miércoles, 30 de noviembre de 2011

Compromiso en Portugal a favor de los Cinco

Leandro Vale, dramaturgo y periodista portugués, habla con Juventud Rebelde de su compromiso con los Cinco antiterroristas cubanos y de las actividades que se realizan en su país contra la injusticia cometida por EEUU. en este caso.

Participante en el reciente VII Coloquio Internacional sobre el tema, celebrado en Holguín, asegura que las actividades que realizan tienen mucha repercusión, y que las personas se adhieren fácilmente a la lucha por los héroes cubanos, dado que se trata de una causa justa, remarca.

La libertad de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González, y el regreso a Cuba de René González, convocó a Vale, un veterano comunista de más de 70 años y activo miembro de los comités de solidaridad con Cuba y pro liberación de los Cinco.

Luego de referirse a los mecanismos de control de la información que ejercen solo cuatro grupos económicos y financieros en su país, subraya que a pesar de las dificultades, el Comité por la liberación de los Cinco busca alternativas para colocar mensajes sobre la verdad del caso.

Conseguimos romper ese silencio a través de algunos periódicos o radios locales o regionales, afirma este profesor, dramaturgo y periodista amigo de Cuba y con 55 años de trabajo en el teatro, la radio y la televisión.

El teatro sigue siendo su apuesta de comunicación por excelencia, pues piensa que el lenguaje universal de las tablas es propicio para hacer más amplia la comunicación y llegar a una mayor cantidad de personas.

Ha escrito dos obras sobre los antiterroristas cubanos: La primera, Solos en Miami, estrenada en Portugal y presentada en la edición anterior del coloquio holguinero, y la segunda tiene por título La oscuridad transparente.

El teatro es la forma en que más podemos romper el silencio, confirma y destaca que de regreso a Portugal tiene previsto escribir algo sobre Holguín, ciudad a la que traerá una delegación cultural lusa a las Romerías de Mayo de 2012.

(AIN)

Biotecnología cubana eficaz para pacientes con cáncer


El uso de productos de la biotecnología cubana para el tratamiento del cáncer, eficaz en diferentes localizaciones, fue tema este martes de la IV Jornada provincial de oncología y el Taller Observatorio de Cáncer en la capital.

El Doctor en Ciencias Agustín Lage, director del Centro de Inmunología Molecular (CIM), anunció que Cuba está en condiciones en que la biotecnología pueda tener un impacto en el programa de control de la enfermedad, desde la atención primaria de salud.

En la sesión final del encuentro, que reunió a 280 expertos, Médicos de la Familia, especialistas y pacientes, se dio a conocer que más de dos mil pacientes con cáncer avanzado de pulmón han recibido la vacuna CIMAVax EGF, desarrollada por el CIM.

De ellos, a unos 500 se les aplicó en 65 policlínicos del país, con muy buenos resultados.

Durante la jornada inaugural, la Máster Yaima Galán, jefa del departamento Registro Nacional de Cáncer de Cuba, advirtió que esa temible dolencia es la principal causa de años de vida potencialmente perdidos y constituye el segundo motivo de deceso, aunque en 10 provincias ya ocupa el primer lugar.

Existe tendencia creciente de la mortalidad para uno y otro sexos y en todos los grupos de edades, pero principalmente los mayores de 65 años, acotó.

Ante los retos del envejecimiento acelerado, los expertos insisten en la necesidad de un mayor impacto en el control de esos tumores malignos, si se tiene en cuenta el alto riesgo en etapas avanzadas.

En 2010 Cuba registró más de 22 mil muertes por cáncer, de ellos casi 12 mil mujeres, según el Anuario Estadístico de Salud, del Ministerio del ramo.

(AIN)

El día que Santiago de Cuba se vistió de verde olivo

Como narró Vilma Espín, Frank País estuvo con Fidel en México en agosto y en octubre de 1956. En la última reunión, Fidel nombra a Frank Jefe Nacional de Acción y, a propuesta de Frank, se toma la decisión de preparar una fuerte acción insurreccional armada en Santiago, acompañada de acciones diversas en varios puntos de Oriente y otros lugares del país donde fuera posible.

El viejo caserón de la policía en Santiago de Cuba arde por los cocteles Molotov arrojados por los revolucionarios.

