Carlos Pascual
El embajador de Estados Unidos en México, el cubanoamericano Carlos Pascual, presentó su renuncia el sábado en medio de fricciones diplomáticas sobre un cable en el que describió la ineficiencia y los conflictos internos de las fuerzas de seguridad mexicanas.
La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton dijo que la renuncia del embajador se debió a sus intereses ”para asegurar una relación firme entre ambos países y para evitar asuntos considerados por el presidente Calderón, que podrían distraer la atención de los puntos importantes para progresar en nuestros intereses bilaterales”.
Clinton no especificó a qué se asuntos considerados por el presidente Felipe Calderón se refería, pero el mandatario mexicano había criticado fuertemente un cable escrito por Pascual, divulgado por Wikileaks.
La renuncia ocurrió menos de dos semanas después de que el presidente Barack Obama se reuniera con Calderón en la Casa Blanca y parece ser una de las repercusiones más fuertes por la filtración de miles de documentos confidenciales del servicio diplomático estadounidense.
Clinton dijo que ella y Obama aceptaron la solicitud de renuncia de Pascual. Agregó que ambos le pidieron a Pascual que permaneciera en México para asegurar una transición ordenada.
La dimisión del embajador ocurre también en medio del descalabro diplomático por el cual México ha exigido explicaciones por la realización, desde el 2009, de operaciones con aviones estadounidenses no tripulados en su territorio.
En una entrevista con un diario publicada a finales de febrero, Calderón indicó que las relaciones entre México y Estados Unidos se habían tensado debido a la filtración de diversos cables. El mandatario se refirió específicamente al cable de Pascual, el cual sugirió que era insultante para México.
CAMBIO CLIMÁTICO RESOLVERA EL PROBLEMA CON CUBA
Pascual es célebre también por su odio a Cuba, país en el cual nació en 1959. En abril del año pasado, en un foro ecológico donde fue presentado como experto, dijo, nada menos: “El cambio climático se va a encargar de resolver el problema que Estados Unidos tiene con Cuba, porque en 50 años la isla va a desaparecer bajo el mar.”
“No nos tenemos que preocupar mucho en Estados Unidos sobre Cuba porque el medio ambiente va a eliminar el problema para nosotros”, dijo el diplomático. No aclaró qué pasaría con los demás estados insulares del Caribe, si su profecía se hiciera realidad.
“Bueno, a lo mejor Fidel Castro puede vivir otros 50 años y tiene unos poderes que ni le conocemos hasta ahora y a lo mejor es ahí entonces donde vamos a resolver el problema”, añadió y probablemente por su pensamiento vagó la idea de asesinar al líder de la Revolución cubana y desaparecer la incómoda soberanía de la Isla, que han sido obsesiones compartidas por todas las administraciones norteamericanas desde 1959 hasta la fecha.
Como Estados Unidos promueve la idea de México como un “estado fallido”, reforzada por la ola de violencia de los narcotraficantes y el delirio anti-inmigrante en EEUU, eligió para el cargo de embajador a un señor cuya trayectoria se pinta sola para la tarea: supuestamente Pascual es una autoridad sobre los estados fallidos y ha trabajado para la fachada de la CIA, la USAID, en Mozambique, Sudáfrica, Sudán y otros lugares donde se intentó imponer gobiernos serviles a los Estados Unidos. (Consulte su currículo en Wikipedia)
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