En sus últimas intervenciones, el segundo secretario del Comité Central del Partido y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, nos llamó a todos, sin excepción, a trabajar incansablemente por el mejoramiento de nuestra economía en beneficio de la sociedad. Pero sus palabras no pueden quedar en terreno de pocos, requiere lograr una mayor productividad en los diferentes sectores, con organización y disciplina, y a una vez coadyuvar a la formación de una cultura del ahorro de los recursos materiales y humanos.
No podemos olvidar que el mundo vive una etapa de crisis prolongada y sus efectos son cada vez más evidentes, sobre todo en los países pobres. Mientras unos cuantos derrochan en lujos los recursos que a todos debieran favorecernos, hay millones de hambrientos y analfabetos en el planeta y una cifra elevada muere, cada día, de enfermedades curables por falta de atención y recursos.
En medio de esa cruel realidad, con casi 50 años de injusto bloqueo por parte de los Estados Unidos, nuestro país lucha por preservar las conquistas de la Revolución para lo cual se hace necesario perfeccionar la economía, hacerla más competitiva e impulsar una política de ahorro, como fuente esencial para el desarrollo. Por lo tanto, eliminar el derroche es una necesidad vital para el país en momentos de tantas limitaciones materiales.
Raúl argumenta, con mucha claridad, el concepto de que nadie, ni un individuo, ni un país, pueden gastar indefinidamente más de lo que ingresan. Ese pronunciamiento debe ser debidamente argumentado en cada colectivo laboral y las instituciones. Es esencial comprender el papel que nos corresponde desempeñar a cada quien en esta batalla por la supervivencia y el desarrollo. Todo lo que hagamos en tal sentido será muy provechoso para el país y cada familia cubana.
Se ha reiterado por el Segundo Secretario el concepto de que producir alimentos es una tarea de Seguridad Nacional, por lo tanto sacarle los beneficios a la tierra con eficiencia, en todas las estructuras estatales, cooperativas y campesinas y en las áreas entregadas en usufructo, es una necesidad vital y reclama mayor control de los frutos y su destino. Todavía quedan espacios sin explotar y esa debe ser una prioridad dentro de las normas y los controles establecidos.
Es alentador conocer que crece la producción de leche y la carne, y se evitan notables volúmenes de importaciones por ese concepto, se incrementa la obtención de arroz, huevos, frijoles, viandas y hortalizas, entre otros renglones. Ahora, ¿cuánto más pudiéramos tener si cada uno de nosotros aporta un granito o dos… en esta batalla por producir para el pueblo y ahorrar, sustituyendo importaciones que pudiéramos lograr si hacemos un mayor esfuerzo?
Se impone rigor en el control estatal, y con ese fin se creó la Contraloría de la República con la misión de proteger los bienes del pueblo. El uso más racional de los recursos supone eliminar gratuidades indebidas, aplicar una Política Tributaria coherente con nuestras necesidades, trabajar el tiempo necesario, minuto a minuto, y con eficiencia, incluso, implantar el doble turno donde sea factible, como se ha planteado en determinadas inversiones. Solo del trabajo se obtienen las riquezas.
Todo lo que hagamos en este sentido debe llevar implícito una cuota de inmenso amor. La entrega de cada ciudadano al trabajo es siempre vital, y en momentos de crisis, más aun. Nadie debe favorecerse de los bienes si no aporta, excepto que esté impedido para ello. Mientras unos se esfuerzan, otros se recuestan o no aportan el máximo. En un puesto de trabajo que con 10 obreros se resuelve la encomienda, para qué tener 15. Mejor los reubicamos y así aportan más a la sociedad. El país trabaja en la Institucionalización y eso contribuirá, sin dudas, a nuestro desarrollo, pero necesita de la comprensión y el apoyo de todos para avanzar más rápidamente.
Al transitar por pueblos y ciudades se aprecia una cantidad considerable de jóvenes que no estudian ni trabajan, o lo hacen muy limitadamente. ¿Cuánta tierra vacía hay en nuestros campos y cerca de las comunidades? Es indispensable desarrollar la Agricultura Urbana y sub-Urbana para producir alimentos y sustituir importaciones. Poner a funcionar las industrias y otros centros con ese perfil y desatar las fuerzas productivas en bien de la sociedad es una imperiosa e impostergable necesidad. Es justo que cada cual gane por los resultados de su trabajo. El vago no puede vivir del que trabaja y al "luchador", que quiere vivir del esfuerzo ajeno, hay que cerrarle todos los caminos, no queda otra alternativa.
El país dispone de su mayor riqueza para lograr estos y otros objetivos: su capital humano, inteligente, preparado, culto, capaz. Conocedor de los resultados alcanzados por la Ciencia y la Técnica. Y en este campo los habaneros somos privilegiados al disponer de los resultados de nuestros Centros Científicos, ya que somos el segundo polo del país. ¿Cuánto más pudiéramos lograr si cada uno de nosotros pone las reservas productivas al servicio de la sociedad y de nosotros mismos? Serían incalculables los avances que lograríamos en poco tiempo. Eso esperan de nosotros la dirección del Partido, Fidel y Raúl.