Tras haber recibido el telegrama remitido desde México "obra pedida agotada", enviado a la dirección de Arturo Duque de Estrada, el 28 de noviembre Frank País había definido en una reunión con los jefes de grupo el objetivo de la acción: inmovilizar al ejército en Santiago de Cuba hasta que Fidel y los hombres del Granma desembarcaran. En la mañana del 29 se precisaron fecha y hora: al día siguiente, a partir de las 7:00 a.m.

El 30 de noviembre de 1956, Santiago de Cuba amaneció vestida de verde olivo, el uniforme que por primera vez usaban los soldados de la Revolución. Nunca antes en la historia del país, una ciudad cooperó, unánime y enardecida, en un levantamiento revolucionario como lo hizo la entonces capital de Oriente. El ejército batistiano se vio asediado tanto por las balas de los rebeldes como por el ojo avizor de la población, que informaba a los revolucionarios de cualquier movimiento de los uniformados.

El propio Frank relataría después, en apretada y modesta síntesis, lo ocurrido en Santiago de Cuba aquel 30 de Noviembre memorable e histórico:

"La ciudad amaneció bajo un tiroteo general. Armas de todos los calibres vomitaban fuego y metralla. Alarmas y sirenazos de los bomberos, del Cuartel Moncada, de la Marina. Ruido de aviones volando a baja altura. Incendios en toda la ciudad. El Ejército Revolucionario dominaba las calles y el ejército de Batista pretendiendo arrebatarle ese dominio. Los gritos de nuestros compañeros, secundados por el pueblo, y mil indescriptibles sucesos y emociones distintas. La población entera de Santiago, enardecida y aliada a los revolucionarios, cooperó unánimemente con nosotros. Cuidaba a los heridos, escondía a los hombres armados, guardaba las armas y los uniformes de los perseguidos; nos alentaba, nos prestaba las casas y vigilaba el lugar, avisándonos de los movimientos del ejército. Era hermoso el espectáculo de un pueblo cooperando con toda valentía en los momentos más difíciles de la lucha."

Ese mismo pueblo luego con dignidad, heroísmo y rebeldía, supo llevar en hombros hasta el cementerio a los caídos en el combate, jurando frente a sus tumbas continuar la lucha,

Baire, Puerto Padre y el central "Ermita", también fueron escenario de acciones revolucionarias durante la jornada insurreccional del 30 de Noviembre.

En la capital de Oriente, los revolucionarios lograron mantener el control de las calles durante varias horas, mientras las fuerzas represivas del régimen, desconcentradas y presas de temor en los primeros momentos, no se atrevían a salir de los cuarteles asediados. Los cuerpos armados de la tiranía, con superioridad numérica y material, se replegaron ante los primeros ataques de los jóvenes revolucionarios.

Aunque no logró coincidir con el desembarco del Granma —como era el propósito—, el levantamiento popular del 30 de Noviembre en Santiago de Cuba constituyó una victoria política indiscutible al patentizar la capacidad de organización del movimiento revolucionario y la plena identificación del pueblo con este, decididos a continuar la lucha hasta alcanzar la plena independencia de la Patria.

El alzamiento del 30 de noviembre se convertía en un puente histórico entre el Moncada y el Granma. Y fue una acción que contribuyó a devolverle al pueblo la conciencia de sí mismo. Honda fue la huella que dejaron tras sí aquellas horas difíciles y decisivas.

Y alto el precio que hubo que pagar, la pérdida de tres valiosas vidas: Pepito Tey, Otto Parellada y Tony Alomá, soldados infatigables de la Patria, quienes probaron, con su caída en combate, que para el revolucionario legítimo la muerte no es más que una forma de lucha, una prolongación y un triunfo de la vida.

(Granma)

Religioso de EEUU visita escuela en Cuba con alumnos de su país

Michael Kinnamon (D), Secretario Nacional de Iglesias de Cristo de los Estados Unidos, conversa con estudiantes norteamericanos en  la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en La Habana, el 29 de noviembre de 2011. AIN FOTO/Marcelino VAZQUEZ HERNANDEZ/sdl

Michael Kinnamon (D), Secretario Nacional de Iglesias de Cristo de los Estados Unidos, conversa con estudiantes norteamericanos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en La Habana, el 29 de noviembre de 2011. AIN FOTO/Marcelino VAZQUEZ HERNANDEZ/sdl

Michael Kinnamon, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo de su país, visitó hoy una escuela de Medicina en La Habana donde estudian más de un centenar de jóvenes estadounidenses bajo becas otorgadas por el Estado cubano.

