Ningún otro lugar podría haber sido mejor que la Plaza de la Revolución, escenario y resumen histórico de tantos acontecimientos que, como hoy, han hecho y aún hacen vibrar de emoción medio siglo de victoria que se yergue por su ejemplo ante los ojos del mundo.
La marcha espontánea continúa indetenible. El pueblo sigue con su ímpetu juvenil entonando cantos patrióticos, consignas revolucionarias como ¡Viva la juventud Cubana! ¡Vivan los continuadores de la Revolución Socialista, vivan Fidel y Raúl!¡Aquí no se rinde nadie!¡Condenen a Posada y liberen a los Cinco!
Sigue el desfile. Miles de hombres, mujeres, niños, jóvenes y adolescentes , cual si fueran un texto escalonado, avanzan por cada peldaño de estos 50 años de amor, entrega, consolidación y victoria logrados por este pueblo heroico, como el canto inolvidable ante la tumba de los héroes y mártires de la Patria.
Hoy, con nuevos amaneceres, dispuestos a enfrentar las batallas cotidianas: el combate por la excarcelación de René, Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando, cinco de nuestros mejores hijos que cumplen desmesuradas e injustas condenas en cárceles de los Estados Unidos.
Por esta y otras razones, trabajadores y estudiantes de las diversos centros, organizaciones políticas y de masas e instituciones educacionales del país, hicieron suyo este histórico desfile que culminó con el bloque integrado por 1 500 jóvenes escoltando a 50 banderas cubanas que hicieron vibrar el alma de toda de la nación cubana, que convirtió la sombra luz, por y para los humildes.
(el habanero)
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