En sus primeros días de zafra los trabajadores agrícolas e industriales de la Empresa Azucarera Manuel Fajardo, de Quivicán, han demostrado que la aguda escasez de recursos materiales y las inclemencias de la naturaleza no son obstáculos suficientes como para evitar que continúen en el grupo de avanzada nacional del dulce grano, posición que ganaron el pasado año a fuerza de vencer dificultades similares a las actuales.
Cuando asistimos recientemente a la entidad encontramos a su recién estrenado director general, ingeniero Oscar Carballo Hernández angustiado y llevándose las manos a la cabeza porque las lluvias de 31 y 32 milímetros le habían hecho perder más de dos días de molida, mientras que el turbogenerador se disparaba una y otra vez y le impedía arrancar la fábrica con el fin de procesar la caña contenida en algunos vagones que permanecían en patio.
En tanto lamentaba que el mal funcionamiento del turbo obligaba a utilizar energía de la red nacional, en contra de lo que habitualmente sucede, Oscar no perdió tiempo para decirnos: “yo tengo la esperanza de hacer una zafra mejor que la del pasado año, a pesar de la carencia de recursos tanto en la industria como en la agricultura; los hombres y mujeres de esta empresa están acostumbrados a romper impedimentos.
“Te puedo informar, en primer lugar, que las 2 736 hectáreas que van a corte tienen un rendimiento de 43,4 toneladas por hectárea, y el año pasado solo alcanzaban 39,2. La diferencia favorable se nos reduce un poquito porque últimamente se nos incorporaron algunas áreas de la empresa Nodarse, las cuales están en desventajas en relación con las nuestras, que recibieron todas las atenciones agro-técnicas posibles”.
Con respecto al corte, el director general explicó que al no contar con las piezas de repuesto necesarias solo pudieron ser alistadas once de las quince combinadas disponibles para zafra, y que el vacío se cubre con el préstamo de cuatro equipos pertenecientes a la empresa Mañalich.
Está previsto que cuando comiencen los cortes de Héctor Molina el citado apoyo mecanizado desaparecerá porque los equipos deben regresar a su punto de partida; no obstante, los pelotones de Fajardo están preparados para extender las jornadas diarias provistos de faroles para horarios nocturnos.
La capacidad de molida de la fábrica y el rendimiento industrial también fueron temas de intercambio. En el primer caso, si bien las tempranas lluvias hicieron bajar el aprovechamiento de los molinos hasta el 56% el día 23 de enero, durante cinco oportunidades antes de esa fecha el índice se comportó por encima del 70%, y hubo dos ocasiones en que se rebasó el 80%.
En cuanto a rendimiento industrial, es alentador señalar que este fue planificado sobre la base del 10%, y en tres oportunidades antes del día 23 se obtuvieron más de 11,40%. Las lluvias hicieron retroceder el ritmo pero no de manera alarmante. En este sentido es oportuno advertir que mientras lo planificado hasta el día 24 era de 9,57%, se mantenía realmente en 10,80%, a pesar de que aún debía intensificarse el accionar contra exceso de materias extrañas, especialmente en centros de acopio.
Con respecto al corte el cumplimiento de la norma diaria no se hacía esperar tanto en lo que correspondía a las cuatro brigadas de macheteros como lo vinculado a las combinadas.
Como ejemplo elocuente de que Fajardo no tiene que perder tiempo por falta de materia prima es oportuno subrayar que el pelotón de la CPA 17 de mayo, encabezado por los operadores Julián Martínez Martínez y Alexander Rodríguez, tenían la responsabilidad de enviar diariamente 300 toneladas al basculador, tarea plenamente cumplida, aunque ambos operadores alegaron estar trabajando en peores condiciones que en la temporada precedente. Vale indicar que las dos KTP-2-M son reparadas por ellos mismos en el taller de la citada cooperativa.
Según señalaron ha sido necesario emplear muchos materiales viejos y usados para efectuar las reparaciones, y aseguraron categóricamente que no pocas de las piezas facturadas nacionalmente carecen de la calidad requerida.
La situación desfavorable en cuanto a cuchillas, discos, segmentos de cortes, mangueras y otros dispositivos es realmente enemiga de la productividad.
La preocupación de los 26 componentes del pelotón dirigido por Jorge Manuel López no solo gira en torno a los factores que obstaculizan el rendimiento de las combinadas, sino también sobre los efectos nocivos en las futuras cepas como consecuencia del deficiente funcionamiento de los equipos.
Por su parte, López puso énfasis en el problema del exceso de gasto de combustible de los camiones, por falta de baterías y el mal estado de los remolcadores.
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