Kinnamon y representantes de 11 congregaciones religiosas de Estados Unidos visitaron este martes la Escuela Latinoamericana de Medicina, en las afueras de La Habana, una institución en la cual son alumnos 119 jóvenes estadounidenses.

Juan Carrizo, director del centro fundado en 1999 por el entonces presidente cubano Fidel Castro, dijo a los visitantes que 65 estadounidenses se graduaron en esa escuela y actualmente trabajan en ciudades de su país.

La ELAM, siglas de la escuela que según Carrizo se basa en términos de solidaridad, alejada del “comercialismo” en la práctica médica, y por ello no cobra por sus servicios, tuvo en los últimos 11 años, tras comenzar a funcionar, 10.000 graduados.

Explicó a los religiosos estadounidenses que estarán en Cuba hasta el jueves próximo que la matrícula actual del centro es de 11.000 estudiantes. No obstante, informó que profesores cubanos “forman” actualmente unos 30.000 médicos en el extranjero, 25.000 de ellos en Venezuela.

El director Carrizo, médico de profesión, subrayó que los alumnos extranjeros en la ELAM no son “molestados” por la ideología ni la religión que profesen. “Todas las iglesias de Cuba están abiertas para ellos”, aseguró.

Kinnamon preguntó a Carrizo si las operaciones de la ELAM son ”obstaculizadas” por un embargo que aplican los gobiernos de Estados Unidos sobre Cuba desde hace medio siglo.

“De levantarse esa medida funcionaríamos mucho mejor pero esa situación también nos ha ayudado a ser creativos”, respondió.

El religioso “lamentó” que una brigada de ayuda formada por médicos cubanos ofrecida por Fidel al gobierno estadounidense tras azotar el huracán Katrina la ciudad de New Orleans en 2005, haya sido en aquel momento rechazada por Washington.

(Con información de ANSA)

Países del ALBA instan a no retrasar acuerdo climático

cumbrecancilleresdelaalba-003-web

El bloque latinoamericano ALBA dijo el martes que se oponía a cualquier retraso de un acuerdo climático legalmente vinculante hasta el 2020, y acusó a los países desarrollados de no hacer su parte para detener el calentamiento global.

Los integrantes del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) quiere presionar a los países ricos responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero del pasado que calientan al planeta a que tomen más medidas.

Más de 190 naciones se reúnen esta semana en Durban, Sudáfrica, para tratar de acordar qué hacer después que expire el año próximo la primera fase del Protocolo de Kioto.

Las conversaciones están destinadas a reducir los gases de efecto invernadero que los científicos responsabilizan por el aumento de los niveles del mar, intensas tormentas, sequías y malas cosechas.

El protocolo compromete a cerca de 40 naciones industrializadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio de 5,2 por ciento por debajo de los niveles de 1990 durante el periodo 2008-12.

Las naciones en desarrollo no fueron incluidas, pero las emisiones de las principales economías emergentes han crecido desde que se acordó el pacto en 1997.

“Estamos dispuestos a ir más allá … pero lo que estamos pidiendo es un movimiento equivalente del lado de los países desarrollados … ¿cómo van lograr ese nivel de ambición?”, dijo Claudia Salerno, jefa negociadora de Venezuela, que forma parte del grupo ALBA.

La Unión Europea está pidiendo un nuevo acuerdo mundial sobre reducción de emisiones que debe alcanzarse hacia el 2015 y ser implementado en 2020. Estados Unidos, que no ha ratificado el Protocolo de Kioto, dijo que no se uniría a ningún acuerdo global a menos que las principales potencias emergentes, como China, también fueran obligadas a respetar sus términos.

El lunes Canadá desestimó el Protocolo de Kioto como una cosa del pasado, pero se negó a confirmar un informe de prensa de que se retiraría formalmente del tratado antes de que finalice el año.

Rusia y Japón dicen que no ratificarán una segunda etapa del Protocolo de Kioto a menos que los grandes países emergentes también lo hagan.

