¡Otra vez Fidel!, de nuevo el líder cubano se dirige a su
pueblo, precisamente hoy, en el mismo lugar, como hace 50 años, en el histórico
Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución. Recuerda en la mañana de este
día, su retorno de las Naciones Unidas, procedente de New York, donde denunció
con firmeza las patrañas que contra esta Isla se orquestaban desde Washington.
Expresó en ese momento en la ONU tantas verdades que retumbaron,
como nunca antes, en ese escenario internacional. Solo Cuba podía, sin
compromiso alguno, hablar del despojo y la explotación de que era víctima la
mayor parte de los países del mundo, en especial el Tercer Mundo.
El 28 de septiembre de 1960, el Comandante en Jefe ante una
colosal multitud creó los Comités de Defensa de la Revolución para enfrentar las
agresiones sistemáticas que el imperio norteamericano y sus mercenarios
ejecutaron y aún intentan promover, contra este pequeño, pero heroico pueblo. El
líder cubano, Fidel Castro, ese día llamó a librar una batalla incesante por
mantener la soberanía nacional y para ello llamó a no bajar la guardia, sino
mantener el vigor y la combatividad ante los que intentan revertir el proceso
revolucionario en Cuba.
Aquella noche gloriosa, dice Fidel, cuando nacieron los CDR,
informó al país de sus impresiones sobre el gobierno de Estados Unidos, luego de
ver durante su visita en 1960, las realidades allí existentes, las mentiras de
los monopolios, la incesante campaña mediática, el rol de los medios de
comunicación al servicio del lucro e interés material, apreció cómo el dinero es
el único valor en ese sistema.
Valoró más que nunca las ideas, lo que vale luchar por algo
justo. Y a pesar de las tantas agresiones que ha soportado nuestro país, dijo,
si aquí estuviese la ONU, ningún cubano realizaría acto hostil contra ninguna
delegación como sucedió entonces, con la cubana en New York, porque, reiteró,
somos más decentes que los imperialistas. Vimos también, añadió, decencia en
muchos hombres, en los humildes de Harlem y de otros allí presentes.
Recordó los petardos, sabotajes y la violencia desmedida de los
secuaces dirigidos por el imperio y que la respuesta cubana fue más escuelas,
nacionalizaciones, leyes revolucionarias y preparación para defendernos con las
milicias. Fidel enumeró cuánto daño han hecho las administraciones
estadounidenses a nuestro país, los chantajes, las intimidaciones.
En Palacio ese 28 de septiembre de 1960, el Comandante en Jefe
se refirió a que para que no se muevan los lacayos del imperialismo, había que
crear los Comités de Defensa de la Revolución, para desenmascarar y neutralizar
a los enemigos.
El imperialismo es cada vez más soberbio, bárbaro, está obcecado
con Cuba, es más agresivo y torpe. Nos odia e impide el desarrollo de nuestra
Patria, añadió hoy Fidel.