miércoles, 20 de octubre de 2010

La Patria entera en un canto

La Patria, como la identidad, no es un decreto, sino un sentimiento, que nace y se mantiene vivo cuando sus hombres y mujeres la entienden, la respetan y están dispuestos a salvarla bajo cualquier huracán político.

Imagen de Percucho FigueredoDe eso se trata la Patria, un concepto que nadie puede definir a derechas, porque es la suma de millones de partículas creadoras, una suma infinita donde caben la arquitectura, la geografía, la historia, el modo de caminar y reír, las relaciones humanas, el sentido de pertenencia y justicia. En fin, una cultura que le revela el espíritu ante los ojos de todos.

Patria y Cultura nacional no podían nacer en los extremos, sino abrazadas al centro de la batalla por la independencia, alumbrando una el camino de la otra desde el 20 de Octubre de 1868, cuando Perucho Figueredo, ya en plena campaña redentora, escribió para los bayameses el más alto símbolo de la cubanía: el Himno Nacional, síntesis de todos los himnos, poemas, versos, canciones, obras plásticas, novelas, dramas, documentos políticos…que se crearon antes o después con vistas a iluminar y defender un espacio geográfico que creímos y creemos imperfecto y, a la vez, acogedor, irrepetible y sagrado.

Cuando el siglo XIX cerró sus puertas, quedaron los cubanos con el amargo sabor de ver la Patria incompleta, mutilada. Pero siguió creciendo nuestra cultura, nuestro sentido de identidad en medio de tantas traiciones e intervenciones, hasta llegar a la meta redentora con los barbudos rebeldes en 1959.

Al fin el himno de Perucho, el himno de todos, pudo escucharse plácidamente y el pueblo entero vio flamear en su bandera el rostro múltiple de una cultura, a la cual canallas y ladinos jamás pudieron emborronarle ni una esquina.

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