“Estamos muy preocupados … por la posibilidad de alejarnos de un sistema muy estricto, que es el Protocolo de Kioto”, dijo René Orellana, jefe negociador de Bolivia.

“Estamos muy preocupados por algunos de los países desarrollados que no sólo no quieren ofrecer un mayor nivel de ambición, sino también quieren salir del Protocolo de Kioto”.

El bloque también dijo que reabriría las discusiones sobre el diseño del Fondo Climático Verde, destinado a ayudar a los países en desarrollo a enfrentar el cambio climático a través de compromisos de hasta 100.000 millones de dólares al año hacia 2020.

“Creemos que no hay poder legal para hacer cumplir la financiación”, dijo Orellana, y añadió que también se necesitaba más transparencia de dónde salía el dinero, con más énfasis en la financiación del sector privado.

Ecuador, Cuba, Nicaragua, las islas de Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas también integran el ALBA.

(Con información de Reuters)

Países del ALBA instan a no retrasar acuerdo climático

cumbrecancilleresdelaalba-003-web

El bloque latinoamericano ALBA dijo el martes que se oponía a cualquier retraso de un acuerdo climático legalmente vinculante hasta el 2020, y acusó a los países desarrollados de no hacer su parte para detener el calentamiento global.

Los integrantes del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) quiere presionar a los países ricos responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero del pasado que calientan al planeta a que tomen más medidas.

Más de 190 naciones se reúnen esta semana en Durban, Sudáfrica, para tratar de acordar qué hacer después que expire el año próximo la primera fase del Protocolo de Kioto.

Las conversaciones están destinadas a reducir los gases de efecto invernadero que los científicos responsabilizan por el aumento de los niveles del mar, intensas tormentas, sequías y malas cosechas.

El protocolo compromete a cerca de 40 naciones industrializadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio de 5,2 por ciento por debajo de los niveles de 1990 durante el periodo 2008-12.

Las naciones en desarrollo no fueron incluidas, pero las emisiones de las principales economías emergentes han crecido desde que se acordó el pacto en 1997.

“Estamos dispuestos a ir más allá … pero lo que estamos pidiendo es un movimiento equivalente del lado de los países desarrollados … ¿cómo van lograr ese nivel de ambición?”, dijo Claudia Salerno, jefa negociadora de Venezuela, que forma parte del grupo ALBA.

La Unión Europea está pidiendo un nuevo acuerdo mundial sobre reducción de emisiones que debe alcanzarse hacia el 2015 y ser implementado en 2020. Estados Unidos, que no ha ratificado el Protocolo de Kioto, dijo que no se uniría a ningún acuerdo global a menos que las principales potencias emergentes, como China, también fueran obligadas a respetar sus términos.

El lunes Canadá desestimó el Protocolo de Kioto como una cosa del pasado, pero se negó a confirmar un informe de prensa de que se retiraría formalmente del tratado antes de que finalice el año.

Rusia y Japón dicen que no ratificarán una segunda etapa del Protocolo de Kioto a menos que los grandes países emergentes también lo hagan.

“Estamos muy preocupados … por la posibilidad de alejarnos de un sistema muy estricto, que es el Protocolo de Kioto”, dijo René Orellana, jefe negociador de Bolivia.

“Estamos muy preocupados por algunos de los países desarrollados que no sólo no quieren ofrecer un mayor nivel de ambición, sino también quieren salir del Protocolo de Kioto”.

El bloque también dijo que reabriría las discusiones sobre el diseño del Fondo Climático Verde, destinado a ayudar a los países en desarrollo a enfrentar el cambio climático a través de compromisos de hasta 100.000 millones de dólares al año hacia 2020.

“Creemos que no hay poder legal para hacer cumplir la financiación”, dijo Orellana, y añadió que también se necesitaba más transparencia de dónde salía el dinero, con más énfasis en la financiación del sector privado.

Ecuador, Cuba, Nicaragua, las islas de Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas también integran el ALBA.

