El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, pidió multiplicar, ampliar
y profundizar las acciones solidarias para lograr la definitiva excarcelación de
cinco antiterroristas compatriotas suyos presos en Estados Unidos.
Que se alce incontenible la solidaridad, que sean millones quienes reclamen al
presidente estadounidense, Barack Obama, la libertad inmediata y sin condiciones
de Gerardo Hernández Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René
González, apuntó.
Al intervenir la víspera en un acto político-cultural
en el cual se exigió la liberación de los Cinco, como son conocidos
internacionalmente, a 12 años de su detención, Alarcón demandó la creación de
nuevas formas de comunicación para llevar la verdad a todos.
Enfatizó que
las labores deben hacerse día y noche, sin tregua ni cansancio, y con el
pensamiento de que los antiterroristas cubanos sacrificaron sus vidas por
nosotros y son ellos quienes encabezan esta lucha.
Quien quiera saber la
verdad sólo tiene que visitar el sitio oficial de la Corte del Distrito Sur de
la Florida y buscar el caso "Estados Unidos contra Gerardo Hernández y otros",
comentó el líder parlamentario.
Subrayó que se darán cuenta de que los
Cinco son inocentes, víctimas de un descomunal atropello, y nunca debieron ser
detenidos, acusados, ni encarcelados.
También, agregó, se podrá leer que
Washington admitió formalmente, por escrito, que no tenía pruebas para acusar a
Gerardo del cargo más grave por el cual sufre una doble cadena de
perpetuidad.
Alarcón denunció nuevamente el silencio de los medios de
comunicación masiva sobre el caso de los antiterroristas cubanos y el nulo
reflejo en la prensa del juicio más prolongado de la historia de Estados
Unidos.
Precisó que los grandes medios no se refirieron a los testimonios
que ante el tribunal ofrecieron generales, almirantes y asesores de la Casa
Blanca, ni a la confesión de sus fechorías que allí realizó una larga fila de
malhechores.
Además reiteró que los Cinco fueron sometidos a una sórdida
farsa judicial en Miami, "nido de terroristas que controlan esa ciudad, sus
medios de prensa y gran parte de su actividad económica y
política".
Pretender que allí, en ese medio de odio y violencia contra la
Isla podrían ser juzgados con imparcialidad cinco patriotas cubanos que hasta
allá habían ido para luchar contra esa mafia, era un insulto al sentido común y
a la decencia, manifestó.
En realidad, señaló, se trataba de un gesto
cínico de un gobierno inmoral que buscaba congraciarse con la turba delirante
que asombró al mundo y había salido tan maltrecha moralmente del caso del niño
Elián González.
Recordó que muy pronto la administración estadounidense
deberá pronunciarse respecto a la petición de habeas corpus a favor de Gerardo,
a quien no le queda ya otro recurso en el sistema norteamericano.
A
nosotros nos toca abrir el caso de Gerardo, con la denuncia constante y la
movilización permanente, hasta que él y sus cuatro hermanos regresen libres a la
Patria, subrayó Alarcón.
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