.

Amaury. Bueno, ahora, yo quisiera que tú me hicieras una reflexión final con respecto a esa realización y esa felicidad que tú tienes, de haber logrado ser: un buen bailarín. Tú no pensaste nunca llegar a ser el director del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba. De haber logrado ser un buen hijo, un buen esposo, un buen padre, un buen aprendiz de tus maestros, un buen hijo de Yemayá, por lo tanto, un buen cubano. Quisiera que me dijeras.

Manolo. Bueno, te digo, yo pienso que todas las personas tenemos oculto adentro nuestro talento, lo que a veces uno no encuentra la manera de poder desarrollar todas esas potencialidades. Y, felizmente, hubo un enero del 59, que me dio la posibilidad de vivir un momento de efervescencia, donde la Cultura era algo importantísimo, empezando por la Campaña de Alfabetización. Me dio la posibilidad de codearme con personalidades, artistas, que a pesar de yo no ser una persona de estudios académicos, estar con ellos, diez, una hora, dos horas, eran verdaderas clases magistrales y te hablo de Roberto Blanco, te hablo de Nelson Dorr, te hablo de Adolfo de Luis, te hablo de Berta Martínez, te hablo de Luís Trápaga, te hablo de Santiago Alfonso, mi maestro, gran maestro que me dio rigor. Te hablo de muchos compañeros muy difícil mencionarlos a todos.

Amaury. ¡Es imposible!.

Manolo. Que me perdonen si alguno se me olvida. Me siento realizado porque he podido hacer lo que he querido hacer. Y me siento muy feliz de vivir donde vivo. Y todo aquel que me conoce sabe, que yo fuera de Cuba, de este país, no puedo estar más de dos meses, dos meses y medio cuando más. Porque me gusta estar cerca de mis matas, me gusta ver a mis vecinos. Entonces, todas esas cosas unidas me han hecho a mí un hombre realizado.

Amaury. Bueno, yo te agradezco mucho, Manolo, que hayas venido. A mí me has aclarado una cantidad de cosas, espero que a los televidentes también. Te agradezco tu tiempo para venir a conversar un rato con Amaury, aquí en la televisión. Y quería terminarcon una frase que me parece fantástica: To iban eshu.

Manolo. ¡To iban eshu!, que lo que hicimos no pueda ser deshecho.

Amaury. Exactamente, te quiero mucho.

Manolo. Gracias.

Amaury. Gracias, muchas gracias.

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler y María de los Ángeles García, ex bailarina y relacionista pública del Conjunto Folclórico, en "Con 2 que se quieran", junto a Amaury y el editro Manolito Iglesias. Foto: Petí

Manolo Micler en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolo Micler y Amaury en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Una gota más y el romerillo

Segunda Cita

Querida gente:

Muy bueno el aguacero de entradas y mensajes acuáticos, hidráulicos, desatados por las fotos y la nota de silvio sobre su concierto en Lutgardita.

Lutgardita perdió la t en algún momento de nuestra pronunciación popular: demasiada difícil esa t, delante de la g, además. Por eso todos decimos –y hasta escribimos Lugardita. Un lugar llamado Lugardita. Hasta por eso está mejor así.

Quiero añadir una gota más al aguacero desatado.

Lo comenté ayer en el siguiente concierto de esta gira de Silvio por los barrios difíciles, menos favorecidos de la Habana.

Una amiga argentina que asistió al concierto me contó que, mientras cantaba Silvio, un señor, habitante de Lugardita, le dijo: “Hoy nos faltará una gota de agua, pero Silvio nos ha traído una gota de felicidad”.

Lo mejor de esas opiniones sinceras, populares, transparentes (como el agua necesaria) es que no están dichas a alguien para que se publique en la prensa, ni a un entrevistador televisivo. Salió del corazoncito de aquel señor, para una muchacha a quien no conocía y que estaba disfrutando, al lado de él, la maravilla de la canción y la cultura en Lugardita.

