viernes, 30 de marzo de 2012

Llegó René González a la Patria

René González.

Minutos después del mediodía de este viernes, arribó a la Patria, en visita privada y familiar, el Héroe de la República de Cuba, René González Sehwerert, uno de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos condenados injustamente a cumplir largas sanciones de privación de libertad en cárceles norteamericanas.

Como es conocido, después de haber sufrido 13 años de injusta prisión, René se encuentra bajo un régimen de libertad supervisada, por otros tres años, durante los cuales deberá permanecer en los Estados Unidos, lo cual constituye una sanción adicional.

El 24 de febrero pasado, René había presentado, a través de su abogado, una moción de emergencia ante la Corte para el Distrito Sur de Florida, en la cual solicitó que se le autorizara a visitar a su hermano gravemente enfermo en Cuba.

Casi un mes después, el 19 de marzo, la jueza Joan Lenard, quien ha estado a cargo del caso de los Cinco desde el inicio de su proceso judicial, autorizó el viaje de René a Cuba por 15 días, bajo un grupo de condiciones: la obtención de todos los permisos necesarios para viajar a Cuba por parte del Gobierno de los Estados Unidos, la entrega del itinerario detallado del viaje, su localización en Cuba e información de contacto en el país, así como el mantenimiento de comunicación telefónica sistemática con su oficial probatorio. Asimismo, la Jueza dejó claro que todas las condiciones de la libertad supervisada de René permanecen invariables y tiene que regresar a los Estados Unidos en cuanto se cumplan dos semanas, a partir de la fecha del viaje.

La decisión de autorizar el viaje de René se corresponde plenamente con las condiciones establecidas para su libertad supervisada, las cuales permiten que viaje a Cuba, previa aprobación del oficial probatorio o de la jueza.

Incluso, el propio Gobierno de los Estados Unidos, que se ha opuesto a todas las mociones presentadas por René para que se le permita tanto su regreso definitivo a Cuba como la visita temporal a su hermano, reconoció que las condiciones de su libertad supervisada no le prohíben viajar a nuestro país. Al respecto, ya desde el 7 de marzo del 2011, la Fiscalía argumentó que “los términos de la libertad supervisada de René no le impiden viajar a Cuba durante ese período… Nada le impedirá solicitarle a su oficial probatorio (o a la corte, si le es negado por este) un permiso para viajar a Cuba a visitar a su esposa, sus padres ancianos u otros”.

En la moción presentada por su abogado, René expresó que cumplirá con los términos establecidos para la visita y regresará a los Estados Unidos.

Pese a las condiciones impuestas, nuestro pueblo, con hondo respeto, le da la bienvenida a la Patria a nuestro querido René y no ceja en la lucha por su regreso definitivo junto a sus cuatro entrañables hermanos.

La Habana, 30 de marzo de 2012

Reflexiones de Fidel: La necesidad de enriquecer nuestros conocimientos

Las escenas fílmicas de la matanza en Libia, que comienzan a conocerse, indignan por la ausencia total de humanismo y las groseras mentiras que sirvieron de pretexto para invadir y apoderarse de los recursos naturales de aquel país.

Con más de 25 mil misiones de combate la aviación militar de la OTAN apoyó el monstruoso crimen.

Afirmaron que el Gobierno de Libia poseía fondos en el exterior que superaban los 200 mil millones de dólares. Nadie sabe en este instante dónde está y qué se ha hecho con ese dinero.

Un proceso electoral fraudulento garantizó el despojo de la presidencia del país más poderoso a favor de George W. Bush, un alcohólico sin tratamiento médico ni los más elementales principios éticos, quien ordenó a los graduados de West Point estar listos para atacar sorpresivamente y sin previo aviso a 60 o más oscuros rincones del mundo.

Semejante enajenado, a través de una maletica, podía decidir el uso de miles de armas nucleares; con un porcentaje mínimo de las mismas podía poner fin a la vida humana en el planeta.