A pesar de las limitaciones, objetivas y subjetivas, el país se institucionaliza, se fortalece y organiza; y labora en la proyección de la Economía hasta el 2015 con pasos seguros y fe en la victoria. Inspirados en el ejemplo de nuestros Cinco luchadores antiterroristas, presos injustamente en cárceles del Imperio, trabajemos más eficientemente cada día y recordemos a Martí cuando dijo: "Se ha de hacer despacio, lo que ha de durar mucho". A eso nos ha convocado la dirección del país, a hacer cada día más, para que nuestra obra nos dure eternamente.
En medio de esa cruel realidad, con casi 50 años de injusto bloqueo por parte de los Estados Unidos, nuestro país lucha por preservar las conquistas de la Revolución para lo cual se hace necesario perfeccionar la economía, hacerla más competitiva e impulsar una política de ahorro, como fuente esencial para el desarrollo. Por lo tanto, eliminar el derroche es una necesidad vital para el país en momentos de tantas limitaciones materiales.
Raúl argumenta, con mucha claridad, el concepto de que nadie, ni un individuo, ni un país, pueden gastar indefinidamente más de lo que ingresan. Ese pronunciamiento debe ser debidamente argumentado en cada colectivo laboral y las instituciones. Es esencial comprender el papel que nos corresponde desempeñar a cada quien en esta batalla por la supervivencia y el desarrollo. Todo lo que hagamos en tal sentido será muy provechoso para el país y cada familia cubana.
Se ha reiterado por el Segundo Secretario el concepto de que producir alimentos es una tarea de Seguridad Nacional, por lo tanto sacarle los beneficios a la tierra con eficiencia, en todas las estructuras estatales, cooperativas y campesinas y en las áreas entregadas en usufructo, es una necesidad vital y reclama mayor control de los frutos y su destino. Todavía quedan espacios sin explotar y esa debe ser una prioridad dentro de las normas y los controles establecidos.
Es alentador conocer que crece la producción de leche y la carne, y se evitan notables volúmenes de importaciones por ese concepto, se incrementa la obtención de arroz, huevos, frijoles, viandas y hortalizas, entre otros renglones. Ahora, ¿cuánto más pudiéramos tener si cada uno de nosotros aporta un granito o dos… en esta batalla por producir para el pueblo y ahorrar, sustituyendo importaciones que pudiéramos lograr si hacemos un mayor esfuerzo?
Se impone rigor en el control estatal, y con ese fin se creó la Contraloría de la República con la misión de proteger los bienes del pueblo. El uso más racional de los recursos supone eliminar gratuidades indebidas, aplicar una Política Tributaria coherente con nuestras necesidades, trabajar el tiempo necesario, minuto a minuto, y con eficiencia, incluso, implantar el doble turno donde sea factible, como se ha planteado en determinadas inversiones. Solo del trabajo se obtienen las riquezas.
Todo lo que hagamos en este sentido debe llevar implícito una cuota de inmenso amor. La entrega de cada ciudadano al trabajo es siempre vital, y en momentos de crisis, más aun. Nadie debe favorecerse de los bienes si no aporta, excepto que esté impedido para ello. Mientras unos se esfuerzan, otros se recuestan o no aportan el máximo. En un puesto de trabajo que con 10 obreros se resuelve la encomienda, para qué tener 15. Mejor los reubicamos y así aportan más a la sociedad. El país trabaja en la Institucionalización y eso contribuirá, sin dudas, a nuestro desarrollo, pero necesita de la comprensión y el apoyo de todos para avanzar más rápidamente.
Al transitar por pueblos y ciudades se aprecia una cantidad considerable de jóvenes que no estudian ni trabajan, o lo hacen muy limitadamente. ¿Cuánta tierra vacía hay en nuestros campos y cerca de las comunidades? Es indispensable desarrollar la Agricultura Urbana y sub-Urbana para producir alimentos y sustituir importaciones. Poner a funcionar las industrias y otros centros con ese perfil y desatar las fuerzas productivas en bien de la sociedad es una imperiosa e impostergable necesidad. Es justo que cada cual gane por los resultados de su trabajo. El vago no puede vivir del que trabaja y al "luchador", que quiere vivir del esfuerzo ajeno, hay que cerrarle todos los caminos, no queda otra alternativa.
El país dispone de su mayor riqueza para lograr estos y otros objetivos: su capital humano, inteligente, preparado, culto, capaz. Conocedor de los resultados alcanzados por la Ciencia y la Técnica. Y en este campo los habaneros somos privilegiados al disponer de los resultados de nuestros Centros Científicos, ya que somos el segundo polo del país. ¿Cuánto más pudiéramos lograr si cada uno de nosotros pone las reservas productivas al servicio de la sociedad y de nosotros mismos? Serían incalculables los avances que lograríamos en poco tiempo. Eso esperan de nosotros la dirección del Partido, Fidel y Raúl.
A pesar de las limitaciones, objetivas y subjetivas, el país se institucionaliza, se fortalece y organiza; y labora en la proyección de la Economía hasta el 2015 con pasos seguros y fe en la victoria. Inspirados en el ejemplo de nuestros Cinco luchadores antiterroristas, presos injustamente en cárceles del Imperio, trabajemos más eficientemente cada día y recordemos a Martí cuando dijo: "Se ha de hacer despacio, lo que ha de durar mucho". A eso nos ha convocado la dirección del país, a hacer cada día más, para que nuestra obra nos dure eternamente.
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