(Con información de Reuters)

De la Ciberguerra a la Ciberdefensa activa

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En la tarde de este 29 de noviembre, el taller “Los medios alternativos y las redes sociales, nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital”, que sesiona en la capital cubana, acogió el panel “Ciberguerra: principales manifestaciones y ejemplos de agresión” que tuvo como ponentes a Rosa Miriam Elizalde (editora de Cubadebate), y José Manzaneda (coordinador de Cubainformación) y fue moderado por el editor de La pupila insomne, Iroel Sánchez. Previo al panel, Ysmel Serrano, jefe de la sala situacional @chavezcandanga había realizado una documentada exposición sobre la experiencia de trabajo en la red social Twitter del presidente venezolano Hugo Chávez.

A continuación las palabras de la editora de Cubadebate:

I

La palabra ha terminado siendo un comodín que sirve para todo, incluso para distraernos entre fuegos fatuos, o peor, paralizarnos. Pero “ciberguerra” no es cualquier cosa, sino una guerra en el más clásico sentido de la palabra, en la que intervienen Estados, ejércitos y servicios secretos en una nueva ecología, la de las redes digitales, que mediatiza los conflictos y ha aportado sus propios instrumentos, pero no ha modificado sustancialmente la conciencia del hombre. Y nadie duda de que esta guerra real, durísima, mata cada día a cientos de personas en Afganistán, Iraq, Paquistán, Libia, Yemen, la frontera mexicana y dondequiera que utilizan los drones, esos robots asesinos de la CIA dirigidos por jugadores de nintendo, que se cargan con un clic a seres de carne y hueso a cientos de kilómetros de los dedos que aprietan el gatillo.

Sin embargo, los halcones del Pentágono y Hollywood intentan todos los días alucinarnos con los artefactos de guerra y alimentan la idea de los peligros y los monstruos cibernéticos que reptan por la red. Para protegernos de los ciberterroristas siempre tienen a la mano versiones mejoradas de RoboCop y Terminator, que justifican presupuestos mil millonarios y generan alarma y competencia en todo el mundo.

El libro más vendido sobre la ciberguerra -Cyber War, de Richard Clarke- predice un ataque catastrófico contra la “infraestructura crítica” de Estados Unidos, que no duraría más de 15 minutos. Los virus informáticos harán caer los sistemas militares, explotarán las refinerías de petróleo y los oleoductos; colapsarán los sistemas de control del tráfico aéreo; se descarrilarán los trenes; se mezclarán todos los datos financieros; caerá la red eléctrica y se descontrolará la órbita de los satélites. Clarke, zar antiterrorista de Clinton y de Bush, es ahora el consultor principal de una firma de seguridad informática, contratista del gobierno de EEUU, que como otras muchas están haciendo su agosto con campañas de miedo que generan un incremento del gasto estatal en blindaje de redes.

Bajo el paraguas de la ciberguerra se incluyen experiencias que no tienen que ver necesariamente con agresiones militares y que han existido siempre, como el espionaje, la delincuencia, la subversión, la propaganda sucia y el control social. La Internet -columna vertebral del ciberespacio- es solo una extensión simbólica de la realidad. Por tanto, ante los hechos que allí se expresan hay que aprender a lidiar primero con los fenómenos del mundo físico para entender las sombras que este proyecta, o de lo contrario podríamos terminar creyéndonos que es legítimo dispararle un misil al ladrón de una caja registradora.

II

No parece desinteresada esta alteración del concepto “ciberguerra”. Las predicciones apocalípticas en relación con el ciberterrorismo realizadas por las agencias de seguridad estadounidenses se inscriben dentro de una campaña que tiene como objetivo limitar la privacidad de los ciudadanos y ampliar los poderes de esos organismos para espiar e intervenir las comunicaciones de personas consideradas sospechosas, en cualquier lugar del planeta.

Estas estrategias nos recuerdan la Guerra de las Galaxias de Reagan, que desgastó la economía soviética en una competencia tecnológica irracional con EEUU, disparó la paranoia y alejó a la URSS no solo de las necesidades de su propia sociedad, sino de los procesos de innovación del mundo. La Guerra de las Galaxias no llegó a ser nunca militar, porque se concibió como una guerra sicológica, tecnológica y económica. Y ya sabemos quién ganó este juego.