Es triste recordar que en el lado opuesto de la superpotencia yanqui, otro enajenado, con tres botellas de Vodka en el estómago, proclamó la desintegración de la URSS y el desmantelamiento de más de 400 emplazamientos nucleares a cuyo alcance estaban todas las bases militares que amenazaban a ese país.

Aquellos acontecimientos no constituyeron una sorpresa. A lo largo de muchos años de lucha, la experiencia adquirida, el contacto con los acontecimientos, las ideas y los procesos históricos no daban lugar a sorpresa alguna.

Hoy los dirigentes rusos tratan de reconstruir aquel poderoso Estado que tanto esfuerzo y sacrificio costó crear.

Cuando el Papa Juan Pablo II visitó nuestro país en 1998, más de una vez antes de su llegada conversé sobre variados temas con algún enviado suyo. Recuerdo particularmente la ocasión en que nos sentamos a cenar en una pequeña sala del Palacio de la Revolución con Joaquín Navarro Valls, Vocero del Papa, sentado frente a mí. A la derecha estaba un sacerdote amable e inteligente que venía con el Vocero y acompañaba a Juan Pablo II en las misas.

Curioso por los detalles, le pregunto a Navarro Valls ¿Usted cree que el inmenso cielo con millones de estrellas se hizo para placer de los habitantes de la tierra cuando nos dignamos a mirar hacia arriba alguna noche? “Absolutamente” -me respondió. “Es el único planeta habitado del Universo”.

Me dirijo entonces al sacerdote y le digo ¿Qué piensa usted de eso padre? Me responde: “A mi juicio hay un 99,9 por ciento de posibilidades de que exista la vida inteligente en algún otro planeta”. La respuesta no violaba ningún principio religioso. Mentalmente multipliqué no se sabe cuántas veces la cifra. Era el tipo de respuesta que yo consideraba correcta y seria.

Después aquel noble sacerdote fue siempre amistoso con nuestro país. Para compartir la amistad no hay que compartir las creencias.

Hoy jueves, como ocurre con frecuencia creciente, una entidad europea de conocida solvencia sobre el tema expresa textualmente:

“Podría haber miles de millones de planetas no mucho más grandes que la Tierra orbitando débiles estrellas en nuestra galaxia, de acuerdo con un equipo internacional de astrónomos.

“Este número estimado de ’súper-Tierras’ -planetas con hasta diez veces la masa de la Tierra- se basa en detecciones ya realizadas y luego extrapoladas para incluir la población de las llamadas ‘estrellas enanas’ de la Vía Láctea.

“‘Nuestras nuevas observaciones con Harps arrojan que alrededor del 40% de las estrellas enanas rojas tienen una ’súper-Tierra’ orbitándola en su zona habitable, donde puede existir agua en estado líquido en la superficie del planeta’, dijo Xabier Bonfills, jefe del equipo del Observatorio de Ciencias del Universo de Grenoble, Francia.

“‘Debido a que las enanas rojas son tan comunes -hay como 160.000 millones de ellas en la Vía Láctea- esto nos lleva a los sorprendentes resultados de que hay decenas de millones de esos planetas solo en nuestra galaxia’.”

“Sus estudios sugieren que hay ’súper-Tierras’ en zonas habitables en el 41% de los casos, con un rango del 28 al 95%.

“‘40% de las estrellas enanas rojas tienen una ’súper-Tierra’ orbitándola en su zona habitable, donde puede existir agua en estado líquido’.”

“Eso lleva a la pregunta obvia, sobre si alguno de esos planetas no solamente es habitable sino que tiene vida.”

“Pero estas estrellas son dadas a las erupciones estelares, que pueden bañar a los planetas cercanos con rayos X o radiación ultravioleta, lo que puede hacer menos probable la existencia de vida.

