viernes, 25 de junio de 2010

Hitos mundialistas

Miren que curiosas estas memorias de los mundiales de fútbol, seleccionadas por el colega Michel Contreras y publicadas en el habanero hoy.


En España’82, con 17 años y 42 días, el delantero de Irlanda del Norte Norman Whiteside se convirtió en el jugador más joven en jugar un Mundial. El de mayor edad fue el camerunés Roger Milla en 1994, con 42 años y 39 días... En 1938, en el partido entre Brasil y Polonia, el delantero sudamericano Leónidas perdió un zapato en medio del área rival y con el pie descalzo hizo un golazo. Debido al cambio de reglamento, dicha acción hoy sería decretada ilegal... El gol más rápido de estos torneos fue a los 11 segundos de iniciado el encuentro. Lo anotó el turco Hakan Sükür en el 2002 ante Corea del Sur, en el partido por la discusión del tercer puesto... El 26 de junio de 1954, en Lausana, Suiza, se produjo el partido con mayor cantidad de goles: Austria derrotó a Suiza 7 a 5... Oleg Salenko, de Rusia, es el único futbolista que convirtió cinco goles en un mismo partido de justas orbitales... En las eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón, Australia le ganó a Samoa Americana por 31 a 0, en lo que sería la goleada más abultada de la historia... En 1930, el arquero francés Thépot fue el primer jugador en lesionarse en Copas Mundiales de Fútbol. Y lo peor del caso es que por entonces no se permitían los cambios de jugadores... Los hombres que jugaron con dos camisetas diferentes son Luis Monti y Atilio Demaría (Argentina 1930 e Italia 1934); José Santamaría (Uruguay 1954 y España 1962); Ferenc Puskas (Hungría 1954 y España 1962) y José Altafino (Brasil 58 e Italia 62)... El brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer fueron campeones como jugadores y técnicos. En la cita sudafricana pueden igualarlos Dunga, entrenador de Brasil, y Diego Maradona, de Argentina... El arquero italiano Walter Zenga posee el récord de minutos sin recibir goles: 517 (casi seis partidos) en el Mundial 90. El argentino Claudio Caniggia acabó con su invicto en la semifinal...

REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL: CÓMO ME GUSTARÍA ESTAR EQUIVOCADO


Lean detenidamente las Reflexiones del Comanante en Jefe Fidel Castro y valoren en ellas, los momentos en que vive la humanidad.

Cuando estas líneas se publiquen en el periódico Granma mañana viernes, el 26 de Julio, fecha en la que siempre recordamos con orgullo el honor de haber resistido los embates del imperio, quedará distante, a pesar de que faltan sólo 32 días.
Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad —el imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta— lo han calculado todo con precisión matemática.
En la reflexión del día 16 de junio escribí: "Entre juego y juego de la Copa Mundial de Fútbol, las diabólicas noticias se van deslizando poco a poco, de modo que nadie se ocupe de ellas."
El famoso evento deportivo ha entrado en sus momentos más emocionantes. Durante 14 días, los equipos integrados por los mejores futbolistas de 32 países han estado compitiendo para avanzar hacia la fase de octavos de final; después vendrán sucesivamente las fases de cuartos de final, semifinales y el final del evento.
El fanatismo deportivo crece incesantemente, cautivando a cientos y tal vez miles de millones de personas en todo el planeta.
Habría que preguntarse cuántos, en cambio, han conocido que desde el 20 de junio naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez.
Junto a las fuerzas navales yankis avanzan buques militares israelitas, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere.
El Consejo de Seguridad de la ONU, a propuesta de Estados Unidos, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que ostentan ese derecho.
Otra resolución más dura fue aprobada por acuerdo del Senado de Estados Unidos.
Con posterioridad, una tercera, más dura todavía, fue aprobada por los países de la Comunidad Europea. Todo tuvo lugar antes del 20 de junio, lo que motivó un viaje urgente del Presidente francés, Nicolás Sarkozy a Rusia, según noticias, para entrevistarse con el jefe de Estado de ese poderoso país, Dmitri Medvédev, con la esperanza de negociar con Irán y evitar lo peor.
Ahora se trata de calcular cuándo las fuerzas navales de Estados Unidos e Israel se desplegarán frente a las costas de Irán, y unirse allí a los portaaviones y demás buques militares norteamericanos que montan guardia en esa región.
Lo peor es que, igual que Estados Unidos, Israel, su gendarme en el Medio Oriente, posee modernísimos aviones de ataque y sofisticadas armas nucleares suministradas por Estados Unidos, que lo convirtió en la sexta potencia nuclear del planeta por su poder de fuego, entre las ocho reconocidas como tales, que incluyen a la India y Paquistán.
El Sha de Irán había sido derrocado por el Ayatollah Ruhollah Jomeini en 1979 sin emplear un arma. Estados Unidos le impuso después la guerra a aquella nación con el empleo de armas químicas, cuyos componentes suministró a Irak junto a la información requerida por sus unidades de combate y que fueron empleadas por estas contra los Guardianes de la Revolución. Cuba lo conoce porque era entonces, como hemos explicado otras veces, Presidente del Movimiento de Países No Alineados. Sabemos bien los estragos que causó en su población. Mahmud Ahmadineyad, hoy jefe de Estado en Irán, fue jefe del sexto ejército de los Guardianes de la Revolución y jefe de los Cuerpos de los Guardianes en las provincias occidentales del país, que llevaron el peso principal de aquella guerra.
Hoy, en el 2010, tanto Estados Unidos como Israel, después de 31 años, subestiman al millón de hombres de las Fuerzas Armadas de Irán y su capacidad de combate por tierra, y a las fuerzas de aire, mar, y tierra de los Guardianes de la Revolución.
A éstas se añaden los 20 millones de hombres y mujeres, entre 12 y 60 años, escogidos y entrenados sistemáticamente por sus diversas instituciones armadas entre los 70 millones de personas que habitan el país.
El gobierno de Estados Unidos elaboró un plan para llevar a cabo un movimiento político que, apoyándose en el consumismo capitalista, dividiera a los iraníes y derrocara al régimen.
Tal esperanza es ya inocua. Resulta risible pensar que con las naves de guerra estadounidenses, unidas a las israelitas, despierten las simpatías de un solo ciudadano iraní.
Creía por mi parte inicialmente, al analizar la actual situación, que la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos le impondría a Irán.
Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato a la de Corea.
La dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del "Cheonan", y sabe de sobra que fue hundido por una mina que los servicios de inteligencia yanki lograron colocar en el casco de esa nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto en Irán se inicie el ataque.
Es muy justo que los fanáticos del fútbol disfruten a su antojo de las competencias de la Copa del Mundo. Cumplo sólo el deber de exhortar a nuestro pueblo, pensando sobre todo en nuestra juventud, llena de vida y esperanzas, y especialmente en nuestros maravillosos niños, para que los hechos no nos sorprendan absolutamente desprevenidos.
Me duele pensar en tantos sueños concebidos por los seres humanos y las asombrosas creaciones de las que han sido capaces en sólo unos pocos miles de años.
Cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la Patria se recupera firmemente, ¡cómo me gustaría estar equivocado! 

Fidel Castro Ruz



 






Junio 24 de 2010
9.34 p.m.