
En el período de mayo de 2011 a abril de 2012 las afectaciones al sector de la salud se calculan en unos 10 millones de dólares, con mayor vulnerabilidad en los pacientes más pequeños, precisó en declaraciones a la AIN el también presidente de la Sociedad Cubana de Hematología e Inmunología.
Debido a la hostil política del gobierno de la Casa Blanca son mayores las restricciones para el envío de donación de medicamentos por organizaciones norteamericanas y se hace más difícil la atención adecuada a los enfermos, dijo.
Otra de las variantes de la política genocida comprende la negativa de entrega de reactivos para la realización de investigaciones y controles en un panel de la Organización Mundial de la Salud, en la que Cuba es excluida de ese beneficio a diferencia del resto de los países, explicó Ballester.
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