Por otro lado, la realidad está aportando ahora mismo evidencias de que los ciberguerreros de Estados Unidos no son invulnerables. A cada rato vemos en las redes sociales imágenes captadas por los drones, que han sido interceptadas desde una laptop, y nos llega la noticia de un virus informático que caotiza los aviones no tripulados, vedette tecnológica de las guerras de Obama. Peor aún, en el mismo momento en que se anunciaba la entrada a plena capacidad operativa del Cibercomando de los Estados Unidos, con sus 90 000 efectivos -cifra oficial que ninguna institución independiente ha confirmado-, Wikileaks filtraba los cables del Pentágono y del Departamento de Estado, una cascada de documentos confidenciales que apuntaban al corazón de las operaciones militares y de la política exterior de Estados Unidos.

No estoy minimizando el peligro de los instrumentos represivos del poder transnacional, que son tan poderosos como reales. Intento llamar la atención sobre la necesidad de asumir críticamente la revolución tecnológica que vivimos y las instituciones e instrumentos que van apareciendo en su entorno, para no perder la oportunidad de comprender mejor la dimensión social de este proceso y cómo nos afecta, y para asegurarnos de no reforzar las estructuras de dominación. La información necesaria para poder tomar la decisión de confiar en alguien o algo, depende de que sepamos qué es lo que sucede ahí afuera.

El ciberespacio es inevitable y, como han comprendido muy bien los halcones de la guerra, un territorio ocupado por miles de millones de personas debe ser controlado y militarizado con suma urgencia, y por eso están replicando las estructuras del mundo físico en el universo digital. Pero el deseo no es necesariamente la realidad. El espacio físico compuesto por átomos y moléculas se puede encerrar en alguna parte -una botella, un planeta, una galaxia-, pero el espacio virtual de los bits y los bytes es conocimiento, inteligencia y sentimientos. La única manera de enjaular esos elementos de la conciencia es despojándola de la ética.

III

Mientras las transnacionales de las telecomunicaciones aumentan su poderío económico vendiendo todo tipo de artefactos y haciendo negocios con la ciberseguridad, en la lógica social crece la capacidad de interacción civil, cierta independencia de los medios tradicionales y un renovado poder contracultural.

El acceso tiende a resolverse con celulares y computadoras cada vez más baratos. Hoy la penetración de la Internet y del celular en África sobrepasa el 2 000 % comparado con los datos de hace una década. El celular, un artículo de lujo hace poco más de una década, es de uso común, al punto de que, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, sólo el 10 por ciento de la población mundial no usa teléfono móvil

Si ya somos 2 mil 200 millones de personas interconectadas en el mundo, en menos de cinco años ese número lejos de estancarse habrá aumentado exponencialmente, incluyendo la producción de servicios y la interacción de gente que no provendrá precisamente de Europa y América del Norte, sino de China, India y América Latina, consumidores potenciales de productos y símbolos de la cultura dominante que a la vez suelen ser convertidos en instrumentos de rebeldía.

De hecho, países que hace 20 años integraban un bloque perfectamente definido como Tercer Mundo, hoy tienen más internautas que América del Norte y Europa, las regiones que marcaron el crecimiento de la Red de Redes en los primeros 10 años del boom de la web. Estados Unidos y Europa, por ejemplo, tienen 721 millones de conectados, mientras China, India y América Latina juntos poseen 792 millones.

Esta interacción social está generando su propio espacio político. “No es lo mismo el tipo de oposición física que se le presentaba al capitalismo industrial, que el tipo de oposición intelectual que se le presenta al capitalismo actual. Antes los obreros se resistían a la explotación, ahora -sobre todo los jóvenes- se preservan de la alienación”, escribía recientemente Fernando Peirone, pedagogo e investigador argentino, y añadía:

Ocupa Wall Street, el 15-M de España y las rebeliones en los países árabes forman parte de esta lucha, y aunque estos movimientos no logran componer una alternativa, porque en la actualidad tienen más poder desestabilizador que instituyente, manifiestan un descontento estructural que más temprano que tarde habrá de representar una alternativa efectiva.

Cualquier aproximación seria a las estadísticas actuales de penetración de Internet y telefonía digital, nos lleva a la conclusión de que brecha digital no es igual a brecha económica. La brecha digital depende del acceso al capital cultural. Depende del conocimiento y los valores culturales de los individuos, y si bien la conectividad puede servir para expresar cierto estándar de vida, no es una variable que obligatoriamente establece niveles de inclusión, como mismo no define la pertenencia a una determinada clase social poseer un aparato de radio o de televisión en nuestros días.

