La
Habana (PL). A 54 años del triunfo de la Revolución, Cuba se encuentra
inmersa en la actualización de su modelo socio-económico, proceso
diseñado para garantizar la continuidad y el fortalecimiento del sistema
socialista adoptado en la isla.
Para los cubanos, la llegada de un nuevo año ofrece razones adicionales
para celebrar, porque la victoria del 1 de enero de 1959 y el inicio de
una etapa de transformaciones pusieron fin a un sistema favorecedor de
elites políticas y económicas a fin de de comenzar a crear un país
avocado al beneficio de la mayoría de la población.
El nuevo
gobierno se propuso superar la pobreza heredada de más de 400 años de
colonialismo, y una de las primeras medidas fue la Ley de Reforma
Agraria, que proscribió el latifundio con la nacionalización de las
propiedades de más de 402 hectáreas y entregó la tierra a decenas de
miles de campesinos.
Le siguieron otras, entre ellas una campaña
que en poco más de un año convirtió a Cuba en el primer territorio
libre de analfabetismo de América Latina.
Cifras oficiales
indican que en 1959 solo había en el país caribeño 25 mil titulados,
faltaban escuelas para más de medio millón de niños, 10 mil maestros
estaban sin trabajo; era casi inexistente la enseñanza media y un 30 por
ciento de los cubanos no sabía leer ni escribir.
En cambio, el
curso escolar 2012-2013 arrancó en septiembre con una matrícula estimada
de dos millones de estudiantes, y entre los centros educativos abrieron
sus puertas 60 universidades.
Las políticas emprendidas desde
el propio 1959 hacen posible que Cuba muestre hoy logros de cara a los
objetivos de Naciones Unidas para 2015.
El país que cierra 2012
con 11 millones 163 mil 934 habitantes -según datos preliminares del
reciente Censo de Población y Viviendas- presenta una tasa de mortalidad
infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos, la más baja de
las Américas, y una esperanza de vida próxima a los 80 años.
También sobresalen programas de vacunación contra más de una decena de
enfermedades infecciosas y una retención docente de 98,7 y 97,9 por
ciento en las enseñanzas primaria y secundaria, respectivamente, lo que
ratifica el bajo escenario de deserción escolar en la isla.
De
acuerdo con el viceministro primero de Salud Pública, José Ángel Portal,
Cuba dispone de una red de más de 12 mil instalaciones destinadas a la
atención médica, que se caracteriza por la accesibilidad y gratuidad de
los servicios y su orientación profiláctica.
El sector cuenta
con casi 500 mil trabajadores, ubicados en un sistema que incluye 11 mil
492 consultorios, 152 hospitales, 452 policlínicos, 126 clínicas
estomatológicas, 126 hogares de ancianos, 142 hogares maternos, 228
casas de abuelos y 13 institutos que ofrecen servicios asistenciales,
docencia e investigación, precisó.
Según Portal, Cuba presenta
un médico cada 143 habitantes, un estomatólogo por cada 878 y una
enfermera por cada 117, personal formado en el sistema de salud
doméstico.
"En Cuba, las metas previstas en la Declaración del
Milenio han sido cumplidas prácticamente en su totalidad, y en algunos
casos superadas con creces", afirmó el canciller Bruno Rodríguez en la
ONU.
Rodríguez señaló además que el compromiso rebasa las
fronteras del país, al contribuir al desarrollo social de otras
naciones, con miles de colaboradores de la salud, la educación, el
deporte y la cultura diseminados por el planeta.
Las
transformaciones se enmarcan en un escenario hostil, considerando que
siete de cada 10 cubanos han nacido bajo los efectos del bloqueo
económico, comercial y financiero aplicado por Estados Unidos durante
más de medio siglo.
Obstáculos al comercio, la libre navegación y
el acceso a inversiones y créditos, persecución a las operaciones
financieras cubanas por todo el mundo, prohibición de viaje a los
ciudadanos norteamericanos y el estímulo a la subversión, son algunos de
los componentes de una política que mantiene su vigencia, pese al
rechazo casi unánime de la comunidad internacional.
El 13 de
noviembre de 2012, una cifra récord de 188 países -con solo tres en
contra- demandó en la Asamblea General de las Naciones Unidas el fin del
bloqueo impuesto por Washington.
PROYECCIONES Y ACTUALIZACIÃ"N ECONÃ"MICA
Cuba
proyecta para 2013 un incremento del 3,7 por ciento en su Producto
Interno Bruto (PIB), progresión económica que coincide con el promedio
trazado por la Cepal y agencias calificadoras para América Latina y el
Caribe.
En este crecimiento se mantendrá un nivel similar para
los servicios sociales que por su calidad y carácter universal y
gratuito han distinguido a la Revolución Cubana, mientras el resto de la
economía debe aumentar un 5,4 por ciento, con metas significativas en
la agricultura (4,5) y la industria manufacturera (4,7).
Sobresalen además el propósito de lograr una zafra superior en más del
21 por ciento a la del 2012, año con datos alentadores pese a los
incumplimientos y deficiencias, y de sobrepasar por primera vez la
llegada de tres millones de turistas con el aumento del 12,5 por ciento
de los ingresos brutos en ese sector.
El 13 de diciembre, en su
discurso de clausura de la VII Legislatura del Parlamento, el presidente
Raúl Castro calificó de "con paso seguro" la marcha de la actualización
económica en la isla. De acuerdo con el mandatario, las
transformaciones empiezan a adentrase en cuestiones de mayor alcance,
complejidad y profundidad, luego de la adopción de medidas iniciales
encaminadas a suprimir prohibiciones y trabas para el desarrollo de las
fuerzas productivas. Entre las acciones de 2013 están la entrada en
vigor de una nueva Ley Tributaria, metodologías para la implantación de
precios mayoristas y minoristas y pasos en función de lograr la
unificación monetaria y cambiaria.
También destacan el impulso a
las cooperativas no agropecuarias, en sectores como la construcción, el
transporte, la gastronomía y la recuperación de materias primas, y la
realización de experimentos para fortalecer a la empresa estatal
socialista, dotándola de mayor autonomía y poder de gestión económica.
Además, se aplicarán nuevas medidas para flexibilizar el trabajo por
cuenta propia, como llaman en la isla a las formas no estatales de
empleo, sector que agrupa a casi 400 mil cubanos, más del doble de los
existentes en octubre de 2010.
Según el vicepresidente Marino
Murillo, se abrirán figuras no estatales suspendidas por las
dificultades en el acceso a los recursos necesarios para ejercerlas y se
incorporarán otras como el gestor de permutas, el agente postal, los
anticuarios y el vendedor de productos agropecuarios.
En una
intervención ante los diputados de la Asamblea Nacional, adelantó que
las entidades estatales, entre ellas las del turismo, podrán pagar a
privados en moneda convertible (CUC).
Aunque no son el sector
determinante en la economía nacional, los trabajadores privados van
ganando espacio en el país caribeño, afirmó Murillo.
Redacción Nacional de Prensa Latina. |
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