El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó hoy a Chile con una agenda que, aunque centrada en Latinoamérica, parece apuntar en dirección contraria a las históricas demandas de la región. Con varios minutos de retraso a lo previsto, la nave que trasladó a Obama a suelo chileno procedente de Brasil aterrizó en el aeropuerto internacional de Santiago a las 13:11 (hora local).
El presidente de Estados Unidos y la delegación que lo acompaña fueron recibidos en la terminal aérea por el canciller de Chile, Alfredo Moreno, y otros representantes del gobierno del país suramericano.
Minutos más tarde se le tributó en el Palacio de La Moneda la bienvenida oficial, a cargo de su homólogo Sebastián Piñera, con el que inició una reunión de trabajo, previa a una Declaración Conjunta ante la prensa acreditada.
En la agenda del visitante genera expectación el anunciado mensaje destinado a Latinoamérica, calificado por Obama de "Discurso para las Américas", el que que dijo estará fundado en el concepto de una "alianza igualitaria".
También me enfocaré, declaró Obama en entrevista al diario local El Mercurio, "en áreas específicas en las que podemos trabajar juntos, como el crecimiento económico, la energía, la seguridad ciudadana y los derechos humanos".
Paralelamente a las ceremonias protocolares, masivos actos de protesta han signado el contexto de la visita del mandatario a Chile, repudiado por los partidos Comunista, Humanista Cristiano,y Socialista Allendista; así como por federaciones estudiantiles, organizaciones sindicales, escritores y artistas.
También por el Colegio de Profesores, por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, por el pueblo mapuche y por el Movimiento de Solidaridad con Cuba que enfáticamente ha exigido el fin del bloqueo contra la isla.
Las manifestaciones que han tenido por escenario principal esta capital se extendieron también este lunes a las regiones de Valparaíso y del Bío Bío chileno y en todas ha prevalecido la condena a las políticas injerencistas de la Casa Blanca, incluida la denuncia a la participación de Washington en el golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende en 1973. Chile es considerado por Estados Unidos uno de sus principales aliados en la región, lo que explica en medida importante sea utilizado como plataforma por Obama para lanzar su nueva estrategia hemisférica.
Es desde Chile donde el presidente estadounidense va a delinear su política hacia Latinoamérica, destacó hoy la vocera de la presidencia, Ena Von Baer, quien además reveló que en el diálogo entre ambos gobernantes se va a conversar de la relación de Chile con otros países latinoamericanos.
Para el teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff, el mensaje de Obama se perfila como el relanzamiento de la llamada Alianza para el Progreso impulsada en 1961 por el entonces presidente John F. Kennedy.
Ante ello, Boff llamó a la región a estar alerta para defender su autodeterminación e independencia.
(PL)
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