Pero en 2010 Wikileaks se convirtió en un fenómeno global genuino, mientras la organización de Assange daba a conocer una serie de revelaciones críticas sobre Estados Unidos -cortesía de un descontento analista de inteligencia del ejército que supuestamente pudo bajar un tesoro de información secreta y contrabandearla en un CD de Lady Gaga-.
El año de la filtración comenzó en abril con Asesinato colateral, un video de un helicóptero Apache estadounidense disparándole a un grupo de hombres armados y desarmados en Bagdad, incluyendo a dos periodistas de Reuters. Con fría precisión los hombres fueron eliminados en un remolino de acero blanco caliente. Cuando una camionera de civiles con dos niños llegó para trasladar a las víctimas al hospital, también se le disparó. El video fue una revelación clave porque desacreditaba la historia oficial del ejército de Estados Unidos sobre lo que pasó ese día. Pero también puso a Wikileaks en los sitios del gobierno estadounidense que prometieron vengarse de los que filtraban, arrestando a la supuesta fuente y convirtiendo a Assange en el enemigo público número uno en el Capitolio.
Sin inmutarse, Wikileaks siguió adelante con su próxima revelación, la publicación de 75.000 informes de campo de batalla del ejército estadounidense en Afganistán. Washington condenó la revelación diciendo que ponía a los soldados y a los civiles en peligro. Los grupos de derechos humanos elogiaban algunas de las revelaciones que se conocieron en los blogs de la guerra, pero condenaron a Wikileaks y a sus socios en los medios por no redactar los nombres de los civiles que trabajaban con de la OTAN en Afganistán.
Tres meses después, 400.000 archivos de guerra sobre Iraq fueron publicados en lo que fue descripto como “la mayor filtración de documentos clasificados en su historia”. Los halcones en el Capitolio se enfurecieron y por primera vez se habló de arrestar o asesinar a Assange. Pero todas las filtraciones previas empalidecieron frente a la publicación de 240.000 cables secretos de las embajadas de Estados Unidos en el mundo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère, para Página 12.
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