“‘Tenemos idea de cómo encontrar rasgos de vida en esos planetas’, dijo el investigador del Observatorio de Génova, Stephane Udry.”

“‘Si podemos ver trazas de elementos relacionados con vida como oxígeno en esa luz, entonces podríamos obtener indicios sobre si hay vida en ese planeta’.”

La simple lectura de estas noticias demuestran la posibilidad y la necesidad de enriquecer nuestros conocimientos, hoy fragmentados y dispersos.

Quizás nos lleve a posiciones más críticas acerca de la superficialidad con que abordamos problemas tanto culturales como materiales. A mí no me cabe la menor duda de que nuestro mundo cambia mucho más aceleradamente de lo que somos capaces de imaginar.

Fidel Castro Ruz

Marzo 29 de 2012

8 y 15 p.m.

jueves, 29 de marzo de 2012

Se fue el Papa y EEUU se quedó más solo

La Plaza de la Revolución durante la Misa de Benedicto XVI. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

La Plaza de la Revolución durante la Misa de Benedicto XVI. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

“Sabemos que Cuba tiene que cambiar y lo estamos haciendo. ¿Pero cuándo va a cambiar Estados Unidos, con su bloqueo que nos ahoga? Ojalá Benedicto tenga algo que decirles a ellos también”, reporta la agencia de prensa Reuters que le dijo “Maritza Álvarez, una empleada estatal de 40 años que esperó desde la madrugada para tener un lugar en las primeras filas” de quienes asistieron a la Misa oficiada por el Papa Benedicto XVI en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana.

Y el Papa lo hizo, complació a Maritza, a la inmensa mayoría de los cubanos y a muchas personas en el mundo. Benedicto XVI se refirió en sus palabras de despedida a que las “medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del País pesan negativamente sobre la población”.

El gobierno de Estados Unidos y su política de acoso y subversión contra Cuba fueron los grandes derrotados de la visita papal. Las imágenes de la presencia masiva, respetuosa y alegre de cientos de miles de cubanos en las actividades públicas del Sumo Pontífice barrieron con el discurso demonizador sobre la Isla que portavoces de Washington -con el favor de los grandes medios- multiplicaron en fechas cercanas al viaje.

Mientras la gran prensa buscaba respuestas dogmáticas de los dirigentes cubanos a los pronunciamientos del Papa, el presidente Raúl Castro, convertía sus intervenciones durante la visita en plataformas para exponer los presupuestos éticos y humanistas de la Revolución cubana argumentados con la obra social levantada por ella dentro y fuera del país, en medio del clima de agresión en que ha debido desenvolverse, además de las transformaciones en curso para hacer de Cuba un país más libre y próspero.

Para mayor frustración de quienes esperaban que el Sumo Pontífice dejara tras de sí una Cuba dividida, la visita del sucesor de Pedro ha contribuido a profundizar la unidad de los cubanos. Más allá de las fronteras de la Isla, el llamado que realizara el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro -al anunciar que se encontraría con el Papa-, a cristianos y marxistas a “luchar juntos por la justicia y la paz entre los seres humanos”, saltaba por encima de barreras doctrinales para poner en primer lugar la urgencia de enfrentar los peligros que ponen en riesgo nuestra especie.

Cuba es el tercer país latinoamericano visitado por Benedicto XVI en su pontificado, los otros dos han sido los gigantes Brasil y México. A diferencia del gobierno norteamericano, la Iglesia católica, con su sabiduría secular, ha visto en su relación con la Isla una vía para fortalecer su interlocución con América Latina en un momento en que el aislado en el subcontinente es cada vez más Estados Unidos, como se aprecia alrededor de la Cumbre de las Américas que el próximo mes se efectuará en Cartagena de Indias.