IV

A la ciberguerra -en el sentido militar o social del término, si lo prefieren- solo se le puede oponer la ciberdefensa activa, un concepto que tenemos que acabar de articular sin retóricas y sin ingenuidades, con la certeza de que no se podrá superar el modelo imperial en estas nuevas circunstancias desde la ignorancia o el prejuicio.

Solo el conocimiento nos dará las alternativas y los instrumentos liberadores en escenarios que hay que estudiar para poder comprenderlos, en los que tenemos que estar para llegar a saber cómo funcionan y para transformarlos. Es en ese espacio y no en otro donde debemos elaborar un pensamiento revolucionario que refuerce los lazos de interacción y colaboración con los que ya están ahí y se oponen por distintas vías a la locura posmoderna de la conciencia teledirigida y a la evangelización digital, que pretende hacernos creer que un software es una red social, que una cosa es un ser humano.

Nuestras luchas necesitan análisis de los muchos factores y dinámicas que transforman la red permanentemente. Necesitamos identificar con agilidad las acciones del enemigo, modelar las alternativas y dotar a nuestros movimientos de un instrumental científico que nos permita pasar a la ofensiva. Ese esfuerzo tiene también que dar garantías de seguridad a nuestros movimientos en la red y establecer sinergias con los expertos informáticos, cada vez más criminalizados y obligados a formar parte del gobierno mundial y de sus sistemas de vigilancia y control.

Para lograrlo hay que proponérselo de veras, empezando quizás en este mismo foro por hacernos unas cuantas preguntas:

  • ¿Dónde está nuestro observatorio o red que reúna, comparta y estudie las experiencias de resistencia en Internet?
  • ¿Por qué todavía no existe un equivalente de TeleSur para la Red de Redes?
  • ¿Que estrategias de visibilidad, cooperación y alianzas existen en nuestros medios?
  • ¿Sabemos qué hacer en caso de agresión o censura contra un blog, una web o una cuenta en una red social? ¿Cómo nos defendemos?
  • ¿Por qué el ALBA no se ha propuesto levantar su propio backbone o sistema troncal de Internet que ofrecería mayor seguridad y privacidad a los países que lo integran, cada vez más interconectados y dependientes de operadores que gestionan la conexión y que suelen plegarse a las decisiones imperiales?
  • ¿Tenemos servicios de seguridad informática propios, verdaderamente confiables?
  • ¿Existe conciencia de que la dependencia tecnológica de sistemas propietarios es una de las mayores vulnerabilidades para los movimientos progresistas? ¿Qué experiencias podemos compartir al respecto?
  • ¿Dónde está el debate para modificar regulaciones vigentes que extienden extraterritorialmente las normativas del gobierno y las empresas norteamericanas?
  • ¿Qué resguardos legales existen para proteger nuestras acciones en la Red?
  • ¿Qué sabemos del empleo de los sistemas criptográficos e incluso de los elementos básicos de protección de nuestros medios tecnológicos?
  • ¿Y los centros de datos seguros? ¿Destinamos recursos para ello?

De lo que se trata es de poner el concepto de Ciberguerra en su justo lugar, y a la Ciberdefensa activa entre nuestra prioridades, metiéndonos de cabeza, responsablemente, en ese mundo que llegó para quedarse, que no podemos eludir y que en definitiva cada vez es más nuestro.

Y no olvidemos, por favor, esa certeza que ha movido a los revolucionarios de todas las épocas y recordaba en un texto memorable José Saramago:

Es cierto que existe una terrible desigualdad entre las fuerzas materiales que proclaman la necesidad de la guerra y las fuerzas morales que defienden el derecho a la paz, pero también es cierto que, a lo largo de la Historia, sólo con la voluntad de los hombres la voluntad de otros hombres ha podido ser vencida.

(Palabras en el Taller Internacional “Los medios alternativos y las redes sociales, nuevos escenarios de comunicación política en el ámbito digital”, La Habana, 29 de noviembre de 2011)

Taller Los medios alternativos y las redes socia

Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Descartes y la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.

Salim Lamrani, historiador y profesor de la Universidad Paris-Descartes. Especializado en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.

Palabras de Ana Teresita González

(Cubadebate)