Al principio de aquel concierto (y también de este último ayer en El Romerillo) Silvio aclaró que no iba a esos barrios siguiendo ninguna orientación, ni mandado por nadie, sino para compartir, de cerca, sus canciones con la gente del lugar, que quizás no vayan a sus conciertos en grandes teatros. Yo pensé, y lo comenté ayer en El Romerillo, que estas presentaciones se están haciendo, de todas formas, siguiendo una orientación. No la puntual, formal, conocida, sino la orientación que sale del corazón. Del corazón que, como se sabe, está al lado izquierdo del pecho.

Cuarenta y ocho horas después, estos conciertos barriales alcanzaron su primera docena en El Romerillo. Allí Polito Ibáñez entusiasmó nuevamente a la gente que se había reunido, frente al escenario improvisado, para alegrarse en ese domingo de mayo, bajo el mismo sol que les decía. Los artistas que Silvio ha invitado para iniciar cada concierto de esta gira pertenecen a territorios diversos de la creación musical: los trovadores Vicente Feliú y Eduardo Sosa, el maestro Frank Fernández, Los Papines, Tanmy López, ganadora del Premio de Creación Ojalá con su musicalización de los poemas de Rubén Martínez Villena; Niurka, Amparo y Esther que trajeron los tríos de Haydn para que antecedieran aquel día las canciones del trovador, en esa unión misteriosa y difícil, a veces negada, de lo popular con lo culto.

En esa cuerda de comunicación se movieron las canciones de Polito en la tarde de El Romerillo, donde confesó que nunca se había imaginado cantando en un lugar que lleva el nombre (santo, curador) de esa planta que favorece la garganta y la voz de los cantautores. Varias de sus canciones fueron coreadas, susurradas o gritadas, como las de Silvio, ya a la caída de la tarde del domingo, frente al escenario de El Romerillo, donde varios centenares de vecinos y visitantes se reunieron para acompañar y compartir: dos verbos que pudieran definir el origen y la magia de estos conciertos.

Mientras la gente del barrio se iba a acercando al espacio frente al escenario, un fotógrafo amigo que documentó también la maravilla visual de aquellos momentos me dijo: “Tú sabes que lo que más me gusta de estos conciertos en los barrios es que la gente viene a escuchar, a disfrutar la música, como si estuviera yendo hacia la bodega. Lo mismo. Están en lo suyo y lo suyo en este domingo de concierto es la canción de Silvio, de tremenda riqueza textual y sonora, capaz de atraer, ofrecer, compartir, que de eso se trata.” Lo que señalaba Kaloián Santos se demostraría muchas veces durante el concierto: desde el aplauso emocionado a la sugerencia martiana de “Cita con ángeles” hasta la inquisitiva vocación del escaramujo que vive de preguntar, advirtiéndonos que “saber no puede ser lujo”.

La temperatura (la climática y la espiritual) de este concierto en El Romerillo fue alta. De ahí las canciones solicitadas, el coro entusiasmado que quedaba, a final, como palabra solista, cedida por el trovador, en algunas canciones; la belleza, la memoria, las historias compartidas en esa tarde y esas canciones. Y todo ello colocado, visto, vivido, bajo el signo de la autenticidad y de la complejidad, que derriba prejuicios y encartonamientos y une, desde la sencillez, como siempre debiera ser.

Por ello, como comentábamos el domingo en El Romerillo, estos conciertos no tienen palcos, ni protocolos, ni salones VIP, ni presidencias. Los artistas y escritores y las amigas y los amigos que llegaron hasta allí para disfrutar –en un escenario físico (y espiritual) diferente– las canciones de Silvio, se cobijaron bajo el mismo árbol generoso o asumieron, con todas y con todos, el insistente sol de mayo que descendió, ya tarde, al final de la calle. No es desdeñable ese aspecto también compartido, tan bien compartido. Bueno para los aires de estos tiempos. Y mejor, seguramente, para los que vendrán.
Un disparo de nieve. Una gota de felicidad. Por el momento: ¿a qué más?

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Romerillo. Foto: Silvio Rodríguez

Victor Casaus