Obsesionado con su política de “cambio de régimen” para Cuba, Washington alentó provocaciones e intentó presionar al Vaticano en vísperas de la visita pero luego de la salida del Sumo Pontífice de La Habana ha quedado más claro que son los presupuestos de la política estadounidense hacia la Isla los que deben modificarse. Lo adelantaba premonitoriamente el corresponsal en Estados Unidos del diario mexicano La Jornada y la realidad lo ha probado: “El viaje del Papa Benedicto XVI a Cuba el próximo lunes es motivo de una serie de maniobras de diversos sectores estadunidenses que presionan por un cambio en Cuba, pero para otros revela que Washington es el que ha fracasado en su intento de cambiar”.

(Tomado de CubAhora)

Despedida al Papa Benedicto XVI

Raúl Castro: “Cuba ha tenido como su principal objetivo la dignidad plena del ser humano”

Raúl despide a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP

Raúl despide a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP

Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la ceremonia de despedida a Su Santidad Benedicto XVI, en el aeropuerto internacional “José Martí”, de La Habana, el 28 de marzo de 2012, “Año 54 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Santidad:

Desde su arribo a tierra cubana, nuestro pueblo le acogió, y hoy le despide, con sentimientos de respeto y afecto.

Su visita ha transcurrido en un ambiente de mutua comprensión. Su encuentro con los cubanos le ha dado la oportunidad de conocernos mejor y constatar la justeza de nuestros propósitos.

Cuba ha tenido como su principal objetivo la dignidad plena del ser humano. Somos conscientes de que ésta no solo se construye sobre bases materiales, sino también sobre valores espirituales, como la generosidad, la solidaridad, el sentimiento de justicia, el altruismo, el respeto mutuo, la honradez y el apego a la verdad.

Hacer el bien común fue un principio que aprendimos del padre Félix Varela. Luego, José Martí escribió que “ser cultos es la única manera de ser libres” y nos convocó a “conquistar toda la justicia”.

Conferimos suprema importancia a la familia, favorecemos todo lo que la enaltece y privilegiamos el papel de los padres en la educación de los hijos. Cuidamos de la niñez como nuestra mayor esperanza y alentamos a la juventud, sin ningún paternalismo, a la participación libre y creadora en las realizaciones de nuestra sociedad.

Reconocemos la contribución patriótica de la emigración cubana, desde el aporte decisivo a nuestra independencia de los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso y todos los que fueron sostén de los anhelos de José Martí, hasta los que se oponen hoy a quienes atacan a Cuba y manipulan el tema migratorio con fines políticos. Hemos realizado prolongados esfuerzos hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración que siente amor por la Patria y por sus familias y persistiremos en ellos por la voluntad común de nuestra Nación.

Es este un pueblo justo que se enorgullece de las virtudes de sus cinco hijos condenados por luchar contra el flagelo del terrorismo y defender la verdad, que los acompaña en cada minuto de su inmerecido encierro y comparte los sentimientos de sus familias que sufren.

Satisface a nuestro país estar entre los que más han hecho por la vida, la libertad y la dignidad humana.

Compartimos la certeza de que sólo la movilización de la conciencia de los pueblos, el respeto mutuo, el diálogo y la cooperación permitirán al mundo hallar soluciones a los más graves problemas.

Santidad:

Hemos encontrado muchas y profundas coincidencias, aunque, como es natural, no pensemos lo mismo sobre todas las cuestiones.

El pueblo cubano, abnegado e instruido, ha escuchado con profunda atención cada una de las palabras que Su Santidad le ha ofrecido.

Por su decisión de visitarnos, por sus afectuosos sentimientos hacia los cubanos, que siempre recordaremos, le expreso, en nombre de Cuba y en el mío propio, nuestra profunda gratitud y aprecio.

Muchas gracias.

Vea además: Discurso de despedida en Cuba de Su Santidad Benedicto XVI

Raúl en la despedida a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP

Raúl en la despedida a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP

Raúl en la despedida a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP

Raúl en la despedida a Benedicto XVI en el Aeropuerto José Martí. Foto: AP