Crayolarte: un proyecto desde la comunidad

A los retos y complejidades que encierra el concepto de masificación de la cultura: búsqueda de espacios que legitimen el trabajo continuo y la obra final, carencia o falta total de materiales, apoyo institucional, entre otras variables a conjugar; se impone una vez más el proyecto de arte comunitario Crayolarte. Más de 70 obras de 27 niños, dirigidos por el artista de la plástica Miguel Alexei Rodríguez Mendiola,  están a disposición del público durante todo el mes de octubre en la galería municipal de Bauta, Las Habana, bajo el nombre Crayolarte en Verano.  Si en una primera muestra, inaugurada en 2009, el proyecto hizo gala a su nombre la actual entrega es el resumen de la incursión de los pequeños en el papier maché, la pintura y el grabado durante los meses de verano; lo que indica un salto cualitativo en la historia del grupo.  Este trabajo aficionado, se ha convertido en una acción de éxito dentro de la comunidad y más allá de sus fronteras. Los talleres que nutren a Crayolarte, impartidos por Mendiola cada sábado en la Casa de la Cultura de Playa Baracoa, no están concebidos como un mero entretenimiento; en ellos se exige que cada niño aprenda las múltiples posibilidades que brinda cada material y herramienta y, sobre todo, que se familiarice con términos como composición, uso del color, distribución espacial, equilibrio, perspectiva y otros principios básicos del diseño y las artes plásticas.  Los niños de Mendiola conocen el óleo, el lienzo, la pintura acrílica y más impresionante aún, han podido interactuar con una prensa de grabado, privilegio de algunos estudiantes de artes plásticas y de pocas instituciones en el país, como el Centro Experimental de la Gráfica.  Como culminación de un trabajo, que comienza con la matrícula en el taller, el grupo organiza muestras como la de reciente entrega, donde termina un período y el niño pasa a ser artífice y partícipe del proceso creación-exhibición. La obra pasa de la mesa de trabajo al muro o pedestal, la pieza trasciende el espacio del taller y la familia para insertarse en el ámbito museográfico, donde los niños, principales protagonistas, la ven interactuar con el gran público. Crayolarte en Verano presenta un mural colectivo resultado del concurso De donde crece la palma, varias obras realizadas en un curso de introducción al grabado y otras piezas de papier maché creadas a raíz de la convocatoria En defensa de los derechos a crear del niño, realizada por UNICEF.